El terremoto generado por los resultados de las elecciones municipales y autonómicas ha traído múltiples reacciones políticas, pero ninguna tan importante como la que el presidente del Gobierno ha comunicado este lunes. Desde el Palacio de la Moncloa, Pedro Sánchez ha recogido el guante de la ciudadanía y ha anunciado la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales para el próximo 23 de julio. Órdago del líder del PSOE, que no ha querido desperdiciar ni un segundo y, evitando paliativos, a puesto fin al primer Gobierno de coalición de la historia de España.

Sánchez aleja las acusaciones que previsiblemente llegarían por parte de la derecha, señalando al presidente por no asumir responsabilidades. Además, amaina los ánimos de la maquinaria socialista después de la pérdida de territorios muy importantes y, lo que es más importante, pilla al espacio a la izquierda del PSOE con el pie cambiado y poco tiempo para conseguir una unión, diez días concretamente, que ha sido imposible en meses de negociación. Movimiento milimétrico de Sánchez que pretende movilizar a la izquierda, poniéndola entre la espada en pared y haciendo coincidir los comicios con la formación múltiples Gobiernos municipales de PP y Vox.

Díez días tendrán todos los partidos y coaliciones para preparar una campaña electoral que se promete más encarnizada que la que se ha superado hace apenas dos días. No dará tiempo a cuestionar el liderazgo de un Sánchez que ya ha puesto la máquina electoral a máxima potencia para aglutinar el máximo voto progresista posible aludiendo al tan deseado voto útil. Además, el PSOE no llega tan tocado como puede desprender la pérdida de poder político. De hecho, los cálculos socialistas sitúan la suma PP-Vox en los 162 escaños, extrapolando los datos municipales, lejos de la mayoría absoluta (176). Si bien es cierto que la izquierda ha perdido los Ejecutivos de gran parte de las autonomías, la distancia de porcentaje de voto y número de votantes es mucho menor de lo que podría creerse.

Un 3% separa a PSOE y PP

Lo cierto es que, a pesar de que la lógica d’Hondt ha inclinado la balanza del lado de los populares en la mayoría de los territorios, la distancia total de votos que los separa se sitúa en el entorno del 3%. El PP obtuvo un 31,5% de lo votos de las elecciones municipales, seguido de cerca por el 28,1% de los socialistas, poco más de tres puntos que Sánchez pretende acortar con la movilización de la izquierda y el robo de voto a sus competidores del espectro.

Siete millones de votos cayeron en la cesta de los populares y algo menos de 6,3 millones fueron a parar a listas socialistas. Todo ello con una participación bastante más baja que la registrada en 2019. 22.704.234 acudieron a la cita con las urnas este domingo, un 63,9% del censo, por debajo del 65,2% registrado hace cuatro años, momento en el que casi 300.000 personas más acudieron a votar. Un 36% del censo de estos comicios ha decidido abstenerse, lo que deja un caladero grande de voto disponible para aquellas formaciones que creen que pueden convencerles.

El PP se hace con los Gobiernos autonómicos

El PP se ha aupado también con la victoria, a nivel de votos, en la mayoría de CCAA. Del total (17), en diez los populares han conseguido más votos: Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla y León, Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia, Baleares, La Rioja y Murcia. El PSOE, por su parte, con Canarias, Castilla – La Mancha, Extremadura, Asturias y Cataluña, suma cinco. No obstante, este domingo, más allá de los comicios locales que llamaban a toda la población, tan solo se celebraban elecciones autonómicas en 12 territorios. En estas, el PSOE gana cuatro autonomías y el PP ocho. No obstante, la victoria no tiene porque trasladarse en Gobiernos.

Tan solo se han producido tres mayorías absolutas que garantizan la mayoría monocolor de un partido y, en consecuencia, el Gobierno en solitario. Para el PP, la Comunidad de Madrid, que seguirá gobernada por Isabel Díaz Ayuso, y La Rioja, donde Gonzalo Capellán asumirá el Ejecutivo. Del lado socialista, Emiliano García Page ha mantenido la absoluta de Castilla - La Mancha y seguirá liderando en solitario la autonomía durante cuatro años más. En los nueve territorios restantes, el partido que pretenda gobernar deberá llegar a pactos con otras formaciones.

