Teresa Ribera es una de las figuras políticas más relevantes de Europa en materia de transición ecológica y lucha contra el cambio climático. Como vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la dirigente socialista ha liderado las políticas verdes que han situado a España como un referente en el continente y en el mundo. 

Su trayectoria profesional y política la avalan como una experta en medio ambiente, energía y desarrollo sostenible, con una visión global y una capacidad de diálogo y consenso con los diferentes actores sociales, económicos y políticos.

Teresa Ribera nació en Madrid en 1969 y se licenció en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid. Desde muy joven se interesó por el ámbito ambiental y se especializó en Derecho Internacional y de la Unión Europea. Su carrera profesional comenzó en el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, donde ocupó diversos cargos relacionados con la gestión del agua, la biodiversidad y el cambio climático. En 2004 fue nombrada directora general de Cambio Climático y posteriormente secretaria de Estado de Cambio Climático, siendo la responsable de la negociación internacional y la política nacional en esta materia durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras dejar el gobierno en 2011, Teresa Ribera continuó su labor como experta y asesora en diversas instituciones internacionales, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o el Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), del que fue directora entre 2014 y 2018. También participó en varios foros y redes de alto nivel sobre cambio climático y desarrollo sostenible, como el Consejo Asesor Global de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Panel de Alto Nivel sobre el Pacto Mundial del Medio Ambiente o el Consejo Asesor de la Iniciativa de Transparencia Climática.

Vuelta a la política de la mano de Pedro Sánchez

En 2018, Teresa Ribera regresó al gobierno de España como ministra para la Transición Ecológica, a propuesta del presidente Pedro Sánchez, quien le otorgó su máxima confianza tras su papel en la anterior legislatura, en la que logró aprobar medidas clave como el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética o el anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados. Además, Teresa Ribera fue la encargada de organizar la Cumbre del Clima de Madrid (COP25) en 2019, que se celebró en tiempo récord tras la renuncia de Chile a acogerla por la crisis social que vivía el país.

En 2020, Teresa Ribera fue nombrada vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ampliando sus competencias a la cohesión territorial y el reto de la despoblación. Desde este cargo, Teresa Ribera ha impulsado la recuperación verde como una oportunidad para transformar el modelo económico y social de España, aprovechando los fondos europeos Next Generation EU. Asimismo, ha reforzado el liderazgo de España en el ámbito europeo e internacional, defendiendo una mayor ambición climática y una mayor cooperación multilateral. Teresa Ribera es, sin duda, una de las líderes verdes de Europa, que ha sabido combinar la ciencia, la política y la ética para hacer frente a los desafíos ambientales y sociales del siglo XXI. Su trabajo ha sido reconocido con numerosos premios y distinciones, como el Premio Cambio16 a la Mejor Gestión Pública, el Premio Ecovidrio a la Personalidad Ambiental del Año, el Premio de la Fundación Renovables a la Trayectoria Profesional o el Premio de la Asociación Española de Fundaciones a la Mejor Iniciativa Filantrópica. Teresa Ribera es, además, una mujer comprometida con la igualdad de género y la diversidad, que ha impulsado la participación y el empoderamiento de las mujeres en el ámbito ambiental.

Entre los principales retos de Teresa Ribera se encuentran la implementación de las medidas previstas en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que implican cambios estructurales en el sistema energético, el sector industrial, el transporte, la agricultura y la fiscalidad; la ejecución de los proyectos financiados con los fondos europeos Next Generation EU, que requieren una coordinación eficaz entre las administraciones públicas, el sector privado y la sociedad civil; la consolidación del liderazgo de España en el ámbito europeo e internacional, que supone defender una mayor ambición climática y una mayor cooperación multilateral, especialmente con los países más vulnerables al cambio climático; y la articulación de una respuesta integral al reto demográfico, que aborde las causas y consecuencias de la despoblación, el envejecimiento, la baja natalidad y la migración