Junts ha anunciado que descarta la abstención en la investidura de Pedro Sánchez y votará sí o no, dejando así sin efecto el posible apoyo de Coalición Canaria. Los catalanes quieren atajar así las especulaciones respecto a la posibilidad de que la investidura del socialista salga adelante con el apoyo de los canarios y la abstención de su propio partido.

Los negociadores de Puigdemont han informado a sus interlocutores socialistas de que sus siete diputados independentistas optarán por un sí o por un no, en función de si se llega a un acuerdo, pero que en ningún caso Pedro Sánchez puede contar con la abstención de Junts para ser investido porque consideran que es una opción que no piensan entrar a valorar.

Esta postura, de sí o no, ya la mostraron los catalanes en el momento en el que se necesitó su apoyo para lograr que Francina Armengol fuese presidenta del Congreso de los Diputados. Aquí los posconvergentes aseguraron que tenían claro que o votaban todos a favor a la primera o todos en contra, pero no jugarían a que fuesen solo unos cuantos diputados los que diesen el sí mientras otros se abstuviesen para así forzar una segunda votación.

Para ser investido y reelegido presidente del Gobierno, Sánchez necesita un acuerdo entre PSOE y Sumar, así como el apoyo de ERC, PNV y EH Bildu. Pero, a mayores, el líder socialista requiere de los votos de los siete diputados de Junts, que le hagan superar la barrera de los 176 escaños. Coalición Canaria también juega un papel importante en la ecuación, ya que si su única diputada vota a favor, algo a lo que se han abierto recientemente y tras haber apoyado a Alberto Núñez Feijóo en su turno la pasada semana, a Sánchez le valdría con la abstención de los nacionalistas catalanes liderados por Puigdemont.

Illa, clave en la negociación

Después de que los socialistas aseguraran este miércoles que Sánchez iba a mantener un “contacto permanente” con Salvador Illa, primer secretario del PSC, para tratar los temas relativos a Cataluña que entren en la negociación, como es la amnistía y el referéndum, dos de las exigencias que exigen los catalanes y que el PSOE tienen reticencias en abordar.

Pero que Illa juegue un papel clave en la negociación no ha gustado a Junts. Tanto el expresident como el secretario general, Jordi Turull, han expresado públicamente su enfado. Por un lado, Puigdemont ha asegurado que Illa “no podrá ser nunca un interlocutor válido para generar confianza” en las gestiones para la investidura y, por su parte, Turull ha afirmado que “dar protagonismo” a “quien engañó a Junts el día antes del pacto de la vergüenza en Barcelona para impedir que Xavier Trias fuese alcalde” es “una manera muy extraña de demostrar que son de fiar”.

No obstante, los dirigentes catalanes han asegurado desde el inicio de las conversaciones para la investidura que el acuerdo entre el PSC y los comuns con el Partido Popular que llevaron a Jaume Collboni a la alcaldía de Barcelona en contra de Xavier Trias no influye en las negociaciones a nivel nacional, pero es algo que evidentemente no se les ha olvidado. “El PSC no pinta nada y no hablaremos nada con ellos porque la investidura la negociamos con el PSOE”, han zanjado desde Junts.

Puigdemont consulta a las bases

En línea a la negociación, Puigdemont confirmó este miércoles su decisión de dejar en manos de las bases del Consell de la República bloquear o no la investidura de Sánchez. Los afiliados del Consell podrán votar en una consulta telemática si Carles Puigdemont y los partidos independentistas deben “bloquear” la investidura que se debatirá en el Congreso de los Diputados próximamente.

Esta pregunta se someterá a votación entre los días 17 y 23 de octubre, y tendrán derecho a voto todos los inscritos en el organismo creado tras la fuga del de Junts.