Ya se sabía, pero es algo que gusta y mucho a los partidos políticos, es decir, anunciar a los cuatro vientos que “por unanimidad” o “incomparecencia”, al que será su nuevo/viejo (no por edad) líder para los próximos años. En realidad, si todo fuera más sencillo, también resultaría más barato, porque una vez que no hay rival se nombra al presidente de la formación y éste, a su vez, designa a los integrantes de su equipo.

Y esto sin pensar en aquello de que ‘lo barato sale caro’, que desde que las cajas con apellido de letra no pululan con la libertad de los años en que se borraban los vídeos de seguridad, el pecunio es más escaso para estas “mamandurrias”, como diría la otrora lideresa madrileña, Esperanza Aguirre.

Si hay un partido personalista es el PP de Galicia. Lo fue con Fraga y ahora (bueno, desde hace 17 años) lo es con Feijóo. Y los personalismos, con sus egos y todo, precisan proclamar de todas las maneras posibles que no hay rival para el líder supremo… por lo menos en el Fogar de Breogán.

Así ha quedado hoy mismo de manifiesto, con la entrega de las 6.119 firmas que, junto al hecho de no haber más aspirantes, determinan la continuidad de Alberto Núñez Feijóo en la presidencia del PPdeG. En el número de rúbricas también hay marketing político. La reelección del de Os Peares estaba cantada, pero esos 19, o los 9 últimos hilando fino, parecen otorgarle al hecho en sí una credibilidad que no tendrían si se tratase de 6.200 o 6.500. Los números redondos no venden realidad. Sin embargo, esos 9 últimos afiliados firmando…

Su partido lo ha anunciado este jueves. Lo sabía todo el mundo, pero la comisión creada por el propio Feijóo y formada solo por mujeres tiene que tener contenido, de ahí que hoy hayan informado de este hito con fotografía de las firmas incluida.

Imagen de las primera página de las firmas recogidas que avalan a Feijóo como presidente del partido.

El presidente, que seguirá siéndolo de los ‘populares’ gallegos, acercaba -o eso dicen desde su formación- él en persona esos respaldos, añadiendo que pone a disposición de su partido la “experiencia y compromiso” adquirido en todos estos años. No obstante, la frase más televisiva es, sin duda, la que hace referencia al motivo de volver a presentarse: No es “por lo que hice, sino por lo que queda por conseguir”.

El 17 de julio en Pontevedra el XVII Congreso del PP de Galicia le proclamará presidente de nuevo. En ese instante explicará qué le queda por lograr después de 17 años al frente de la Xunta y de revalidar por quinta vez su liderazgo en el partido a nivel regional, no en vano, muchos le pueden decir aquello de que ‘tiempo ha tenido’ para conseguirlo.

Lo que es evidente es que en su tierra, Feijóo no tiene rival. Y hasta el 4 de mayo, parecía no tenerlo tampoco en el resto de España, donde en muchos territorios lo veían como el próximo candidato del PP a la presidencia del Gobierno, previa parada en la dirección de la formación a nivel nacional.

Pero esos comicios del mes pasado en Madrid alumbraron a una nueva estrella mediática, política y populista: Isabel Díaz Ayuso. Casado nunca fue contrincante para el máximo dirigente gallego y, seguramente, tampoco lo sea la actual presidenta madrileña. Sin embargo, esta sí se ha convertido en una piedra en un camino que se antojaba plácido.

Este sábado, Madrid volverá a ser el centro de España y España entera será Madrid, aunque no lo sepa (como diría Rosa Díez). Seguramente se verán muchas banderas rojas (las de la Comunidad con sus siete estrellas) y no hay que descartar un alarde de rojigualdas. Pablo Casado, el eterno aspirante que ahora es como esa liebre de la que se sirve el atleta que busca lanzar la carrera para lograr un récord, no faltará a la cita. Algún que otro medio da por hecha la presencia de barones regionales del PP. Probablemente, Feijóo también acuda.

En esta ocasión, la agenda no le otorgará excusa y no tiene prevista reunión alguna con el Papa Francisco. De nuevo, podrá hacer alarde de su poder, en los corrillos, con sus otros homólogos regionales del PP.

Sabe que los medios de comunicación se fijarán en él… y también en la ultraderecha, cuyos dirigentes están invitados y ocuparán zona VIP.

Por eso, quizás haya que estar pendientes de la meteorología porque, si bien no se espera un tiempo especialmente malo, las danas o las tormentas veraniegas aparecen sin avisar y cuando uno menos se lo espera.