La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han logrado llegar a un acuerdo para poner fin a la guerra comercial de Estados Unidos contra la Unión Europea que se viene prolongando desde comienzos de marzo, según fuentes oficiales del Ejecutivo comunitario. Con este acuerdo, pactado en Turnberry (Escocia), salvan la amenaza del mandatario estadounidense que dio a Bruselas hasta el 1 de agosto o de lo contrario impondría un 30% de aranceles generalizados sobre las producciones europeas a partir de ese momento, aunque la UE ha aceptado finalmente el arancel del 15% a sus exportaciones.
Good to be in Scotland to meet @POTUS for discussions on transatlantic trade today.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) July 27, 2025
The EU-US trade relationship is the world’s biggest.
I look forward to our talks ↓ https://t.co/pMWoCCwycn
Previo a la reunión, este sábado el mandatario estadounidense se mostraba públicamente optimista en torno a las posibilidades de llegar a un entendimiento. En una rueda de prensa antes de partir hacia Escocia, afirmó: “Creo que la Unión Europea tiene una oportunidad muy buena de alcanzar un acuerdo. Hay mucho dinero en juego. Mucho dinero”.
Sin embargo, también matizó que las probabilidades reales de alcanzar un acuerdo se sitúan en torno al “50%, o quizás menos”. “Será un acuerdo en el que tendrán que reducir sus aranceles, ya que ahora mismo están al 30%, y quizá tengan que reducirlos. O podrían dejarlos como están, pero tienen muchas ganas de llegar a un acuerdo”, adelantaba el presidente, quien criticó nuevamente las trabas comerciales que, a su juicio, la UE impone a los productos estadounidenses, especialmente a través del IVA.
Trump también mencionó el reciente acuerdo alcanzado con Japón como ejemplo de un proceso exitoso, que terminó con aranceles del 15% para los productos nipones. “Yo diría que teníamos un 25% de posibilidades con Japón y siguieron insistiendo y llegamos a un acuerdo. Japón está aportando 550.000 millones de dólares. Es mucho dinero. Y también está pagando aranceles”, expresó, dejando entrever que un resultado similar podría alcanzarse con Europa. “Quizá consigamos esto con la UE. Quizá no, pero tenemos el derecho de entrar y comerciar”, remarcó.
"Seguir empujando" a un acuerdo
Después de que el presidente estadounidense tensara nuevamente la cuerda advirtiendo de que impondría aranceles del 30% a productos europeos en caso de no llegar a un acuerdo, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, instaba desde Bruselas a “seguir empujando” para alcanzar un acuerdo con Estados Unidos que ponga fin a la guerra arancelaria impulsada por la Administración Trump. No obstante, advirtió de la necesidad de “no pecar de ingenuos” y mantener preparada una segunda ronda de contramedidas europeas ante un posible fracaso de las negociaciones.
A su llegada a la reunión de ministros de Comercio de la Unión Europea, Cuerpo defendió los esfuerzos de la Comisión Europea para cerrar un pacto con Washington antes del nuevo plazo fijado por el presidente estadounidense, Donald Trump: el 1 de agosto. “Todavía es posible llegar a un acuerdo”, defendió el ministro, al tiempo que reconoció que hay avances “sustanciales” en las últimas semanas.
Sin embargo, subrayó que la UE debe ser precavida y estar lista para actuar. “Debemos tener las medidas de reequilibrio preparadas por si el escenario negociado que deseamos no se materializa”, señaló, en referencia a las represalias europeas en respuesta a los aranceles que la Casa Blanca amenaza con imponer a partir de agosto.
Trump volvía así a tensar la cuerda este fin de semana al advertir que aplicaría aranceles del 30% a productos europeos si no se alcanzaba este acuerdo. En respuesta, Bruselas anunció que prolongará la suspensión de su primera tanda de represalias, valorada en 21.000 millones de euros, hasta el 1 de agosto para dar margen a la negociación. Ese paquete, que incluye sanciones a productos estadounidenses como maquinaria, bebidas alcohólicas y textiles, estaba listo desde abril, pero su entrada en vigor había sido pospuesta como gesto de buena voluntad.