Menos de 24 horas ha tardado Pedro Sánchez, líder del PSOE y candidato designado por el rey Felipe VI para presentarse a la investidura, en iniciar las negociaciones con las fuerzas parlamentarias para atar los apoyos que le aúpen de nuevo como presidente del Gobierno. Si Felipe VI le hacía el encargo a medio día del pasado martes, Sánchez ha empezado la ronda de contactos en la mañana de este miércoles, y lo ha hecho con la vicepresidenta segunda en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz. Ya ayer remarcaba su compromiso para que su investidura fuera “real” y no fake como la del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

En el marco de este compromiso, el presidente del Gobierno en funciones se ha reunido en la tarde de este miércoles con el líder del PSC, Salvador Illa, en la sede del partido en la calle Ferraz de Madrid. Tras esta reunión, el partido ha asegurado que Sánchez mantendrá “contacto permanente” con el primer secretario del PSC durante las próximas semanas: “Los contactos entre el secretario general del PSOE y el primer secretario del PSC continuarán durante las próximas semanas de forma permanente”.

Este encuentro ha tenido lugar el mismo día en el que el PSOE ha nombrado una comisión negociadora para dirigir las negociaciones con los grupos parlamentarios para conseguir los apoyos que necesita Sánchez para ser reelegido. En ella están los principales dirigentes del partido, la vicesecretaria general, María Jesús Montero, y el secretario de Organización, Santos Cerdán, así como ministros en funciones como Félix Bolaños y Pilar Alegría.

Pese a que Salvador Illa no está dentro de esta comisión, jugará un papel importante en la negociación con las formaciones catalanas y, concretamente, en los temas relativos a Cataluña, como han sido las lenguas cooficiales y los indultos y serán la amnistía o el referéndum -la última exigencia de los catalanes-. Será un papel clave, ya que la reelección de Sánchez depende principalmente de Junts, cuyos siete diputados son imprescindibles en esta legislatura, ya que el apoyo de ERC, PNV y EH Bildu no es suficiente como sí lo fue tras las elecciones de 2019.

Después de que ERC y Junts se unieran en un frente común -dejando a un lado sus diferencias- la pasada semana en el Debate de Política General en el Parlament de Catalunya para exigir la celebración de un referéndum de autodeterminación, los socialistas se han opuesto frontalmente. En un comunicado conjunto del PSOE y del PSC, reafirmaban su “voluntad de apostar por el diálogo como la única forma de garantizar el progreso y la convivencia en Cataluña”. “Un diálogo que ha de servir para superar la división y no para profundizar en la ruptura y la discordia que tanta tensión generó de forma estéril en Cataluña y en el resto de España. Por ese camino, no hay avance posible”, remarcaban.

Intensificación de negociaciones con Sumar

En el otro lado de las negociaciones, Sumar, aliado de Pedro Sánchez para revalidar un Ejecutivo de coalición. A las 10:00 horas de este miércoles estaban citados Sánchez y Díaz en una sala en el Congreso de los Diputados para vislumbrar acuerdos entre las exigencias de cada uno, más aún cuando Yolanda Díaz aseguró tras despachar con el rey el lunes que el acuerdo entre PSOE y Sumar estaba “aún muy lejos”.

Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales y portavoz económico de Sumar, ha sido el encargado de dar cuenta a los medios de comunicación de las pesquisas de la reunión de hora y quince minutos que ambos líderes han mantenido. “Como saben ustedes, llevamos, Sumar y el PSOE, casi dos semanas negociando. Lo hemos hecho con discreción, avanzando en una agenda territorial. No puede ser, en cambio, que el próximo acuerdo de coalición del Gobierno no tenga un programa ambicioso, así que en eso seguiremos empeñados”, ha sostenido, antes de apuntar las “grandes diferencias” que hay en la negociación: la reducción de la jornada laboral, un nuevo estatuto del Trabajo para regular el despido y reforzar el derecho a la vivienda.

Queremos un Gobierno ambicioso, que avance en derechos sociales y laborales y no se conforme. En este sentido, Sánchez y Díaz han acordado que será necesario acelerar para tener un acuerdo cerrado en el mes de octubre”, ha añadido, insistiendo al tiempo en que están “centrados” en una negociación programática que todavía no tienen.

Puigdemont consulta a las bases

Pero, en medio de estos obstáculos que hay entre las formaciones que aspiran a formar el Gobierno, encontramos las presiones de los nacionalistas catalanes, especialmente las de Junts y Carles Puigdemont. Así es como el líder fugado ha decidido dejar en manos de las bases del Consell de la República bloquear o no la investidura de Sánchez.

Los afiliados del Consell de la República podrán votar en una consulta telemática si Carles Puigdemont y los partidos independentistas deben “bloquear” la investidura que se debatirá en el Congreso de los Diputados próximamente. La pregunta se someterá a votación entre los días 17 y 23 de octubre, y tendrán derecho a voto todos los inscritos en el organismo creado tras la fuga del de Junts.

Liderado desde Bélgica por Puigdemont, el Consell tiene por labor difundir el proceso soberanista en el exterior y está formado por la Asamblea de Representantes -que imita al parlamento paralelo- y el propio Govern del Consell. A su vez, está sumido en un proceso de reorganización interna impulsado por el líder fugado, que, de prosperar, acabará restando poderes a la Asamblea y la acabará convirtiendo en un ente bicameral.