El presidente de Vox, Santiago Abascal, busca retratar y poner contra la espada y la pared a Alberto Núñez Feijóo con una moción de censura contra el Gobierno de Pedro Sánchez abocada al fracaso. Lo que hasta ahora eran suposiciones ahora es una declaración de intenciones. Así lo ha puesto de manifiesto la formación ultra este lunes tras registrar el texto en el Congreso de los diputados en una rueda de prensa en la que ha intentado esconder a su formación de esta iniciativa parlamentaria en beneficio de la democracia y la independencia que dice representa su candidato Ramón Tamames. Y es que el líder ultra ha asegurado que elegir al economista como cara visible responde a un intento de desmarcarse del partidismo en pos del buen hacer político en la Cámara baja al tiempo que ha presionado al Partido Popular.
"No tengo ninguna preocupación en que (Tamames) haga planteamientos que no sean de Vox. Si quisiéramos que fuera el programa de Vox habría subido yo", ha sostenido sobre el discurso que dará su candidato a la presidencia, antes dirigente del Partido Comunista, después de asegurar que no pueden "esperar sentados ni con los brazos sentados" a que Sánchez "termine de demoler el Estado". Todo mientras ha vuelto a cercar al Partido Popular de Feijóo en su postura ya que, a su juicio, el dirigente popular tendrá que poner de manifiesto en el debate de la moción si está a favor "del peor gobierno de nuestra historia", apoyado por "golpistas", "independentistas" y que ha convertido el Congreso "en un lupanar", o con Tamames. Dos opciones que no gustan en Génova y que así es conocido por los ultras.
Vox se desmarca
Tres meses más tarde de amenazar con una moción de censura, Vox ha registrado finalmente en el registro del Congreso al medio día de este lunes 27 de febrero el texto con el que van a intentar "retratar al Gobierno". "No vamos a fingir normalidad democrática, como que aquí no pasa nada frente al peor Gobierno de nuestra historia", ha comenzado justificando Santiago Abascal la presentación de esta posibilidad parlamentaria contra el Ejecutivo, a quien ha tildado de mentiroso, culpable de pactar "con los enemigos de España", implantar "estados de alarma ilegales", "asaltar las instituciones", "llamar a la inmigración ilegal" o la inseguridad, así como de tener como socios a golpistas que "han intentado robarnos la nación", entre otras muchas acusaciones.
Aunque todos estos puntos reflejan las bases del programa y la existencia de la formación de ultraderecha, el portavoz de Vox ha pretendido desmarcar sus siglas de esta moción, que esperan que se debata a comienzos de abril para intentar hacer coincidir las elecciones generales con las municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. "No podemos esperar sentados ni con los brazos cruzados. No vamos a esperar a que Sánchez termine de demoler el Estado, la nación o si se decide a ir ya a la secretaría general de la OTAN, porque es lo único que le preocupa", ha sostenido antes de asegurar que el partido de extrema derecha "lo ha intentado todo para hacer oposición" en el parlamento, a través de manifestaciones o con las dos mociones que ya ha presentado en lo que va de legislatura.
Abascal cerca a Feijóo
Esto le ha valido para justificar que, aunque "comete errores", nadie podrá decir que Vox "ha permanecido de brazos cruzados", "mirando para otro lado mientras destruye la democracia" o "que no cumple". De esta forma, Abascal ha sostenido que el paso adelante de presentar una moción en solitario responde a la falta de movimiento por parte del resto de formaciones de la Cámara con la que se han puesto en contacto. De hecho, ha asegurado que ofrecieron al Partido Popular que fuera Feijóo quien liderara esta censura al Ejecutivo de Pedro Sánchez que pidió también Ciudadanos y mostraron su apoyo sin ningún tipo de condicionantes en pos de la democracia. Algo que, véase el resultado, no ha prosperado y ha hecho ponerse de perfil a Feijóo de nuevo, lo que ha centrado los reproches de Moncloa, Ferraz y Podemos.
"La primera moción no solo votó en contra, posicionándose con el Gobierno, sino que hizo un discurso de demonización con el aplauso de Pablo Iglesias. Algunos seguimos aquí", ha dicho en referencia a las palabras que pronunció el entonces presidente popular Pablo Casado durante el primer intento de desbancar a la coalición por parte de Vox hace ya dos años. Abascal, además, ha asegurado que esta iniciativa está alejada del "cálculo político" al tiempo que evitan declarar si consideran que le va a pasar factura electoral tal y como apuntan desde el resto de la derecha. "No pensamos si nos va a dar o quitar votos. Se ha pronosticado el fin de Vox, que perdería la mitad y obtuvo 52 diputados", ha dicho sobre la primera iniciativa.
Con todo, el presidente ultra ha asegurado que "no ha tirado la toalla" con el PP, a quien ha vuelto a tender la mano mientras ha llamado a sus dirigentes a "reflexionar". "Nuestras manos tendidas ha sido respondidas con desprecio. La portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha dicho que están más cerca del PSOE que de Vox. Los españoles quieren una alternativa pero el PP no está reflexionando. Si el PP hubiese presentado a Tamames los medios de comunicación estarían aplaudiendo y nosotros apoyándolo sin poner palos en las ruedas", ha sostenido un Abascal que ha apelado, al estilo Isabel Díaz Ayuso, a poner al dirigente popular entre la espada y la pared. Según sus palabras, Feijóo tendrá que explicar a los españoles si está al blanco o al negro. "O Sánchez o Tamames", ha manifestado.
"Amigos de Putin y Maduro"
Así, Abascal ha presentado a Tamames como un candidato con "experiencia, independencia y compromiso para convocar elecciones el 28 de mayo" al tiempo que ha dicho de él que "encarna la concordia y la unión por encima de partidismos", que dice ha sido "atacada por el sectarismo del gobierno". Sobre las críticas a la moción, Abascal ha manifestado estar "sorprendido" por la cantidad de "ataques" que dice está recibiendo y que la ha convertido en la "más denostada y demonizada" por parte de los detractores, que ponen el foco en que "no va a salir porque no hay votos", mientras su única intención es "retratar al Gobierno".
"No tenemos ninguna duda de que se va a retratar cuando se debata con los enemigos de España, amigos de Putin y Maduro y una docena y media de diputados que han convertido el congreso en un lupanar. Ese es su apoyo", ha sostenido antes de contraprogramar la equidistancia del Partido Popular, quien ha asegurado que esta estrategia va a insuflar aires nuevos al Ejecutivo en pleno año electoral. "Algunos dicen que esta moción fortalece al Gobierno, no creemos que sea así pero si les parece que se puede hacer una oposición mejor, mejor que la moción tenga el apoyo de más diputados", ha dicho en un mensaje directo hacia Feijóo.
Abascal, que ha puesto encima de la mesa la posibilidad de intentar acelerar el proceso para la calificación de esta iniciativa llevando el texto en mano a la mesa este martes, ha llamado a tratarla de la misma forma que el resto, de las que dice "se han debatido entre los 5 y los 30 días siguientes a la presentación". Esto llevaría los plazos como máximo a la primera semana de abril para poder hacer coincidir el discurso de Tamames con el tope para disolver las cortes y crear un superdomingo electoral, como dice Abascal se ha comprometido su candidato. Cabe destacar que Tamames, de 89 años, no ha acudido al registro de la Cámara baja ni ha participado en la rueda de prensa.