Capítulo final del microrrelato que ha narrado la crisis exprés del PSOE. O no. A última hora de la tarde del viernes saltó la liebre en Ferraz y en las diferentes federaciones a costa de la confección final de las listas para las elecciones generales. El Comité Federal de este sábado se auguraba un día de cuchillos largos, a juzgar por las quejas de diferentes barones ante las imposiciones de la Ejecutiva en las candidaturas. Tensiones habituales que, pese a su cotidianeidad en momentos así, han pasado desapercibidas. De hecho, tanto en público como en privado, el desfile de los líderes territoriales a su llegada a la sede se ha convertido en un via crucis de lamentos previos a la intervención de Pedro Sánchez y a la posterior ratificación de las planchas por unanimidad.

Este sábado se preveía un Comité Federal tranquilo para el Partido Socialista. Nada más lejos de la realidad. El PSOE se congregaba en el cuartel general para dar el visto bueno al presupuesto de campaña y a unas listas electorales que han levantado más ampollas de las esperadas. Cierre de filas, pero con matices, con constantes llamadas a la unidad después de que cuatro territorios (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Valencia) se levantaran en armas ante la injerencia de Madrid en sus candidaturas. Imposiciones, según denuncian, que en mayor o menor grado se corrigieron en la tormentosa tarde de este pasado viernes, cuando todo estalló.

Hay multitud de ejemplos en la historia democrática de tensiones entre el aparato y sus baronías, pero no por ser habitual es menos llamativo y menos tras los resultados de unas municipales y autonómicas que han abierto algunas brechas. Las hostilidades comenzaron después de que el Comité Federal de Listas no refrendara la propuesta de la federación castellanomanchega de situar a Sergio Gutiérrez como cabeza de cartel por Toledo. Idénticas situaciones se replicaban en Castilla y León, Aragón y la Comunitat Valenciana, aunque, a diferencia de Castilla-La Mancha, los cambios de Madrid sí se mantendrán en estos territorios.

Lamentos e indignación

Pese a convencer a Ferraz para mantener a su número uno, Emiliano García-Page ha optado por no asistir al Comité Federal. Tampoco ha acudido a la llamada de Sánchez un Javier Lambán, aún presidente en funciones de Aragón, que ha madrugado para explicar su malestar a través de redes sociales. “Los socialistas de Zaragoza y Teruel elaboramos democráticamente unas magníficas candidaturas al Congreso y al Senado. Lamento mucho que los ciudadanos de esos territorios no vayamos a tener oportunidad de votarlas”, escribía el barón aragonés en su perfil oficial de Twitter.

En un tono similar se ha expresado el líder de los socialistas en Castilla y León, Luis Tudanca. A su paso por los aledaños de la sede del PSOE, el jefe de la oposición en el Parlamento autonómico verbalizó sin tapujos su profundo “malestar” ante las injerencias de la Ejecutiva Federal. “No lo oculto”, se jactaba ante una colmena de micrófonos y cámaras de televisión. “Vuelvo a repetirlo, estoy defraudado e indignado”, continuó el secretario general del partido en el mencionado territorio.

A pesar de su “decepción”, Tudanca ha optado por transmitir las explicaciones pertinentes “dentro del Comité Federal”. “Es mi manera de entender el partido”, ha precisado el dirigente socialista en Castilla y León, quien también ha afeado la ausencia tanto de Page como de Lambán. Lamenta que no es la primera vez que los barones castellanomanchego y aragonés protagonizan los titulares del Comité Federal por no acudir a la llamada del PSOE. “Hay que dar la cara y expresar la opinión en los órganos del partido”, ha rematado.

En este sentido, ha subrayado que el Partido Socialista es una formación democrática, en la que siempre hay cabida al “debate”. Momento en el que ha recordado que han estado en las puertas del cuartel general “en momentos muy complicados, duros y difíciles”, además de en los buenos. Pese a todo, ha aclarado que ha acudido al cónclave del PSOE consciente de que España “se juega muchísimo y si alguien lo sabe bien” son los que llevan un año “sufriendo” un Gobierno de coalición PP-Vox.

Carpetazo a la polémica

Precisamente uno de los protagonistas indirectos de la polémica, Sergio Gutiérrez, tampoco ha ocultado su descontento con los métodos de la dirección federal. El secretario de Organización del PSOE en Castilla-La Mancha y, finalmente, número uno por Toledo ha subrayado que el 23J es vital por “lo que está en juego”, que no sino una batalla por mantener el despliegue de “políticas públicas fuertes que protejan a la ciudadanía”. No obstante, ha admitido que todo el proceso de conformación de listas ha dejado “sinsabores” que era “posiblemente evitables”.

“Seguramente el proceso de candidaturas se podría haber elaborado mejor, y se podría haber respetado al cien por cien el conjunto de las candidaturas propuestas por las agrupaciones provinciales, pero lo realmente importante de las siguientes elecciones es centrarnos en las políticas y no en los nombres”, ha precisado Gutiérrez, quien ha recalcado que en el foco han de situarse las “necesidades de la gente” en lugar de cuitas orgánicas. “Los ciudadanos quieren ver a sus partidos pensando en cómo resuelven sus problemas y cómo hablan de soluciones”, ha agregado el secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha. En cualquier caso, admite que un proceso de desarrollo de candidaturas siempre deja “pelos en la gatera e insatisfacciones”.

 Ximo Puig ha escogido la misma vía que Gutiérrez. Ha sido un inconveniente, pero hay que mirar al futuro. Esa ha sido la máxima a la que se ha aferrado el presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, donde también se han sentido los influjos de Ferraz. A pesar de mantener los cambios, el líder valenciano ha preferido dejar atrás la controversia y pensar en clave unitaria, asumiendo el discurso de Sánchez, para frenar al creciente frente conservador.

Lo importante para Puig es el “proyecto”, no las personas. Así lo ha transmitido a su llegada al cuartel general del Partido Socialista, donde ha subrayado que estos comicios serán definitivos para dirimir el progreso o el retroceso del país. El president en funciones aboga por la sincronía de voces para que Pedro Sánchez vuelva a liderar el Ejecutivo. En cualquier caso, ha asegurado que tiene “la conciencia muy tranquila”.

Desde el entorno del president sí admiten, en cambio, que se han sentido deslegitimados por la dirección federal. Voces autorizadas de la delegación valenciana reconocen que la injerencia de Ferraz ha sentado mal entre sus filas, pero entienden que cada cual tiene su propia perspectiva y optan por no hacer más leña del árbol caído.

Por su parte, fuentes próximas a la dirección federal intentaban aplacar el incendio y argumentan que estas polémicas no son beneficiosas para nadie. “Ni para el partido ni para los candidatos”, apuntalan desde el entorno de la Ejecutiva socialista, aduciendo que ha habido tiempo de sobra para negociar. A pesar de todo el ruido, no creen que se haya perjudicado a nadie y menos a una persona como Puig, a quien identifican como uno de los resortes más leales a Pedro Sánchez.

En definitiva, el Partido Socialista ha dado luz verde a todas las planchas y lo ha hecho por unanimidad. Así lo han anunciado desde la propia formación. Una respuesta coral que, sumada a las constantes llamadas a la unidad -incluso por parte de los barones afectados- entierra el malestar y las ausencias de los sospechosos habituales. Capítulo cerrado.