Un artículo científico publicado en la revista Psicology & Marketing lo deja claro desde el mismo titular: ¿Sentirse juzgado? Cómo la presencia de miembros del exogrupo promueve elecciones de alimentos más saludables (Feeling judged? How the presence of outgroup members promotes healthier food choices). 

Dicho artículo examina cómo la presencia de otros de un grupo social diferente (es decir, la audiencia del grupo externo) influye en las elecciones de alimentos de los consumidores en relación con la presencia de otros de su propio grupo social (es decir, la audiencia del grupo interno). Según explica el abstract de la publicación, en cuatro estudios, utilizando varios tipos de pertenencia a grupos (raza, afiliación universitaria y afiliación laboral), primero encontraron que los consumidores son más propensos a elegir alimentos saludables en presencia de grupos externos raciales (Estudio 1) y universitarios (Estudio 2).  Luego, utilizando un enfoque experimental de mediación de cadena causal, mostraron que este efecto ocurre porque los consumidores anticipan más juicios negativos de las audiencias del grupo externo (vs. del grupo interno). A partir de los datos, discutieron el posible papel del contacto entre grupos externos y la diversidad en la promoción de una alimentación saludable.

Es decir, que es más probable que las personas elijan una opción de alimentos saludables que una opción de alimentos poco saludables entre personas de diferentes grupos sociales porque temen ser juzgados negativamente por sus elecciones.

Asumimos nuestros propios prejuícios de pertenencia al grupo cuando nos sentimos observados

Resulta curioso y llamativo como del estudio se desprende cómo nos sentimos juzgados especialmente cuando se trata de un público que no es de nuestra etnia. Los experimentos con varios cientos de adultos en una gran ciudad y universidad de EE. UU. encontraron que los participantes tenían más probabilidades de elegir un refrigerio saludable en presencia de un observador de una raza diferente (a diferencia de la misma raza) o perteneciente a una universidad diferente (a diferencia de a su propia universidad). Esto se debió, según explica Luke Lambert en un artículo sobre el estudio en la Universidad que ha participado en él,  a que anticiparon más juicios negativos de un grupo externo y, por lo tanto, intentaron mitigar estos juicios eligiendo alimentos más saludables.

Cuatro experimentos separados respaldaron la opinión de los autores de que la presencia de un extraño de un grupo social diferente (en comparación con un extraño del propio grupo, como su propia universidad) afectó la elección de alimentos de los participantes.

 

No pedimos golosinas en presencia de extraños

El artículo detalla cómo en un experimento, a 180 estudiantes se les ofreció elegir entre deliciosos M&M y uvas pasas más saludables como refrigerio. En presencia de un compañero de estudios desconocido de la propia universidad, solo el 12 por ciento de los estudiantes seleccionaron las pasas más saludables. Sin embargo, este número se duplicó con creces al 31 por ciento cuando estaba en presencia de un estudiante desconocido de otra universidad.

Los otros experimentos mostraron que la razón de este patrón es que las personas se sienten juzgadas en mayor medida por los miembros del grupo externo, y utilizan estratégicamente opciones de alimentos saludables para causar una impresión positiva y contrarrestar este juicio negativo. Postureo. Por ejemplo, a 200 consumidores se les dijo que otros a su alrededor eran críticos o tolerantes. En el entorno crítico, los consumidores tenían más probabilidades de elegir zanahorias en lugar de galletas que en el entorno tolerante, lo que indica que el juicio esperado de los demás explica los hallazgos.

Si te ha interesado y quieres leer el estudio completo, está publicado en línea:

Feeling judged? How the presence of outgroup members promotes healthier food choicesMaferima Touré-Tillery,Janina Steinmetz,Blake DiCosola First published: 16 April 2022 https://doi.org/10.1002/mar.21667