Ha pasado un año y nueve meses desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza que ha cobrado la vida de más de 58.000 personas, según las autoridades del enclave palestino. Desde el establecimiento del Estado de Israel, ha estado envuelto en una ofensiva bélica aparentemente inacabable con Palestina. A pesar de los esfuerzos desde Naciones Unidas y los principales mediadores del conflicto para conseguir una tregua duradera, el gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha insistido en el desplazamiento forzoso de la población.

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha planteado la construcción de una ciudad “humanitaria” en Rafah para concentrar a la población palestina en un lugar y utilizar esta movilización para un plan subsecuente de “emigración”, algo que ha recibido condenas desde expertos y esferas internacionales por violar el derecho internacional. Al mismo tiempo, Netanyahu ha afirmado que Israel no cederá en el proceso de negociaciones y que, si no se consiguen a través de “la diplomacia, se conseguirán a través de la fuerza”.

Por ello, este periódico ha hablado con el intérprete y gazatí que ha trabajado como contacto local para periodistas españoles en la Franja de Gaza llamado Kayed Hammad. Tras su estancia en España entre 1990 y 1993, su regreso a Gaza trajo consigo una prohibición de salida impuesta por las autoridades correspondientes hasta finales del mes pasado, cuando logró escapar con su familia. Describiendo su llegada a su rol como enlace para periodistas como una “causalidad”, Hammad ha trabajado para sacar información sobre la Franja como forma de luchar contra la ofensiva israelí.

P: En un lugar que ahora mismo está bloqueado para periodistas internacionales, ¿cómo ha sido hacer esa labor como punto de conexión con periodistas internacionales en una zona que ha sido hostil para ellos?

R: La conexión es muy difícil; después [de hacer una conexión] tenemos que destruir todo tipo de comunicaciones. Entonces, utilizamos la tarjeta eSIM y esta no funciona en cualquier parte. Nos teníamos que poner en un sitio donde se puede tener una conexión y nos poníamos en contacto con periodistas con los que siempre había trabajado. Todos los días se preguntaba sobre cómo estaba la situación y yo lo explicaba. Es verdad que ellos [el ejército israelí] van a por los periodistas. Hasta hoy en día, han matado a 229 periodistas, pero yo lo he pensado, "no hay mucha gente. También hay mucha gente que fueron bombardeados en su propia casa o en un colegio o en un hospital, entonces, ¿qué más da?". Entonces, yo pensé que, por lo menos, intento hacer algo, hacer que la gente se entere de lo que está pasando aquí y si me muero, bueno, no lo voy a hacer mejor que los que han muerto. Da igual, porque nadie puede aguantar los sufrimientos que estábamos sufriendo.

Lo llaman una guerra. Eso es una mentira, eso no es una guerra. Es un genocidio con venganza


No tiene más nombre que esto. Y así, con mucha dificultad, contactaba con periodistas. Intentaba grabar lo más que pude, porque para subir un vídeo de tres o cuatro minutos, yo me acuerdo de una vez en el que tardé 16 horas para menos de cinco minutos. Se va la señal, viene, se corta de nuevo. Pero, por lo menos, uno siente que está haciendo algo por la gente que sufre.

P: En ese trabajo, ¿se ha encontrado en una situación en el que lo que escuchaba, lo que traducía, porque hemos leído que ha sido intérprete, y en lo que creía, como persona, entraban en conflicto?

R: La verdad siempre es más fuerte que la imaginación. Por lo que hemos pasado [no aparece] ni en nuestras peores pesadillas. Pero, también teníamos que luchar contra el relato israelí, que siempre dicen que son las víctimas y que son el pueblo elegido.

Mucha gente se imaginaba que la causa palestina empezó el 7 de octubre. Nosotros llevamos 77 años bajo ocupación. La Franja de Gaza lleva 17 años con un bloqueo, donde solo dejan entrar lo necesario para mantenernos con vida. Entonces, había que explicar todo esto a mucha gente, porque hay gente que solo sabía que, en Gaza, empezó la causa palestina el 7 de octubre, que los palestinos han atacado a los israelíes y de ahí empieza la historia. Había que luchar mucho.

