La inflación se desploma casi un punto en mayo y se sitúa en el 3,2%, el dato más bajo desde julio de 2021. El leve repunte experimentado en abril, que devolvió el valor del 3,3% de marzo al 4,1%, se ve fuertemente compensado en el quinto mes del año gracias a la moderación del precio de los alimentos y al desplome de los carburantes. Además, la inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- continúa con su senda descendente y cae otro medio punto hasta situarse en el 6,1%, dato más bajo desde el verano de 2022.

El dato adelantado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para mayo, que deberá ser confirmado el 13 de junio, es nueve décimas inferior al del mes pasado y 5,5 puntos menor que el del mismo mes de 2022. España mantiene su fuerte ritmo de reducción del Índice de Precio de Consumo (IPC) y se sigue destacando del resto de países de su entorno, manteniéndose como una de las economías con los datos de inflación más bajos de la Unión Europea (UE).

Así, después del terremoto generado por la cita electoral y por la convocatoria anticipada de elecciones, los datos económicos, que no responden de esta lógica, siguen dando alegrías a un Gobierno en funciones que se prepara para el 23 de julio. El Ejecutivo podrá continuar sosteniendo su estrategia de reducción de los precios durante algo menos de dos meses, si la campaña se lo permite a las dos formaciones que lo conforman, hasta situar el IPC español en valores situados en torno al 2% deseado.

Los precios cayeron de nuevo en mayo, dando una alegría al Ejecutivo, que no ha dudado en celebrarlo. “La inflación cayó en nueve décimas y la subyacente aceleró su caída y baja en cinco días gracias a la moderación de los alimentos y la caída de los carburantes”, ha celebrado Nadia Calviño, la todavía ministra de Asuntos Económicos.  “Los datos de inflación de mayo confirman la eficacia de las medidas del Gobierno, la moderación de los precios de los alimentos y la caída de los carburantes”, ha añadido, celebrando que esta situación “posiciona a nuestro país como uno de los que tiene la inflación más baja de la Unión Europea”.

“La inflación media se sitúa ya en el entorno del 3% e incluso por debajo si tomamos el IPC armonizado (IPCA) -que se utiliza para medir los precios a nivel comunitario- con Europa”, ha recalcado la también vicepresidenta, que se sitúa en el 2,9%. España se convierte en una de las pocas economías que se aproxima a la pretensión del Banco Central Europeo (BCE), cuyo principal objetivo es situar el índice de precio comunitario en el 2%. Hasta ese momento, el organismo no detendrá sus subidas progresivas de los tipos de interés, que comenzó en el verano de 2022 y sitúa ya el precio del dinero en el 3,75%.  

El IPC cae, a la espera de los alimentos

Después de más de un año de subidas del coste de vida, el IPC llegó alcanzar sus valores récord del 10,8% en julio de 2022, ocho puntos por encima de la cifra registrada en julio de 2021 (2,9%). Lejos queda ya el pasado verano y, desde aquel momento, las caídas han sido de gran magnitud. Cinco puntos en cinco meses consiguió reducir el Gobierno el IPC, para cerrar el año, con las medidas aprobadas.

Desde comienzos de año la línea ha variado su progresión. A la fuerte caída de más de un punto de diciembre le siguieron leves ascensos (una décima por mes) en enero y febrero. En marzo, gracias a la caída interanual de la energía fruto de la guerra de Ucrania, el índice se desplomó casi tres puntos y, tras un ascenso de ocho décimas en abril, en mayo estabiliza su valor en el entorno del 3%, algo no recordado desde el verano de 2021.

Estos datos han permitido a España situarse como una de las economías europeas con la inflación más bajas y entre las grandes la que mejor situación atraviesa desde hace muchos meses, sin ninguna duda. El próximo jueves se conocerá el dato del conjunto de la eurozona, después de hacerse públicos este miércoles los de economías como Francia, Alemania o Italia, momento en el que podemos ver la comparativa entre países de la zona euro.

¿Y la cesta de la compra?

Para conocer la evolución de los precios de los alimentos, que desde el Ejecutivo aseguran se ha moderado, habrá que esperar aún dos semanas (hasta el 13 de junio), momento en el que el INE dará a conocer el dato definitivo. Por el momento, las últimas cifras con las que se cuenta, correspondientes al mes de abril, sitúan el valor en un elevado 12,9%. Cabe destacar que el pasado mes el valor ya cayó más de tres puntos y medio, desde el 16,5%, y la esperanza es que suceda lo mismo en mayo, aunque es complicado que se reproduzcan caídas tan sustanciales (aunque podría suceder).

No obstante, ahora habrá que esperar a ver si las empresas, que habían señalado al encarecimiento de los carburantes y la energía como justificación de la subida desmedida de precios de consumo, ahora reducen en la misma medida el coste para los ciudadanos. Durante este periodo, a pesar de que negaban la mayor, dispararon sus beneficios, como evidencian sus cuentas de resultados, mientras mantenían los salarios congelados y las negociaciones con los sindicatos paralizadas, asegurando que “no era el momento” y que el tejido empresarial lo estaba pasando sumamente mal. El patriotismo enarbolado desapareció desde hace años, ahora queda la duda de si retorna con la caída del IPC o queda ya suplantado totalmente por la sinvergonzonería.