El tiempo corre contrarreloj y Nadia Calviño tendría las de ganar. La vicepresidenta primera del Gobierno español ha ganado este jueves un apoyo clave en su carrera hacia la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), meta que pretende alcanzar en los próximos meses y sobre la que compite contra la danesa Margrethe Vestager.

El periódico de prestigio europeo ‘Político’ se ha hecho eco de la decisión adoptada por Bélgica: a través de su ministro de Finanzas, Vincent van Peteghem, apoyarán la candidatura de Calviño por contar con el mayor número de apoyos para tomar las riendas de este cargo. Este movimiento no es baladí. Los belgas presiden el consejo de administración del BEI y coordinan el proceso, es decir, se encargan de recabar las distintas valoraciones de todos los Estados miembros.

Habrá que esperar al viernes de la próxima semana, el 8 de diciembre, para extraer conclusiones claras, cuando los ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) votarán si respaldan a la ministra de Economía española en una reunión que tendrá lugar en Bruselas.

Con el apoyo de Bélgica, Calviño también suma el otorgado por Alemania. Este mes de noviembre el canciller Olaf Scholz apoyó a la candidata española durante la reunión de los líderes socialistas en Málaga, presidida por el presidente Pedro Sánchez. No obstante, los italianos advirtieron de que apoyarían a la danesa Vestaguer si su candidato, Daniele Franco, finalmente se queda sin opciones para optar al puesto. Pese a este escenario aún translúcido, la balanza parece que empieza a inclinarse en favor de la vicepresidenta española.

Margrethe Vestager es la principal rival de Calviño en la carrera hacia la presidencia del BEI. No obstante, en esta ‘competición’ entran en juego otros actores, en total, cinco candidatos a suceder al actual presidente del BEI, el alemán Werner Hoyer: además de la española y la danesa, también luchan por alcanzar este cargo de calado económico la economista polaca Teresa Czerwinska; el sueco Thomas Östros y el mencionado exministro y vicecogobernador del Banco de Italia, Daniele Franco.

El candidato que logre alcanzar finalmente la presidencia deberá hacerse con el 68% del capital social del BEI y el respaldo claro y conciso de 18 países aunque, en la práctica, la decisión final radica en las grandes potencias: Francia y Alemania, además de en el veredicto conjunto que dicten los ministros de Finanzas de la UE. 

Alemania cuenta con el mismo capital que Francia e Italia en conjunto, un 18,8%; en cuarto lugar, se sitúa España con un 11% del accionariado; Bélgica y Países Bajos oscilan en torno al 5%; en último lugar, Portugal posee el 0,9% de las acciones. En la otra cara de la moneda, en favor de Vestager, figura su propio país, Dinamarca, con el 2,6% del capital; a falta de confirmación, también podrían apoyar a la danesa tanto Grecia como Bulgaria, a la par que los países escandinavos (Finlandia, Noruega y Suecia) que cuentan con un 1,5%. Los votos que aún están en el aire son de dos de los candidatos que también compiten por el puesto: la polaca Czerwinska y el sueco Östros, que tienen el 4,6% y el 3,5%, respectivamente. Francia es la única incógnita que queda por resolver, ya que los de Emmanuel Macron aún no han desvelado su apoyo claro por ningún candidato.

Moncloa sostiene que Calviño es la candidata "idónea"

Desde el Gobierno de Pedro Sánchez, aún no lanzan las campanas al vuelo, pero tildan la noticia del apoyo belga como "buena" y "un paso adelante en el proceso de elección del próximo presidente de este órgano internacional". En Moncloa que la candidatura de la vicepresidenta primera es fuerte y consideran a la responsable actual de Economía es "la persona idónea" para ocupar una plaza tan relevante en una institución europea de tanto peso como el BEI. "En todo caso, seguimos siendo prudentes", remarcan dichas fuentes.

La economista española se erigió como candidata a liderar el BEI en Europa el pasado mes de agosto, más allá de su papel como experta financiera en el Gobierno nacional y, a cada paso que da, parece estar más cerca de conseguirlo. Dada su fuerte trayectoria en el Gobierno español y su anterior papel en Europa, es más que probable que Calviño vuelva a encauzar su destino hacia el plano internacional en el arranque de 2024 para presidir el BEI y, por tanto, se produzca una nueva remodelación del Ejecutivo español en los próximos meses. La pista principal que se ha dejado ver en la conformación del mismo es la propia división de la cartera de Economía, con una escisión que ha recaído en José Luis Escrivá, actualmente encargado de la parte de Transformación Digital.

En un escenario en el que Calviño resulte elegida por los ministros de Finanzas europeos, se mantendría como máxima portavoz económica del Gobierno español hasta el 31 de diciembre y, acto seguido, el 1 de enero de 2024, despegaría hacia su nuevo puesto: la presidencia del BEI.