La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha acordado este miércoles subir los tipos 0,25 puntos, elevándolos hasta el 5,25%, alcanzando máximos de 2007. Con esta subida ya son diez los ascensos consecutivos puestos en marcha desde que en marzo de 2022 el banco central de Estados Unidos se embarcara en su lucha contra la inflación y pusiera fin por segunda vez en menos de 20 años a los tipos cero. No obstante, por primera vez en trece meses, el comunicado emitido por el organismo presidido por Jerome Powell no recoge la frase de que podrían ser apropiadas un ajuste adicional. Así, se abre la puerta a la pausa con la que ya se había especulado en el mercado.

Pese a que el documento de la Reserva Federal asegura que el sistema bancario de Estados Unidos “es sólido y resistente”, el Consejo de Gobierno de la Fed asume los riesgos que se puedan presentar en el horizonte: “Es probable que las condiciones creditivas más estrictas para los hogares y las empresas pesen sobre la actividad económica, la contratación y la inflación. La extensión de estos efectos siguen siendo inciertos”.

“El Comité estaría preparado para ajustar la postura de la política monetaria según corresponda si surgen riesgos que podrían impedir el logro de los objetivos del Comité”, añade el comunicado, señalando entre estos últimos el mantener a raya el índice de precios de consumo (IPC) y la consecución del pleno empleo.

Esta última subida de tipos se produce en pleno contexto de turbulencias por la quiebra del Silicon Valley Bank y sus efectos sobre otros bancos del país y de Europa, como Credit Suisse, así como la compra de First Republic Bank tras su colapso por JP Morgan. Esta entidad fue una de las primeras en caer en Estados Unidos desde el momento en el que empezaron las turbulencias en el sector a nivel internacional. La entidad contaba, a fecha 13 de abril, con 229.100 millones de dólares (alrededor de 208.325 millones de euros al cambio) en bienes totales y 103.900 millones de dólares (alrededor de 94.481 millones de euros) en depósitos.

Biden promete calma

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha reafirmado el mensaje de calma y tranquilidad para el sector después de que JP Morgan salvara los depósitos del First Republic Bank con su compra. Así, Biden ha prometido que el sistema bancario está “sano y salvo” tras el último colapso: “Estas acciones van a garantizar que el sistema bancario esté sano y salvo, y eso incluye proteger a las pequeñas empresas de todo el país que necesitan pagar las nóminas de los trabajadores”.

La economía de Estados Unidos experimentó un crecimiento anualizado del 5,1% de su PIB en el primer trimestre de 2023 frente al 6,6% del último tramo de 2022, según ha informado la Oficina de Análisis Económico (BEA). En cuanto al mercado estadounidense, este creó 236.000 empleos durante el pasado mes de marzo, por lo que el paro bajó una décima hasta el 3,5%, manteniéndose así cerca de la tasa mínima de desempleo registrada en enero, cuando llegó a situarse en el 3,4%.

Por su parte, el índice de precios de gasto de consumo personal, la variable preferida por la Fed para monitorizar la inflación, se situó en marzo en el 4,2% interanual, nueve décimas por debajo del mes anterior. La tasa mensual registró una expansión del 0,1%, dos décimas menos.

El turno del BCE

Será este jueves cuando llegue el turno del Banco Central Europeo (BCE), que tiene el ciclo de subidas retrasado respecto a la Reserva Federal de Estados Unidos. Así, se espera que continúe su recorrido unos meses más pero, a diferencia con lo que ocurre en el país norteamericano, la inflación de la eurozona rebotó una décima en el mes de abril, situándose en el 7%.

Las últimas seis reuniones del Consejo de Gobierno de la autoridad económica europea se han zanjado de la misma manera, con una subida de tipos de interés que encarece el precio del dinero. Y, además, este encuentro entre los máximos mandatarios del BCE se produce después de que el Banco de España haya confirmado este miércoles que el Euríbor, índice principal al que se referencian las hipotecas y que dependen de los tipos establecidos por BCE, ha cerrado el mes de abril en un 3,757% de media.

La última subida de marzo, igual que las tres anteriores, fue de 50 puntos básicos, moderando los incrementos iniciales de 75 puntos y situando el precio del dinero en el 3,5%. Las turbulencias bancarias producidas por la caída del Credit Suisse y la presión creciente soportada por las familias y pequeñas empresas endeudadas no frenaron la marcha del BCE, que zanjó los rumores y previsiones que pronosticaban una subida de 25 puntos básicos, dejando claro que la reducción de la inflación es la prioridad. Ahora, las estimaciones también sitúan el incremento en el 0,25%, pero habrá que esperar a la decisión final.