Hay periodistas que lo saben y hay otros que hacen la vista gorda y no quieren saber. La mayoría de los medios de comunicación están controladas o financiados por el lobby sionista en Estados Unidos, y todo eso lo sabemos. Mucha gente, por ejemplo, al decir la verdad, fueron echados de sus trabajos y perseguidos también y amenazados nada más por contar la verdad.

P: Hablando de ese bloqueo humanitario que parece que ha empeorado estos últimos meses con el bloqueo total y, con la empresa de distribución, que está gestionada por Israel y trabajadores de Estados Unidos, ha habido muchas denuncias porque se han abierto cuatro puntos de distribución humanitaria, mientras que Naciones Unidas tenía 400 puntos de distribución; analistas sospechan que esto es una forma para forzar el desplazamiento de la población, ¿ha visto esto? Y, ¿qué piensa sobre ello?  

R: Es eso una forma de hacer que la gente se vaya de toda la Franja y también ha sido una trampa de muerte porque, normalmente, las ponían en zonas abiertas, donde los soldados israelíes en los tanques controlan y pueden ver todo. Incluso con las cámaras que tienen. Ellos no necesitan preguntarte cómo te llamas ni nada porque tienen lo que llaman la huella del ojo. Ya saben. La gente se acercaba por hambre y ellos empezaban a disparar.

Si uno se da cuenta, todos los días, y estoy hablando de días normales, tenemos entre 70 y 120 o 130 muertos, y todo el mundo está acostumbrado a esta cifra ya. Una vez pregunté a la gente que iba a allí. A uno: “Pero, ¿tú sabes que tú te estás jugando la vida acercándote ahí?”. Y él me dijo: “Bueno, voy a conseguir uno de los dos blancos”. Le pregunté, “¿qué son estos dos blancos?”, y me dice: “El primero es un saco de harina para dar de comer a mis hijos. Y el segundo, si no consigo la harina, el solidario, porque es blanco también”. Dijo: “Prefiero morir antes de ver a mis hijos muriendo delante de mí”.

Entonces, yo me he quedado callado. No tenía comentario. La gente está obligada a sufrir y nosotros prácticamente íbamos con el bloqueo como si estuviéramos en una cárcel al aire libre, la más grande del mundo. Pero, con esta guerra, se ha convertido en un corredor de muerte y cada uno está esperando a ver si les toca hoy, mañana, a esta hora; quién no se muere por las bombas, se muere al quedarse sin comer o herido y no encuentra medicamentos. Desde el primer momento han cortado la luz, el agua, la entrada de comida, medicamentos; toda forma en la que podíamos quedarnos vivos, lo habían cortado.  

Desafortunadamente, los que más han sufrido en esta guerra son las mujeres


P: ¿Ese objetivo de las mujeres palestinas ha sido el propósito?

R: Sí, porque, por ejemplo, en Gaza, nace cada mes entre cuatro y 5.000 personas, que somos 2 millones. Ellos lo ven como un peligro. 5.000 quieres decir que, en un año, son 60.000. Lo comparan también con los que nacen en Israel, entonces dicen que estos [los palestinos] están aumentando de una manera muy peligrosa para ellos.

Por eso, por ejemplo, hay muchas familias que fueron borradas del Registro Civil. Y cuando se bombardea una casa, normalmente, los hombres, en general, están fuera para buscar agua, comida y leña, porque no había nada de combustible. Entonces, siempre les tocaba más a las mujeres y a los niños. Ellos saben perfectamente que está fulanito y fulanita en la casa. Yo, la verdad, siempre he dicho que [los bombardeos] van en primer lugar contra las mujeres palestinas antes de los milicianos, porque ellos creen que estos milicianos nacen de estas mujeres.

P: Tenía una pregunta muy relacionada con eso, que es que si cree que la guerra en Gaza de ahora realmente está motivada por la intención de derrumbar a Hamás (el Movimiento de Resistencia Islámica) como dice Netanyahu.

R: Lo que pasó el 7 de octubre fue una sorpresa para todo el mundo. ¿Por qué los israelíes lo han tomado como una ofensa? Porque ellos se creían que eran el brazo fuerte de todo Oriente Medio, nada más. No hacía falta ni disparar un tiro. Sabía todo Oriente Medio que Israel podía hacer lo que quisiera y esta imagen se rompió el 7 de octubre. De ahí salió las ganas de venganza.

