Nadia Calviño, actual vicepresidenta primera del Gobierno central en funciones, podría dar el salto próximamente a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI). El Ejecutivo de Pedro Sánchez, según ha adelantado El País este viernes, ha formalizado su candidatura para liderar una de las instituciones económicas clave del mundo.

Esta decisión estaría motivada no sólo por su relevante peso dentro de Moncloa durante esta última legislatura, sino también por haber ocupado altos cargos en la Comisión Europea y en el Fondo Monetario Internacional (FMI). En la misma medida, Calviño continúa siendo la presidenta del Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC, por sus siglas en inglés). Cabe recordar que también fue propuesta, bajo su título de ministra de Economía, para presidir el Eurogrupo en verano de 2020, pese a que, finalmente, el irlandés Paschal Donohoe fue el candidato electo. 

Después de que en esta legislatura se haya consolidado la presencia de España a nivel europeo con ejemplos como la excepción ibérica, ahora, en materia económica, el Gobierno ha fijado como prioridad aumentar su influencia en los organismos con más peso de la Unión Europea. Y es que la presentación de Nadia Calviño es clave, en especial cuando el BEI nunca ha contado con una presidencia española y que, en estos momentos, competirá con otros cargos de relevante nivel tales como la vicepresidenta de la Comisión Europea Margrethe Vestager, o el exministro de Finanzas italiano, Daniele Franco, quien estuvo en el gobierno de Mario Draghi. Cabe sumar las candidaturas que se postulan a la misma carrera de Teresa Czerwinska, vicepresidenta del BEI y antigua ministra de Finanzas de Polonia entre 2018 y 2019; además de Thomas Ostros, exministro de Asuntos Financieros, de Educación y de Comercio en Suecia. Todos ellos competirán para tomar el mando del puesto que actualmente ocupa Werner Hoyer. 

Las candidaturas se oficializarán el próximo 17 de agosto y, posteriormente, los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea se reunirán entre el 15 y 16 de septiembre en Santiago de Compostela para votar al que será el presidente o presidenta de esta institución. En esta cumbre también se encontrarán con sus homólogos de los distintos países miembros de la CELAC y, paralelamente, se abrirá de nuevo el debate de las reglas fiscales dentro del bloque comunitario, aunque el nombramiento final se dará a conocer, previsiblemente, en el mes de octubre, ofreciendo un periodo extenso de tiempo para que Calviño mantenga sus cargos en funciones.

Calviño no sólo aterrizó en Moncloa, bajo el mandato de Pedro Sánchez, como una líder fuerte, sino por su trayectoria, que ya venía de lejos en Europa, y por sus extensos conocimientos económicos. Fue en 2018 cuando asumió la cartera de Asuntos Económicos bajo un perfil independiente aunque con especial relación con el PSOE y, desde entonces, su ascenso ha sido aplaudido por Bruselas por asumir la interlocución entre el Gobierno de España con la Comisión Europea.

El papel del Banco Europeo de Inversiones a nivel global

El BEI se fundó allá por 1958 y, desde entonces, ha contado con siete presidentes distintos, ninguno de ellos una mujer ni de nacionalidad española. En el hipotético caso de que la candidatura de España llegue a materializarse en la realidad, sería todo un “hito” para el país y para el Gobierno central.

Desde su sede en Luxemburgo, se han fraguado multitud de medidas de relevante peso en la geopolítica europea, tales como las transacciones energéticas y digitales derivadas por la guerra entre Rusia y Ucrania.

Desde el Gobierno, consideran que su perfil es “clave” para reforzar la presencia española en entidades de tal calado como es el BEI, considerado una de las mayores instituciones financieras no sólo de Europa, sino del mundo. Siguiendo la huella que ha dejado en esta legislatura la dirección de Pedro Sánchez, también esperan que la vicepresidenta primera pueda trasladar un mandato de “desarrollo de transición verde y digital justa” para la autonomía europea.

En la misma dirección, si Calviño llega a ocupar la presidencia del BEI, se sumaría a otros cargos de máxima relevancia que ocupa España en otras entidades económicas: Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) desde 2018; José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea; y Pablo Hernández de Cos, en el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.