Pedro Sánchez ya ha oficializado quién formará parte del nuevo Consejo de Ministros. Tras un fin de semana trabajando con un reducido círculo de confianza, salvaguardando así el secreto y evitando las filtraciones, el equipo del líder del Ejecutivo ha anunciado este lunes, desde primera hora de la mañana, los 22 nombres que formarán parte del gabinete del presidente. Se trata de un equipo amplio, sin reducción de carteras, con mayoría femenina, cuatro vicepresidentas, marcado perfil político, diverso territorialmente y con varios perfiles capaces de confrontar con fuerza y proyección contra la derecha en una legislatura que no se prevé sencilla.

Moncloa, desde primera hora de la mañana, y tras un fin de semana de hermetismo y puertas cerradas, ha ido filtrando los nombres de todos y cada uno de los ministros que revalidarán o recogerán por primera vez una cartera ministerial. Cuatro vicepresidentas, con la inclusión de una María Jesús Montero capital en las negociaciones de investidura, y varios perfiles promocionados y ascendidos dentro del organigrama de Sánchez.

Tal y como se presagiaba, el líder del Ejecutivo ha decidido dar más peso interno a dos personas de su máxima confianza: María Jesús Montero, que mantiene Hacienda y se convierte en vicepresidenta, y Félix Bolaños, mano derecha del presidente, titular de Presidencia y Justicia, cartera indispensable en una legislatura que viene devenida y marcada por el inicio de la tramitación en el Congreso de los Diputados de la ley de amnistía. También dan un paso al frente perfiles como Pilar Alegría, que, además de sumar las competencias de Deportes a las de Educación, será la nueva portavoz del Ejecutivo en sustitución de Isabel Rodríguez -sobre quien podría recaer la portavocía del PSOE-, que, por su parte, se ha hecho con la cartera de Vivienda, de reciente creación después de convertir este tema en indispensable y apuesta personal del presidente en la XV legislatura de nuestra democracia.

A los cinco de Sumar, que ya se conocían -Yolanda Díaz ha escogido a Ernest Urtasun (Cultura), Sira Rego (Juventud e Infancia), Pablo Bustinduy (Derechos Sociales) y Mónica García (Sanidad)-, le seguía la duda sobre quién asumiría el Ministerio de Igualdad, hasta ahora en manos de Irene Montero y motivo de la ruptura entre la formación magenta y Podemos. Finalmente, la escogida ha sido Ana Redondo García, otrora portavoz del PSOE en las Cortes de Castilla y León y mano derecha de Óscar Puente en el ayuntamiento de Valladolid.

Óscar Puente, de la réplica a Feijóo a Moncloa

Y precisamente Puente ha sido otro de los anuncios estrella del presidente del Gobierno. Sánchez ha decidido conceder al dirigente vallisoletano la cartera de Transportes, una de las más importantes tanto por dificultad como por presupuesto. Además, este ministerio será vital en la cesión de la gestión de Rodalies a Cataluña pactada en las negociaciones de investidura.

Puente, de esta forma, tras meses en el disparadero, especialmente después de su intervención durante el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo, es promovido por Pedro Sánchez y se consagra como uno de los nuevos baluartes del PSOE en su confrontación directa con la derecha de PP y Vox. Polémico y sin pelos en la lengua, el líder del Ejecutivo consigue dotar de más gancho a un Gobierno del que se espera rentabilizar el gran paquete de proyectos y compromisos anunciado por el propio presidente en su primera intervención de la sesión de investidura que acabó con su entronización el pasado jueves.

Cuatro vicepresidentas

El presidente del Gobierno vuelve a apostar por una segunda fila, la de las vicepresidencias, marcada completamente por mujeres. Cuatro, concretamente, a la espera de lo que suceda con Nadia Calviño cuando llegue el momento decisivo de la votación por la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI). A la titular de Asuntos Económicos, en plena pugna por el puesto europeo, se suman Yolanda Díaz, que repite como vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo; Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica; y María Jesús Montero, al frente de Hacienda y promocionada como vicepresidenta cuarta tras su importante papel en las negociaciones de la investidura.

