Nadia Calviño es uno de los nombres que repite en el nuevo Gobierno de coalición. La hasta ahora vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha funcionado en los últimos años como la máxima voz financiera del Ejecutivo, con el control absoluto de las cuestiones económicas en Moncloa. Sin embargo, Calviño deja ahora el departamento de Transformación Digital a José Luis Escrivá, hasta ahora ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para quedarse solo con la gestión económica del Gobierno. Y es que probablemente Calviño abandone sus funciones económicas en enero de 2024 cuando se resuelva la candidatura a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI). 

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Más allá del marcado perfil técnico de la vicepresidenta, Calviño ha sido un activo clave para el PSOE sin ser del PSOE. El famoso “Nadia contra nadie” utilizado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la campaña electoral ha dejado más que patente el papel clave que la ministra gallega, formada en Europa, tiene en el seno del Gobierno. Un papel que podría abandonar en los próximos meses para desplegar su carrera en Europa.

Nadia Calviño Santamaría (A Coruña, 1968) volvió a la política española en 2018 como ministra de Economía y Empresa del Gobierno de Pedro Sánchez. Un cargo ministerial que ocupó hasta enero de 2020 cuando se produjo la primera renovación del Ejecutivo. En ese momento, Calviño se convirtió en vicepresidenta tercera y ministra de Economía y Transformación Digital. Desde entonces, ha ido escalando en vicepresidencias para situarse a la derecha de Sánchez, con el control económico y financiero en sus manos. Calviño volvió a España en 2018 tras una amplia carrera europea, donde es más que probable que vuelva en enero de 2024.

Calviño podría irse a Europa en unas semanas 

La actual vicepresidenta económica es una de las principales candidatas a presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en una lucha cuerpo a cuerpo contra Margrethe Vestager, a día de hoy comisaria europea de Competencia. La economista española se erigió como candidata a liderar el BEI en Europa el pasado mes de agosto, más allá de su papel como experta financiera en el Gobierno nacional, y parece estar cada vez más cerca de conseguirlo. En estos momentos es más que previsible que Calviño vuelva a Europa en el arranque de 2024 para presidir el BEI y, por tanto, se produzca una nueva remodelación de Gobierno en los próximos meses. Prueba de ello es que se haya dividido su ministerio, dejando la parte de Transformación Digital a José Luis Escrivá.

A la espera de lo que ocurra con la futura carrera de Calviño, con un resultado que se conocerá previsiblemente el próximo 8 de diciembre en la próxima reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, Calviño se mantiene como máxima voz económica del Gobierno al menos hasta el 31 de diciembre. Y es que, de resultar ganadora, la vicepresidenta primera se convertirá en presidenta del BEI el mismo 1 de enero de 2024. En concreto, Calviño sería la sucesora de Werner Hoyer al frente del BEI si gana la competición a la liberal danesa Vestager. Junto a ellas se mantienen en la carrera la polaca Teresa Czerwinska, el italiano Daniele Franco y el sueco Thomas Östro, aunque las dos primeras candidaturas parecen ser las favoritas en Europa. De hecho, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha garantizado ya su apoyo a la candidatura de Calviño, un voto clave para España porque es de los que más peso tendrá en la votación.

Los grandes retos de Calviño 

Entre los grandes retos a los que se enfrenta la vicepresidenta económica en su nuevo cargo juega un papel principal el despliegue de los fondos europeos, así como la intención de ampliar la protección hipotecaria a los clientes más vulnerables o proteger la autonomía estratégica española. El perfil técnico, y apolítico, de la ministra ha situado a España en una tendencia de crecimiento alcista, siendo la primera en recuperarse del nefasto impacto de la pandemia de coronavirus a nivel mundial. De hecho, la política económica desarrollada por Calviño en los últimos años, junto al papel de la otra vicepresidenta, Teresa Ribera, como responsable de política energética, ha provocado que el primer Gobierno de coalición haya recibido sendas felicitaciones fuera de las fronteras. 

Licenciada en Economía por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED, perteneciente al Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado, Calviño empezó su carrera profesional como profesora asociada en la Universidad Complutense de Madrid entre 1991 y 1994 para entrar en política en 1998. Durante un año, la ministra de Asuntos Económicos se encargó de la subdirección de Análisis Macroeconómico y Previsión, ya en el Ministerio de Economía, y fue directora general de Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía y Hacienda. La economista ha ocupado también el cargo de responsable de Asuntos Jurídicos y Relaciones Institucionales en el Servicio de Defensa de Competencia del Ministerio de Economía y Hacienda entre 2000 y 2001 y como directora general de Defensa de la Competencia entre 2004 y 2006. 

Ya en 2006, Calviño se marchó a Europa como directora general adjunta de Competencia de la Comisión Europea y se ha encargado de distintas funciones comunitarias hasta 2018, hace cinco años, cuando decidió volver a la política española. Durante su carrera en Europa, la vicepresidenta económica ha sido responsable también de los presupuestos comunitarios de la Comisión Europea durante cuatro años, entre 2014 y 2018.

El papel internacional de Calviño ha ido ganando protagonismo en los últimos años, tras ser nombrada entre 2021 y 2023 presidenta del Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC, por sus siglas en inglés), que asesora al Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la supervisión y la gestión del sistema monetario y financiero internacional. Asimismo, la lideresa económica del Gobierno ha encabezado las conversaciones sobre la reforma de las reglas fiscales de la Unión Europea, negociaciones que aún no están cerradas y que, previsiblemente, mantendrá entre sus funciones en los próximos meses.