Cordón sanitario a la ultraderecha en Cataluña, pero con matices. Todas las fuerzas que componen el arco parlamentario catalán se han comprometido por escrito a aislar a Vox y a Aliança Catalana tras las elecciones de este próximo domingo. Todos los partidos salvo dos. Partido Popular y Ciudadanos han rechazado suscribir el acuerdo del resto de formaciones a no aceptar los votos de estas opciones de ultraderecha “ni por acción ni por omisión”. Socialistas y neoconvergentes son los últimos en sumarse a un compromiso que Comunes, CUP y Esquerra firmaron ya el pasado 25 de abril.

Emisarios del PSC, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Junts, Comuns y la CUP han firmado un pacto bajo el lema “Unidad contra la extrema derecha”. Manifiesto en el que se comprometen a “no legitimar” ni a Vox ni a Aliança Catalana y a rechazar sus votos para articular mayorías en el Parlament y poner cerco a sus iniciativas. “No aceptaremos, ni por acción ni por omisión, los votos de ninguna formación de extrema derecha para conformar una eventual mayoría de investidura ni, evidentemente, de Govern”, reza el escrito firmado por todas las fuerzas del arco parlamentario a excepción del Partido Popular y de Ciudadanos.

Alicia Romero (PSC), Lluís Mijoler (Comunes), Najat Driouech (ERC), Gloria Freixa (Junts) y David Caño (CUP) han firmado el documento promovido por la organización Unitat contra el Feixisme i el Racisme, de cara a la próxima legislatura en el Parlament catalán y así cerrar el paso a la extrema derecha tras los comicios autonómicos de este próximo domingo. Los firmantes se comprometen a buscar los acuerdos necesarios para impedir que la ultraderecha esté representada en la Mesa del Parlament y de las comisiones, así como no respaldar ninguna iniciativa legislativa que emane de Vox y Aliança Catalana.

Estos grupos llegarán a acuerdos “siempre que sea posible” para evitar la presencia de fuerzas de extrema derecha en designaciones que dependan del conjunto institucional de la Generalitat, tales como el Parlament, el Govern u otros organismos como la Sindicatura de Greuges. La iniciativa se ha respaldado a merced de unas encuestas que apuntan a que Vox mantendrá sus escaños en la Cámara autonómica (11) y la formación independentista de ultraderecha podría entrar con una fuerza de entre uno y tres diputados.

Satisfacción entre los firmantes

Las ausencias del Partido Popular y de Ciudadanos no han llamado la atención entre los representantes de las fuerzas firmantes, quienes han mostrado su compromiso “inequívoco” en la lucha contra el auge de la extrema derecha. La emisaria del PSC Alicia Romero ha precisado, tras la firma del acuerdo en la sede de Lafede, que si los catalanes conceden su confianza a los socialistas catalanes formarán un Govern con las fuerzas democráticas.

En este mismo sentido se ha pronunciado Freixa, representante neoconvergente en la firma y nieta de republicanos, que como tal “tiene claro el peligro del fascismo”. Junts, ha continuado, se suma a estos acuerdos cuando “se les invita”. Por su parte, la republicana ha subrayado que estos ultraderechistas “atacan a personas” como ella y en el futuro “podrían hacer lo propio con vuestros hijos por querer a personas del mismo sexo”. Interrogados todos ellos sobre si optarían por una repetición electoral en caso de quedar en manos de la extrema derecha, han indicado que no valoran esa disyuntiva y espera que estas fuerzas no obtengan representación.

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