El Banco Central Europeo (BCE) mantiene su estrategia antiinflacionista y ha aprobado una nueva subida de los tipos de interés. En esta ocasión, la autoridad europea ha reducido la marcha y sitúa el avance en los 25 puntos básicos. Una vez finalizada la reunión, el índice que determina el precio del dinero se coloca en el 3,75% tras sufrir el incremento previsto.Esta es la séptima subida consecutiva desde que en julio se aprobase el avance inicial, pero es la primera vez que el organismo presidido por Christine Lagarde aminora la subida por debajo de los 50 puntos básicos.

“Las perspectivas de inflación siguen siendo demasiado altas durante demasiado tiempo”, justifica el BCE en el comunicado oficial emitido. “La inflación general ha disminuido en los últimos meses”, reconoce el Consejo de Gobierno, “pero las presiones subyacentes sobre los precios siguen siendo fuertes”, señala como principal causa de la decisión tomada este jueves. Además, aseguran que las decisiones futuras propiciarán que las tasas futuras serán lo "suficientemente restrictivas" para garantizar que el objetivo del 2% de inflación en la eurozona se alcance y sostenga. 

Los últimos datos disponibles sitúan la inflación europea en un 7%, tras una leve subida de una décima entre marzo y abril, y la subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- en el 5,6%. Si bien los datos son diferentes en cada uno de los Estados, ninguno está cerca en las dos variables de alcanzar el objetivo planteado, menos aún en conjunto, por lo que pueden esperarse más subidas futuras.

Además, la autoridad bancaria defiende también su estrategia asegurando que las pasadas subidas de tipos “se están transmitiendo con fuerza” a las condiciones monetarias y de financiación de la zona del euro, mientras que “los retrasos y la intensidad de la transmisión a la economía real siguen siendo inciertos”, reconociendo así que el efecto de las subidas de tipos podría tardar en llegar a la economía real. 

Confirmadas las previsiones que señalaban que, debido a la presión sobre la economía y la inestabilidad financiera, la subida se aminoraría a los 25 puntos, la autoridad europea deja claro que seguirá adelante con esta estrategia si los valores de inflación no se reducen. No obstante, los crecimientos que comenzaron en julio con saltos de 75 puntos, y no redujeron su valor hasta diciembre, relajan su avance, emulando la decisión que este miércoles tomó la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), aprobando una subida 25 puntos básicos hasta el rango objetivo de entre el 5% y el 5,25%.

Finalmente, el tipo de interés para las operaciones de refinanciación se situará en el 3,75%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 3,25% y la de facilidad de préstamo el 4%, según se desgrana en la decisión del BCE. Con esta séptima subida consecutiva, el precio del dinero se sitúa en su nivel más alto desde octubre de 2008 a la espera de la próxima decisión de la institución, que tendrá lugar el próximo 15 de junio.

Hipotecas por las nubes

La decisión del BCE llega en un momento en el que las hipotecas y el principal índice al que se referencian, el Euríbor, están disparados. La decisión tomada por el organismo es determinante, ya que, el índice al que se indexan los préstamos hipotecarios, a su vez, depende de los tipos de interés. El Euríbor cerró abril en el 3,757% de media, afectado directamente por el rally alcista que la autoridad económica comenzó hace casi un año, y los valores diarios superan ya el 3,8%, acercando el índice al 4%.

El incremento del Euríbor afecta únicamente a las hipotecas de tipo variable, en referencia a las ya constituidas; sin embargo, para los préstamos de nueva definición el avance del valor es una mala noticia, ya que, se ven golpeados independientemente del tipo elegido, puesto que el fijo siempre por encima del variable y ambos se sitúan ya en cifras históricas.

 Atendiendo a la media reflejada en abril (3,757%), una familia que disponga de una hipoteca variable a 25 años por valor de 180.000 euros y un diferencial del 1% más Euríbor, verá como la cuota de hipoteca aumenta en torno a 350 euros al mes tras la revisión. La cuantía total pasará de los 659 euros a los 1.010 euros, aproximadamente, o, lo que es lo mismo, 4.200 euros más al año. Con las mismas condiciones, una hipoteca de 300.000 euros de capital pendiente de amortizar y 25 años pendientes de pago, una familia tendría que asumir un encarecimiento mensual de unos 580 euros, lo que supone en torno a 7.000 euros al año adicionales.