En seis de ellos el PP llegará al poder de la mano de Vox, que ya ha anunciado que pedirá representación en el Gobierno. En Aragón, PP (28) y Vox (7) superan la mayoría (35) por un escaño. Lo mismo sucede en Cantabria donde, tras la caída de Revilla, PP (15) más Vox (4) superan los 18 escaños de mayoría. En Comunidad Valenciana (40 más 13), Baleares (25 más 8) y Murcia (21 más 9) ocurrirá más de lo mismo tras haber superado en todas estas la mayoría absoluta en conjunto de forma holgada.

Además, las dos formaciones podrán gobernar también en Extremadura al sumar un escaño más que el bloque de izquierdas, a pesar de que el ganador de las elecciones ha sido el PSOE. Más allá de la absoluta de Page, los socialistas solo podrán gobernar en Asturias gracias a la revalidación de Adrián Barbón, que necesitará del apoyo de Convocatoria Por Asturias (3) y Podemos (1) para alcanzar la mayoría absoluta (23) por la mínima.

Las dudas se ciernen en dos Comunidades Autónomas. Por un lado, en Canarias el PSOE es el claro vencedor, pero los 19 escaños obtenidos y el aporte del resto de fuerzas (9) no es suficiente para que el bloque de izquierdas gobierne, al situarse la absoluta en los 31. A la derecha aparece Coalición Canaria que con 19 escaños previsiblemente gobernará con el apoyo del PP (15).

La otra disyuntiva se sitúa en Navarra, donde UPN se ha alzado con la victoria (15), pero el aporte de PP (3) y Vox (2) no bastaría a la derecha. Sin embargo, a pesar de que la izquierda sí suma para gobernar, la socialista María Chivite (11) necesitaría, entre otras fuerzas, de EH Bildu (9), lo que deja en el aire la situación, más teniendo en cuenta la polémica instaurada en estos momentos en torno a la formación independentista. 

En las cinco autonomías restantes no se han celebrado elecciones, al llevar tiempos diferentes. De estas, dos de ellas están gobernadas por fuerzas independentistas, País Vasco por el PNV y Cataluña por Esquerra Republicana (ERC). Castilla y León se mantiene bajo el control del polémico gobierno bicolor del PP y Vox, el primero de este tipo y ejemplo para los que se conformarán en las próximas semanas. Las dos restantes, Andalucía y Galicia, continúan regidas por las mayorías absolutas del PP.

El PP gana el doble de capitales de provincia

A nivel local las plazas más importantes, por peso en el territorio y número de habitantes, son las capitales de provincia. En este aspecto, el PP ha experimentado un gran avance tras estas elecciones y consigue alzarse con la victoria, independientemente de los Gobiernos que puedan conformarse con la lógica electoral, en 28 plazas. Duplican los populares al PSOE, que ha salido vencedor de 14 capitales de provincia. La formación de Alberto Núñez Feijóo ha conseguido hacerse con la totalidad de las capitales de la Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, Asturias, Cantabria, Madrid, Baleares, La Rioja y Murcia. Por su parte, el PSOE tan solo consigue el control de todas las capitales en Canarias.

En el resto de autonomías existe división. En Galicia el PP se alza con la victoria en todas las capitales a excepción de Ourense, donde Democracia Ourensana es la fuerza más votada. En Castilla y León se aventajan los socialistas con cinco capitales, dos de los populares, una de Izquierda Unida y otra de Por Ávila. En Andalucía el PP se lleva todos los feudos (siete) a excepción de Jaén, que aguanta como bastión socialista. Castilla – La Mancha cae del lado del PSOE con un tres (Guadalajara, Cuenca y Toledo) a dos (Albacete y Ciudad Real).

En autonomías con un voto clásicamente independentista o regionalista, el PSOE consigue alzarse con tres (Lleida, Girona y Tarragona) capitales catalanas y cede por muy poco Barcelona a Trías. En País Vasco el reparto se produce entre PNV y EH Bildu, dos a uno, respectivamente, y en Navarra sale victorioso Unión del Pueblo Navarro, que se alza con Pamplona. Las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, también han caído del lado de los Populares.

A nivel municipal, el PP también obtiene los mejores resultados. En España existen aproximadamente 8.100 municipios y los de Núñez Feijóo han conseguido la mayoría absoluta en 462 (5,71%), por los 437 (5,4%) que PSOE ha ganado holgadamente. En mayorías relativas los populares también aventajan a los socialistas con 1.460 municipios (18%) frente a 1.279 (15,8%).