Montero, dentro del núcleo duro del presidente del Gobierno, ha sido ascendida tras codirigir junto a Sánchez al equipo de siete personas a las que se encargó las negociaciones para conformar Gobierno. Aquella empresa no era sencilla, y así ha sabido reconocerlo el líder del Ejecutivo durante un fin de semana en el que, una vez superada la investidura, ha sido dedicado al estudio de la nueva configuración de los encargados de sentarse cada martes en la mesa del Consejo de Ministros.

Nuevos ministros

Óscar Puente no es el único perfil novedoso anunciado por Pedro Sánchez. De hecho, como viene siendo habitual, el presidente ha aprovechado la remodelación para incorporar nuevos rostros a la foto de familia y cambiar su equipo milimétricamente para el diseño de la nueva legislatura. Concretamente, Sánchez ha nombrado, contando al exalcalde de Valladolid, a nueve nuevos perfiles -cuatro de ellos, de Sumar-.

Se trata, concretamente, de Jordi Hereu, exalcalde de Barcelona que consigue Industria; Ángel Víctor Torres, expresidente de Canarias al frente de Política Territorial; Elma Saiz, cuota navarra que liderará Seguridad Social; Ana Redondo García, otrora mano derecha de Óscar Puente que se hace cargo de Igualdad; Sira Rego, eurodiputada de IU que se encargará del nuevo ministerio de Juventud e Infancia; Mónica García, de líder de la oposición en Madrid a titular de Sanidad; Ernest Urtasun, mano derecha de Díaz que toma las riendas de Cultura; y Pablo Bustinduy, ex de Podemos, experto internacional de Sumar y ministro de Derechos Sociales con competencias en Consumo.

Los que siguen

No obstante, la revolución no es completa. Pedro Sánchez ha decidido mantener a buena parte de los ministros de su última legislatura. Así, además de las vicepresidentas, que mantienen sus competencias y encargos anteriores, el presidente ha decidido dar confianza y estabilidad a cuatro años que se prevén complejos.

De los ya conocidos, siguen -aunque algunos cambian de ministerio o asumen nuevas competencias- las vicepresidentas, José Manuel Albares (Exteriores), Luis Planas (Agricultura), Fernando Grande-Marlaska (Interior), Pilar Alegría (Educación y Deportes), Félix Bolaños (Presidencia y Justicia), Isabel Rodríguez (que pasa a Vivienda), Diana Morant (Ciencia y Universidades) y José Luis Escrivá (que cambia a Transformación Digital).

Los que desaparecen

En esta particular partida, donde las quinielas han acertado en parte y han sido tumbadas en muchos de los ministerios, también hay quienes han caído en batalla. A los cuatro que otrora dispuso Pablo Iglesias en Moncloa, después del acuerdo de coalición de 2020, se suman varios dirigentes socialistas como Miquel Iceta, que abandona Cultura y Deportes; Pilar Llop, que deja sus responsabilidades en Justicia; Raquel Sánchez, antaño líder de Transportes; Héctor Gómez, que abandona Industria; y José Manuel Miñones, quien liderase Sanidad tras la salida de Carolina Darias para asumir la candidatura del PSOE en el ayuntamiento de Madrid.

En Podemos, y sus satélites en blanco y negro, la gran perdedora ha sido Irene Montero, a quien los de Ione Belarra, que también abandona Moncloa, han querido promocionar y hacer permanecer en el Ministerio de Igualdad. Montero ha sido la gran valedora de un sinfín de leyes, pero, no obstante, el daño político de la ley del solo sí es sí ha acabado apartándola de las quinielas. Se caen, también, Joan Subirats, ex de Universidades, y Alberto Garzón, quien anunciase el pasado viernes su salida de la primera línea política y su abandono de la dirección de Izquierda Unida.

Lista de los 22 ministros del nuevo Gobierno: lea el perfil de cada uno de ellos