Nosotros hemos perdido mucho y siempre hemos perdido nosotros. Pero, como relato, esta es la primera vez que Israel ha perdido más que nosotros. El relato israelí, qué son víctimas, que son el pueblo elegido de Dios, no sé qué, ya todo el mundo sabe que es mentira. Y eso se nota en las manifestaciones de la juventud en todo el mundo. Eso ellos no lo pueden recuperar. Por eso, como te he dicho, esta es la quinta guerra que yo he visto en mi vida, no vi la sexta porque era muy pequeño, pero siempre nosotros perdemos y esta vez, bueno, no podemos decir que hemos ganado la guerra, pero es la primera vez que Israel ha perdido más que nosotros.

¿Cómo? Porque veo a estos jóvenes, por ejemplo. Ahora los gobiernos no hacen caso, excepto dos países, algo que sabe cualquier niño en Gaza. Solo dos países están a favor, y me estoy refiriendo a los gobiernos: el gobierno español número uno; segundo, el gobierno irlandés. En el mundo árabe, Yemen, bueno, una parte de Yemen, pero eso lo sabe cualquier persona. Pero, esta gente, por ejemplo, los que han salido en manifestaciones en otros países, dentro de diez años, veinte, estos son lo que van a gobernar. Estos tienen otro punto de vista y ven las cosas como son.

También, gracias a los medios de comunicación, hoy cualquier niño puede grabar una cosa y no hay manera de rechazarlo. Si alguien me hace una foto y me dice “esta camiseta es negra”, ¿que lo puedo decir? Nada. Eso es lo que a ellos [el gobierno israelí] también les preocupa. Por eso no quieren que entre ningún periodista, aunque, por ejemplo, por lo que he visto, la cámara no capta todo.

Las cámaras no captan cuando pasas por una calle o por un lugar y se ven cuerpos quemados. Eso no lo puedes captar. O a cuerpos podridos, o cuando unas personas, a siete personas, están aplastados entre dos techos como una hamburguesa, y les sale el líquido. Un edificio con uno [apilamiento de cuerpos], otros con cinco, otros con siete. Es muy difícil captar, pero, sin embargo, ahora no es lo mismo cuando yo grabo unas cosas y dicen “ah, claro, porque es palestino y le interesa y está a favor de su causa” que cuando un periodista extranjero lo graba. Tiene más valor. Por eso, ellos quieren acabar con los periodistas locales y evitar que entre cualquier periodista internacional.

P: ¿Cómo han evolucionado los conflictos que ha habido con Israel con el paso del tiempo? Ha dicho que ha vivido cinco, ¿cómo han cambiado, o es que han cambiado?

Cada vez suben una escala, pero, esta vez, no se parece a ninguna guerra anterior

R: Sí, han cambiado de Guatemala a Guatepeor, siempre. Cada vez lo tenemos más crudo y más difícil, porque una vez que ellos [Israel] no consiguen lo que quieren, entonces ya tienen más ganas de venganza, de destrucción. Por ejemplo, en el 2008, a finales de 2008, había una guerra; 2012; 2014; 2020; luego el 21; y ahora el 23. Cada vez suben una escala, pero, esta vez, no se parece a ninguna guerra anterior porque han atacado hospitales, colegios, todo lo que puede ayudar a mantenerse en vida, lo han destrozado.

P: Entonces, la población, los gazatíes y los palestinos en general, ¿qué relación tienen con Hamás?

R: Ahora ellos [el gobierno israelí] ponen la pega de Hamás. Cada época tiene quien lleva, digamos, siempre hay una facción que lleva la bandera de la resistencia más que los otros. Por ejemplo, en los años 60, después de la guerra del 67, estuvo Fatah, que eran los primeros. Luego, hubo una época de Frente Popular en los años 70. En los años 80 estaba la Yihad Islámica [Palestina]. Los de Hamás, a partir de la Segunda Intifada. Pero, la idea existe, la idea de resistir y de luchar contra la ocupación.

Por ejemplo, el Frente Popular son comunistas. No cree en nada, ni en Dios. Hamás son los religiosos; Fatah, laicos. Pero, siempre, quien lleva la bandera de la resistencia, armada estoy diciendo, armada, porque es un derecho internacional la resistencia armada. Entonces, la población y la gente siempre están a favor de quien lleva la bandera de la resistencia militar.

