Los primeros días de la búsqueda de apoyos para la investidura de Pedro Sánchez tiene varios nombres propios, y no es solamente el del secretario general del PSOE y desde este martes candidato oficial para conformar un futuro gobierno. En las horas iniciales desde el pistoletazo de salida tras la votación fallida de Alberto Núñez Feijóo se ha comenzado a dar forma a los líos políticos del bloque favorable de los que ya habían escuchado algunos ecos, incluso desde hace meses. Y es que mientras el presidente en funciones intenta atar los síes de sus posibles socios, las guerras internas de Sumar, las posiciones de Junts per Catalunya o la "llave" de Coalición Canaria cobra protagonismo. Todo mientras el PP acusa a Francina Armengol de "pervertir" este proceso constitucional no poniendo fecha en 48 horas desde la designación.

Los partidos de Sumar exigen presencia en la coalición

El encargado de mostrar la postura de los fucsias tras la reunión con Sánchez no ha sido en esta ocasión ni Díaz ni tan siquiera su portavoz, Marta Lois, sino el secretario de Estado de Derechos Sociales y portavoz económico de Sumar, Nacho Álvarez. Un hombre de la cúpula más cercana a la dirigente que además proviene de las filas de Podemos, lo que podría servir para contentar a los morados en su cuota de presencia en los ministerios. "Como saben ustedes, llevamos, Sumar y el PSOE, casi dos semanas negociando. Lo hemos hecho con discreción, avanzando en una agenda territorial. No puede ser, en cambio, que el próximo acuerdo de coalición del Gobierno no tenga un programa ambicioso, así que en eso seguiremos empeñados", ha asegurado ante los medios para apuntar a las "grandes diferencias" que dicen -también Díaz- todavía hay con los socialistas.

Pero Sumar no es solo Yolanda Díaz sino una agrupación de más siglas -teóricamente- en consonancia. Los partidos que lo conforman -y que evidenciaron sus distancias con cinco representantes distintos y distintos planteamientos ya en la primera rueda de prensa en sede parlamentaria- reivindican su papel y quieren llevarse parte de la tarta. Los más sonoros son los de Podemos, que quieren clavar a Irene Montero en el Ministerio de Igualdad como parte indispensable de su alianza con el PSOE y en consonancia con la política feminista que ha emprendido la anterior coalición. La versión oficial es que el reparto de ministerios no está encima de la mesa pero las ambiciones parten de estos puntos, así como de un plan de varias medidas a impulsar con sello morado, especialmente enfocado en vivienda y elevar el salario mínimo.

Izquierda Unida también quiere su hueco y "lógicamente reclamará formar parte del Gobierno". Así lo ha sostenido esta misma semana la portavoz de la federación, Sira Rego, en sendas entrevistas y ante la prensa antes de señalar que la formación también ha planteado cinco propuestas para que estas formen parte del acuerdo de coalición, que van desde "un plan de trabajo garantizado" hasta una ley contra la España vaciada o un plan nacional contra la sequía. Los de En Comú Podem piden menos de puerta para afuera y aseguran que el baile de sillones "no toca ahora", aunque tampoco se quedan de perfil. "Tenemos interés en participar de este gobierno. No es cuestión siquiera de ambición, es de nuestro ADN. Nos gusta gobernar, gobernamos bien y obviamente aspiramos a seguir haciéndolo", ha manifestado Aina Vidal, portavoz de los comunes a elDiario.es. 

Díaz ha tenido especial relación con Más Madrid pero estos asimismo han planteado sus propios intereses para el acuerdo programático con el PSOE, en materia de jornada laboral o en sanidad. Incluso han ahondado en la solicitud de cartera en el próximo gobierno pese a no haberlo evidenciado con manifestaciones públicas por parte de Mónica García o de su equipo, como sí ha ocurrido en otras. De hecho, los de la líder de la oposición de Isabel Díaz Ayuso lograron una ventaja dentro de las filas fucsias en las listas con puestos en el pódium del tercer y cuarto asiento. Así, buscan permutar la portavocía adjunta en la Cámara Baja con un ministerio, que podría ser para la propia García como titular de Sanidad. Este salto a la política nacional estaría, a priori, avalado por la dirigente de Sumar.

Junts no se fía del PSOE

Si hay un asunto que está sonando por encima de la propia investidura es la negociación que ha emprendido el PSOE con Junts per Catalunya para garantizar su voto favorable y que pasa especialmente por el desarrollo de una ley de amnistía. Para ello, y para todas las conversaciones con el arco parlamentario del Hemiciclo al completo, los socialistas han creado una comisión negociadora con Sumar conformada por siete personas más el propio presidente como parte de su compromiso por ahondar en el diálogo tanto con los de Yolanda Díaz como con el resto. Sin embargo, para las cuestiones relacionadas con Cataluña, Sánchez va a contar con Salvador Illa, primer secretario del PSC, un nombre que no genera mucha confianza en los nacionalistas catalanes.

