Se estrenaba en rueda de prensa desde el cuartel general del PSOE la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos. Nadia Calviño, protagonista principal de la campaña que dibujan los socialistas para contrarrestar el relato del PP, ha mantenido un encuentro en Ferraz con los responsables programáticos del partido para dar las primeras pinceladas al que será el vademécum de la formación para la campaña electoral. El brazo derecho de Sánchez en el Ejecutivo, que renunció a integrarse en las listas, ha urgido a Alberto Núñez Feijóo a que defina sus planes para la Economía, designe a un responsable y debata con ella sobre las “cosas del comer”.

Carpetazo a la polémica con las candidaturas. Ya son cosa del pasado. El PSOE se lamió el sábado las heridas tras el conato de rebelión de los barones frente a los aderezos de Ferraz en las planchas. Críticas que fueron convirtiéndose en un cierre de filas de los barones en torno al presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas. El propio Pedro Sánchez liquidó la polémica con su intervención en el Comité Federal. Unidad para una campaña electoral en la que los socialistas focalizarán sus máximos esfuerzos en desnudar el relato del Partido Popular, potenciando el “Nadia conta Nadie” planteado por el jefe del Ejecutivo. ¿Cómo? A base de economía, de datos, personificándolo en la gestión de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño.

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Desde el minuto uno, el PSOE ha orientado su campaña hacia la batalla por el relato. Los socialistas entendieron que la derrota el 28 de mayo no era sino una evidencia de que el Partido Popular se había hecho con el dominio argumental de la batalla. Sánchez puso encima de la mesa seis ‘cara a cara’ con el líder de la oposición, para contraponer modelos y desnudar los argumentos de una derecha anquilosada en el mantra de la hecatombe económica. Distopía que en Ferraz pretenden contrarrestar a base de datos, concediendo un papel protagónico a Nadia Calviño. Ya lo deslizó el jefe del Ejecutivo en su intervención del sábado, acuñando el “nosotros tenemos a Nadia, ellos no tienen a nadie”. Una píldora que marcará la campaña de los socialistas.

Calviño, junto con otros destacados miembros del gabinete de Sánchez, estaba citada en el cuartel general del PSOE para dar las primeras pinceladas a un programa electoral que a día de hoy sigue siendo poco más que un bosquejo. Ni tan siquiera la vicepresidenta, que debutaba en el atril de Ferraz, ha avanzado ni el más mínimo detalle de las interioridades -aunque fueran económicas- del documento programático. Todo lo contrario, la ministra de Asuntos Económicos ha optado por elevar la presión al PP, siguiendo las directrices del jefe del Ejecutivo.

Deberíamos tener ese debate específico cuanto antes”, ha asegurado la ministra de Economía, percutiendo en la que han identificado como una de las debilidades del Partido Popular. Calviño ha urgido a los conservadores a que pisen el acelerador y definan su política económica para, así, contraponerla frente a un modelo que “funciona, es responsable y trae más prosperidad y bienestar a los ciudadanos y a las empresas”.

“Ya saben cuál es nuestro modelo”, ha reiterado la vicepresidenta primera a lo largo de su intervención, no sin remarcar la “urgencia” que comporta un ejercicio de contraste de ideas en materia económica. “Son las cosas del comer”, apostillan emisarios socialistas tanto en público como en privado, insinuando las flaquezas de la acción política de sus principales adversarios, con un discurso ahormado en torno a la “destrucción por la destrucción”. Calviño ha lamentado que los conservadores sólo han jugado la baza de “derogar, derogar y derogar”, pero sin profundizar en las alternativas. “No sabemos ni quién ni qué no para qué. Estamos en contacto con ellos para tratar de aclararlo y confrontar cuanto antes”, ha rematado.

Tándem en Moncloa

La responsable de la cartera Económica del Gobierno se ha mostrado “ilusionada” tras un encuentro para “orientar” el programa de los próximos cuatro años. Sin embargo, Calviño optó por no concurrir a las elecciones y mantener su perfil de estrecha colaboradora. “Son decisiones personales. No tiene nada que ver con mi compromiso con el Gobierno”, se aventuraba a explicar la vicepresidenta primera, antes de sentenciar que Sánchez es la “persona indicada para liderar” el país.

Desde el entorno de la vicepresidenta primera justifican que lo importante no es si Calviño va o no en las listas del PSOE, sino en el “tándem” que ha conformado durante estos cuatro años con el presidente del Gobierno. “Eso es lo verdaderamente relevante”, comentan en círculos del Ministerio de Asuntos Económicos, donde además explican que es ella la que ha desgranado el contenido de la reunión de este lunes al tratarse de cuestiones puramente “económicas”.

Los datos respaldan al Gobierno

Para confrontar la propuesta socialista a la aún desconocida del PP, la principal responsable de la economía durante esta legislatura ha hecho un recorrido por los datos económicos que avalan la gestión del Gobierno de coalición. Calviño ha ensalzado la reducción del déficit, que se espera alcance el 3% un año antes de lo previsto, y la deuda pública en un contexto de aumento de gasto para hacer frente a las consecuencias de la pandemia y de la guerra de Ucrania. En este sentido, se ha preguntado cómo tiene pensado reducir la deuda el PP mientras aplica las bajadas de impuestos que anuncia a bombo y platillo.

“Bajar la deuda a la par que se bajan los impuestos quiere decir recortes del Estado del Bienestar, que es lo que hemos venido viviendo con los Gobiernos del Partido Popular”, ha explicado. O bajar impuestos, política que solo beneficia a los que más tienen, o invertir en medidas sociales para redistribuir la riqueza, no pueden realizarse las dos simultáneamente si se pretende reducir la deuda y el déficit como reclama Bruselas.

La vicepresidenta también ha hecho referencia al crecimiento económico. Todos los organismos nacionales e internacionales, desde la AIReF al Banco de España y recientemente la OCDE, han elevado las previsiones de crecimiento del PIB para este 2023 y ya todas se sitúan en el entorno del 2%. El valor, según el medidor en tiempo real de la autoridad fiscal, ya ha recuperado los números de antes de la pandemia y, tras el 5,5% con el que cerró el 2022 y el 0,5% del primer trimestre de 2023, se encamina a uno de los avances más abultados de la eurozona.

La ministra de Asuntos Económicos no se ha olvidado de los datos de empleo y la inflación, dos aspectos que llevan dando alegría al Ejecutivo desde hace muchos meses. Los últimos datos laborales recogen una afiliación a la Seguridad Social superior a los 20,8 millones, lo que supone la cifra más alta de la historia del país, y un paro reducido hasta los 2,7 millones, el dato más bajo desde 2008. Todo ello, además, con una subida de más de 300 euros del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y un aumento de los indefinidos, con la correspondiente caída de la temporalidad, propiciado por la reforma laboral.

En cuanto a inflación, el último dato reduce el precio de la vida hasta el 3,2%, el dato más bajo desde julio de 2021. Mientras la media de la eurozona se sitúa en un 6,1%, España destaca positivamente y marca el tercer dato más bajo, solo por detrás de Luxemburgo (2%) y Bélgica (2,7%). Así, se sitúa muy cerca de la exigencia del 2% implantada por Banco Central Europeo (BCE) para cesar las subidas de tipos de interés. “Frente a la política económica responsable y coherente del Gobierno, está la nada”, ha resumido Calviño, preguntándose “¿qué propuesta tiene el Partido Popular?”.