La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, bajo el foco de la corrupción. La Fiscalía ha denunciado a su pareja, Alberto González Amador, por defraudar al fisco 350.591 euros entre los años 2021 y 2021 a través de una red de facturas falsas y sociedades pantalla, tal y como ha adelantado eldiario.es y ha podido comprobar ElPlural.com. La trama ha llegado al Congreso de los Diputados, donde hay quien sugiere que a este asunto se le pondría el sobrenombre de “caso Ayuso” si no fuera de derechas. La izquierda ha aprovechado la coyuntura para arrinconar a la baronesa conservadora, a quien “parece que le gusta más el chorizo que la fruta”.
La izquierda ha vibrado en la misma sintonía ante la denuncia que el Ministerio Público ha presentado contra el novio de Isabel Díaz Ayuso. Según consta en el escrito de la Fiscalía, al que ha tenido acceso ElPlural.com, Alberto González Amador habría defraudado un total de 350.591 euros durante los ejercicios de 2020 y 2021. La acusación salpica directamente a la presidenta madrileña, tras varias semanas arrojando el caso Koldo contra el Partido Socialista.
Las primeras arremetidas contra la baronesa popular han llegado desde Sumar. Primero, Íñigo Errejón, quien ha instado a Ayuso a dar todas las explicaciones pertinentes sobre la cuestión, además de retarla a hacerlo sin mencionar a ETA. En declaraciones a TVE, el también líder de Más País ha deslizado que “algo pasa” con la presidenta de la Comunidad de Madrid “y su familia”, incidiendo en que “todo el mundo que le rodea acaba haciendo negocios y negocios suculentos” con su Gobierno.
“Me temo que en lugar de una explicación saldrá hablando de ETA, de que España se rompe mañana por la mañana, de cualquier invención para que hablemos de cualquier cosa menos de lo que está pasando”, ha resaltado el portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, al tiempo que auguraba que no ofrecerá alegaciones públicas sobre presuntas “incompatibilidades o de fricción”.
Sumar: "Se ha tirado meses hablándonos de la fruta, cuando parece que lo que más le gusta es el fraude fiscal, la falsedad documental y el chorizo"
Por su parte, la portavoz de los comunes, Aina Vidal, ha profundizado unos niveles. Desde la sala de prensa de la Cámara Baja, ha precisado que no hay lugar a la corrupción ni a la “aceptación ante actitudes como esta”, independientemente del “color del partido”. “Los golfos en política no tienen cabida. Da igual si afecta a un partido rojo, amarillo o azul. Cualquier persona que se aprovechara de un momento tan importante y drástico como fue la pandemia… esa persona es un golfo”, deslizó.
En este sentido, Vidal ha tirado de la narrativa de la propia Ayuso. “Se ha tirado meses hablándonos de la fruta, cuando parece que lo que más le gusta es el fraude fiscal, la falsedad documental y el chorizo”, ha apostillado la portavoz de los comunes, al tiempo que recordaba que la corrupción no hace sino “dañar” a las arcas públicas y a las instituciones y a la democracia.
Podemos reorienta la polémica
A diferencia de sus excompañeros de grupo parlamentario, Podemos ha redirigido el relato contra una nueva información que cuestiona la limpieza del entorno de la presidenta regional. La portavoz de los morados, Ione Belarra, ha abierto el espectro para identificar la corrupción como una “seña de identidad” del PSOE y del Partido Popular. “Un nuevo caso de corrupción del bipartidismo”, ha precisado la ex ministra de Asuntos Sociales, que ha enumerado la lista de escándalos en los últimos meses que cercan a sendas formaciones, incluyendo “el hermano de Ayuso, Luceño y Medina y el caso Koldo”.
“Ahora viene el novio de Ayuso”, ha ironizado la exministra Belarra, que reprende al bipartidismo por “pensar que el dinero público es suyo”. “Es un problema gravísimo para nuestra democracia cuando se está volviendo al bipartidismo”, ha argumentado la portavoz morada, al tiempo que se comprometía a trabajar firme “para evitar la vuelta del bipartidismo”. “Si permitimos que PSOE y PP se repartan de nuevo todo el poder, la política española se convertirá en el estercolero que era antes del 15M”, ha redundado, mientras ironizaba con que a Ayuso “le gusta la fruta, pero en concreto las manzanas podridas”.
La izquierda abertzale ha transmitido ese mismo afán que Belarra por agrupar la corrupción del arquetipo del bipartidismo. “Hay mucho pájaro suelto… De todos los colores”, ha sugerido Oskar Matute con cierto tono socarrón. No obstante, sarcasmos aparte, el portavoz de EH Bildu ha apostado por poner bajo el foco de la investigación todos aquellos “irregularidades durante la época de la pandemia”, más allá del color del partido político. En cualquier caso, no sólo hay que reorientar las pesquisas parlamentarias al caso Koldo, sino también a esta nueva información que arrincona a la presidenta madrileña. De este modo, ha abundado, se confeccionará una “radiografía” más precisa de la corrupción y “quién se aprovecha de los resortes para poder alimentar sus bolsillos”.
Vox echa un capote a Ayuso
Desde el flanco derecho del arco parlamentario se ha corrido un tupido velo sobre la figura de la presidenta regional. Primero, Vox se ha lavado las manos. Su portavoz parlamentaria, Pepa Millán, ha evitado pronunciarse sobre la denuncia a la pareja de Ayuso, mientras centralizaba el foco sobre el caso Koldo. Es más, ha apuntado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como “responsable último” de la trama de las mascarillas que tiene en su cúspide al exasesor de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes, Koldo García.
Sin embargo, la ultraderecha ha hecho gala de una nada habitual discreción a la hora de valorar la acusación de la Fiscalía a González Amador. “Vox no tiene nada que decir al respecto”, delegando esa responsabilidad a los órganos administrativos pertinentes y, en caso de judicializarse, a los tribunales. “No voy a juzgar a nadie”, ha justificado Millán, amparándose en la investigación abierta. Sí juzga, sin embargo, el caso Koldo, al cual se ha referido como “caso PSOE”, confirmando que apoyará la comisión de investigación del PP en el Senado. No obstante, dará la espalda a la impulsada por los socialistas en la Cámara Baja.
"Ese asunto del que usted me habla"
El Partido Popular se ha aferrado a una estrategia similar. Desde primera hora de la mañana, resortes conservadores, incluyendo el propio líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se esmeraron por despejar de la ecuación la incógnita de Ayuso. Lo mismo ha replicado su número dos y portavoz parlamentario, Miguel Tellado: "Hay una persona con nombre y apellidos, que no tiene nada que ver con la política, quien tiene que explicar las cosas".
Ni tan siquiera ha mencionado el nombre de la expresidenta al ser interrogado por la información que ha avanzado eldiario.es este martes. "Ese asunto del que usted me habla", ha despachado Tellado, tras ofrecer una extensa disertación sobre el caso Koldo. "O sobre el caso PSOE o sobre el caso Sánchez", ha precisado el portavoz del Grupo Popular, que ha percutido en sus presiones hacia la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, e incluso contra el presidente del Gobierno.
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