Los conservadores europeos han sido los grandes ganadores de la noche. El PPE ha aumentado su poder en Estrasburgo en 13 escaños a costa de una socialdemocracia que ha resistido y la caída en picado de los liberales y los verdes. Cuando todavía no se habían conocido los resultados, oficiales a partir de las 23.00 horas, momento en el que ha cerrado los colegios Italia, los liderados por Ursula von der Leyen en Europa ya daban por amortizada su victoria y tendían la mano a los socialistas para conformar un futuro Ejecutivo europeísta y alejado de la extrema derecha, más fuerte que nunca con Marine Le Pen arrasando en Francia y Giorgia Meloni en Italia.
Además de ellas dos, máximos estandartes de la ultraderecha europea, los ultras han vencido en Austria, han quedado segundos en Alemania tras el hundimiento del socialista Olaf Scholz y han resistido en países como Polonia y Hungría. Los dos bloques ultra han conseguido mejorar sus resultados, pero finalmente ninguno ha conseguido mejorar los apoyos cosechados por las agrupaciones liberales pese a su pérdida de 20 escaños.
El primero en hacer declaraciones ha sido Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo (PPE): "La cuestión es si podemos formar mayorías razonables para el futuro de Europa. Mi pregunta va para las dos otras grandes familias políticas en Europa. Invito a socialdemócratas y liberales que se junten a nuestra alianza prodemocrática y proeuropea", sentenciaba. Von der Leyen, por su parte, ha decidido lanzar su primer mensaje a través de X, red social antiguamente conocida como Twitter.
La presidenta de la Comisión Europea, muy discutida en estos últimos cinco años incluso por diferentes familias de su propio partido, ha agradecido la "confianza" a los europeos y ha indicado que no se demorará en la misión de construir un frente amplio que ponga coto a la extrema derecha a través de un cordón sanitario europeísta: "A partir de partir de mañana empezaré a construir una amplia coalición por una Europa fuerte. Y junto con otros construiremos el bastión contra los extremos de la derecha y de la izquierda", ha apostillado.
Descalabro de liberales y verdes
El crecimiento de la extrema derecha finalmente no ha sido tan elevado como se esperaba y tan solo han sumado doce escaños en comparación con las anteriores elecciones. Sin embargo, a su contención no han colaborado los verdes y liberales europeos, que han experimentado sendas caídas de gran calado. Los liberales, que contienen a partidos como el de Emmanuel Macron, obligado a convocar elecciones tras la debacle, se mantienen como tercera fuerza en el continente, pero han perdido más de 20 escaños, pasando de los 102 a los 80 sillones .
Sin embargo, la mayor de las derrotas la han sufrido los verdes, agrupación a la que pertenece Sumar. La caída es de 19 escaños, pero, a diferencia de los liberales, el paso de los 71 escaños obtenidos en 2019 a los 52 actuales le han hecho perder dos posiciones. La alianza copresidida por el belga Philippe Lamberts y la alemana Ska Keller ha quedado relegada a la sexta posición del Parlamento, por detrás de las dos agrupaciones de extrema derecha.
La resistencia de la socialdemocracia
Los socialdemócratas han aguantado a nivel global, perdiendo exclusivamente cuatro asientos en Estrasburgo (de 139 a 135). Esto se ha debido, en buena medida, a la victoria en países como Suecia, Portugal o Rumanía. El segundo puesto en España, muy cerca del PP, también supone un buen resultado para los intereses generales de los socialistas en la Eurocámara.
Resultados suficientes para que António Costa haya reclamado la presidencia del Parlamento Europeo, alimentando de esta forma las especulaciones sobre su posible candidatura. "Está muy claro que entre el PPE, socialistas y liberales hay una mayoría clara", ha indicado, asegurando de esta forma la "estabilidad en relación con la orientación de la política europea".
España, un calco de Europa
En el panorama nacional, los resultados han sido fácilmente reproducibles a los del Continente. El PP ha conseguido ganar las elecciones con el 34% de los votos, cuatro puntos porcentuales más que el PSOE y dos escaños más. Dolors Montserrat, de esta forma, se convierte en la líder más votada en estos comicios frente a Teresa Ribera, que ha aguantado el tirón y ha reducido la ventaja que la demoscopia y Génova atisbaban hace varias semanas.
Frente a este resultado, corto para extrapolar resultados a nivel nacional, como pretendía el presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, la atención se ha ido al ascenso de la extrema derecha. Vox ha conseguido seis escaños, mejorando sus resultados respecto a hace cinco años, y Se acabó la fiesta, el partido del ultra Alvise Pérez, ha reventado la puerta consiguiendo 800.000 votos y cosechando tres escaños, los mismos que Sumar y Ahora Repúblicas.
Podemos, por su parte, ha vuelto a renacer de la mano de la otrora ministra de Igualdad, Irene Montero. Los morados han recuperado su marca, han devaluado a sus principales competidores a la izquierda del PSOE y se han erigido como un partido que vuelve a posicionarse como formación a tener en cuenta en los próximos comicios.Por último, tanto el Junts de Carles Puigdemont como CEUS, formación que incluye al PNV, han resistido cosechando un asiento en el Parlamento Europeo.