A las 00.00 horas de este jueves, es decir, esta noche, entrará en vigor la medida restrictiva más importante de las que, hasta el momento, ha adoptado la Xunta de Galicia, desde que a mediados de junio se convirtiera en la primera Comunidad Autónoma en estrenar la nueva normalidad. Toda la región pasa al nivel 2 de restricciones.

La decisión, además de servir para resaltar titulares en medios de comunicación, es importante por lo que conlleva. En concreto, significará que desde la próxima media noche se visualizarán una serie de consecuencias relacionadas con la movilidad de la ciudadanía, los encuentros entre personas y la apertura y aforo de los locales de hostelería.

Esta mañana, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, explicaba en rueda de prensa en qué consiste la vuelta a ese nivel 2 acordada en la reunión celebrada ayer por parte del comité clínico que impulsa el Servizo Galego de Saúde, Sergas.

El responsable autonómico en materia sanitaria también informó de que se limitan las reuniones a un máximo de 5 personas en el conjunto de la Comunidad Autónoma.

García Comesaña, que compareció ante los medios con la plana mayor de su Consellería, es decir, con los responsables técnicos, directores generales y gerentes de la Sanidad gallega, Saúde Pública y Sergas, reconoció el incremento importante de positivos. En esa subida justificó las medidas como necesarias para frenar la expansión del coronavirus. Además, circunscribió esa mala tendencia, sobre todo, “a ámbitos familiares y de confianza”.

En realidad, el conselleiro enmarcó las nuevas medidas en un reforzamiento de las ya existente. Precisamente, llamó la atención el hecho de que la limitación de las reuniones a cinco personas, en el caso del concello de Santiago y en la localidad de Milladoiro (Ames), la restricción es todavía más contundente porque los encuentros solo podrán ser de personas convivientes.

La decisión sobre Santiago no es baladí, puesto que es la ciudad universitaria por excelencia de Galicia, de ahí que junto a la anterior medida, desde esta noche, adquiera gran relevancia que, tanto la capital de Galicia, como Milladoiro, pasan al nivel 3 de restricciones de aforos y a la limitación de reuniones a convivientes se suma el cese de la actividad en interior de bares y cafeterías.

El responsable autonómico también señaló que en los concellos Ourense y Barbadás continúan las mismas restricciones, con algunas novedades en la movilidad de Verín, Oimbre y Vilardevós, así como en otros municipios de la misma provincia.

Curiosamente, mientras se celebraba esta rueda de prensa, casi paralelamente el presidente gallego trataba de justificar en la sesión de control en el Parlamento la adopción de la medida que entra en vigor esta misma noche y que afecta al conjunto de toda la región.

Feijóo, entre Madrid y Galicia

No lo tuvo fácil Alberto Núñez Feijóo, incluso con momentos de tensión con diputados de BNG y PSdeG. Pero no tanto porque los partidos de la oposición se posicionen en contra de las restricciones, sino por el hecho de que desde hace unos días es un claro defensor de las controvertidas políticas para frenar la pandemia adoptadas (o no) por su homóloga madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

En este nuevo papel, Feijóo justifica los desplantes de la presidenta madrileña al Gobierno central y sus iniciativas contra el Covid que ponen en entredicho desde la comunidad científica, al tiempo que en Galicia adopta decisiones que van en la dirección contraria, por ejemplo, en la limitación de la movilidad. Ello siempre con el argumento de que cada región tiene su idiosincrasia.

De hecho, esta mañana muchos vieron una contradicción en una de sus intervenciones en el Parlamento gallego entre lo que hace en un sitio y lo que opina en otro, al asegurar que “nos va a tocar a todos sacrificar parcelas de libertad, pero el bien que tenemos que proteger por encima de cualquier consideración es la vida de las personas".

Eso en el marco de una sesión que ha sido de todo menos tranquila. Uno de los instantes más tensos se vivió con las referencias a las residencias de mayores y su papel en esta pandemia. El PP, con su mayoría, impidió hace semanas la creación de una comisión que investigue las muertes en estos centros.

Hoy, Feijóo, aludió de manera directa a la portavoz del Bloque Nacionalista Galego, al aseverar que "es el momento para desterrar comportamientos incívicos, sin demagogias señora Pontón”. A continuación, confesó que su padre falleció en una residencia, añadiendo que por eso conoce bien el dolor que provoca una muerte en un centro de este tipo.