Tanto el secretario general de Junts, Jordi Turull, como el expresident Carles Puigdemont han manifestado este jueves su recelo a que sea el líder de los socialista catalanes quien vaya a llevar las negociaciones, especialmente después de la reunión que mantuvieron el presidente del Gobierno y el secretario catalán en la sede del PSOE de Ferraz. Un encuentro en el que ambos se comprometieron precisamente a llevar de la mano las conversaciones. Así lo han asegurado tras la cita fuentes del partido, que han afirmado que Sánchez mantendrá un trato constante con Illa a lo largo de este mes. "Los contactos entre el secretario general del PSOE y el primer secretario del PSC continuarán durante las próximas semanas de forma permanente", han señalado a través de una nota de prensa.

Pero los independentistas no se fían y han recuperado rencillas del pasado para justificarlo. "Me parece que eso de dar protagonismo a quien engañó a Junts el día antes del pacto de la vergüenza en Barcelona para impedir que Xavier Trias fuera alcalde es una manera muy extraña de demostrarnos que son de fiar", ha afirmado Turull a través de un mensaje en Twitter, ahora llamada X. Unas palabras que han encontrado el beneplácito del propio Puigdemont, que ha evidenciado su recelo en el mismo sentido y ha secundado su posicionamiento. "Jordi Turull hace bien al recordar las razones por las cuales Salvador Illa no podrá ser nunca un interlocutor válido para generar confianza", ha dicho el eurodiputado, elevando la tensión de los diálogos en el marco de la investidura.

Ante este encontronazo transmedia, Illa no ha querido participar del cruce de declaraciones. "No voy a entrar en eso. No busco ningún protagonismo", ha dicho también este jueves en una entrevista en Catalunya Ràdio en la que ha reivindicado los números de las elecciones. "Que el PSC obtuvo los resultados que obtuvo y tiene el peso que tiene en la política catalana es una obviedad para todo el mundo", ha añadido el que fuera ministro de Sanidad dejando de lado la referencia de Turull a lo sucedido con la alcaldía de Barcelona, para la que Jaume Collboni consiguió reunir a contrarreloj los apoyos de los comunes de Ada Colau y del PP de Daniel Sirera para arrebatar la alcaldía a Junts.

CC se abre a apoyar a Sánchez

Pero los catalanes no han sido los únicos en pronunciarse y mover el camino de la investidura. También lo han hecho desde Coalición Canaria, partido que ahora se ha abierto a apoyar al candidato el PSOE con el objetivo de relegar a Junts a un simple "actor secundario" de la arítmetica. Eso sí, lo que no ha variado es su postura sobre la posible ley de amnistía, que consideran "inmoral". Así lo ha dicho este jueves el presidente del Gobierno de Canarias y dirigente de esta formación, Fernando Clavijo, que ha evidenciado el cambio de posición al respecto de Sánchez tras dar su "sí" a Feijóo hace tan solo una semana y que ya colocó la portavoz y única diputada en el Congreso, Cristina Valido, este mismo lunes.

Valido recordó que para CC sigue estando dentro de línea roja Sumar aunque sin romper su motus propio de ser un partido bisagra. Ahora Clavijo ha ahondado en esto. "Coalición Canaria está en disposición de convertir a Junts en un actor secundario. Así, el voto afirmativo de Junts dejaría de ser relevante", ha sostenido el dirigente canaria en un desayuno informativo este jueves, en el que ha detallado que, hasta el momento, nadie le ha contactado por parte del PSOE de cara a apuntalar su apoyo. "España no está condenada a depender de su voto", ha agregado quien ya cerró con el PP un acuerdo con la "agenda canaria" en el centro de sus exigencias para poder apoyarle. Asimismo, Clavijo también ha dicho que mientras Puigdemont tiene la "llave de la investidura", ellos cuentan con "el llavín de la gobernabilidad".

"La llave se introduce en una cerradura para abrir o cerrar la puerta y el llavín hace exactamente lo mismo, solo que más pequeñito y nosotros somos más pequeñitos", ha explicado con una curiosa alegoría. De esta forma, el presidente canario -por cierto, de la mano del PP- ha recalcado que "lo importante" no es que haya investidura, sino el objetivo de esta y sus cuentas ya que serán necesarios "todos los días, todos los votos" para la gobernabilidad del país. "¿Va a ser posible eso? Tendremos que saberlo, pero no les quepa la menor duda, nosotros vamos a estar donde siempre, con la estabilidad y con la confianza", ha sostenido. Los neoconvergentes han confirmado en las últimas horas que su voto será "sí" o "no", en ningún caso la abstención.