Hamás se ha portado, por ejemplo, mucho mejor que otros. Hamás ganó las elecciones en el 2006 y ellos, por ejemplo, siempre te dicen que “los islamistas estos son como los talibanes, estos son como los de Al-Qaeda”. Bueno… Y te dicen: “Los Hermanos Musulmanes son malos para gobernar”. Primero, yo soy un laico y apenas rezo, pero, sin embargo, hay que decir las cosas como son. Yo siempre pregunto: “¿Tú has tenido una experiencia de los Hermanos Musulmanes donde han gobernado y les salió mal?”. Nunca, no los han dejado.

En Argelia, al comienzo [de su independencia], hubo guerra civil, luego en Egipto, en Túnez, pero ahora, cuando Hamás ha ganado las elecciones, no querían que Hamás gobernase porque eran elecciones, era una trampa para Hamás para contener a Hamás, y ya, que luche por el Parlamento y esto. Pero ha sido una sorpresa tanto para Hamás, antes de los israelís, porque han ganado con mayoría. Nadie lo esperaba. Entonces, ellos [el gobierno israelí] han empezado a castigarnos porque hemos elegido a Hamás. ¿Por qué? Porque eso son las elecciones.

P: Ahora se está hablando de una posible tregua, algo que se ha hablado antes, pero ahora parece que se está hablando en serio. Si se consigue una tregua, ¿qué ve para el futuro de la Franja, para Cisjordania y para Palestina en general?

R: Bueno, para los israelíes, en el caso de que se realice. Yo no creo nada hasta que se realiza. Hubo una tregua en enero y una vez que llegó Trump, han dicho “no, no, no, se ha roto la tregua” y empezaron otra vez [los disparos]. Entonces, no se puede fiar de nada. Si ellos cumplen el alto al fuego en la Franja de Gaza, [será] porque tienen ahora la intención de tragar a Cisjordania.

Cuando las autoridades firmaron el acuerdo de Oslo, tenía alrededor de 350 puntos de control. Hoy en día hay 960. Esto quiere decir que, si tú vas a visitar a tu vecina, puedes esperar en un puesto de control cinco horas. Entonces ahora, gracias a estos extremistas, esto lo dicen claramente, que: “Vamos a por Cisjordania”. Con Gaza, esto no se puede hacer. No hay manera porque la gente no tiene otra alternativa. O resistir o morir. Entonces, eso de la tregua… Si hay tregua de verdad, o digamos, paran las bombas, empezamos con el tema de construcción.

Con la reconstrucción necesitamos trabajar 24 horas al día durante tres años solo para quitar escombro. Y la reconstrucción, con una infraestructura, eso se podrá empezar a recuperarse en Gaza a partir de los diez años. Ahora, ¿quién controla la entrada de todo tipo de material? Israel. Siempre es Israel. Israel tiene una lista grandísima que se llama “doble uso”.

Doble uso quiere decir, por ejemplo, un electrodo de soldadura, eso es de doble uso. Glicerina para medicamentos es de doble uso. "Esto está prohibido", quiere decir. No puede entrar [los productos de doble uso] porque, a lo mejor, con los electrodos tú vas a soldar un misil. Entonces, que no trabajen los herreros. Ya está. Una vez que tengan los soldados, se recuperan los soldados, van a empezar los sufrimientos verdaderos en la Franja de Gaza. Y para muchos años.

P: Habiendo vivido este conflicto estando físicamente allí, ¿hay algo de lo que no se está hablando que cree que es importante resaltar?

R: Primero, estamos nosotros decepcionados. En primer lugar, de la comunidad internacional, me refiero al occidental. Déjate de los árabes y de los musulmanes, esos son una gran mentira. Menos mal que no creía en ellos antes ni ahora. Sí. Decepcionado. ¿Sabes? Yo seguía siempre las cifras de muertos y comparaba con lo que pasó en Ucrania. En Ucrania, también lo siento mucho por lo que está pasando, pero también me deja un sabor amargo el doble rasero que se utiliza con Ucrania.

Ahí, en pocos días, echaron [Occidente] a Rusia, castigada económicamente, condenada. En Gaza, nada. He empezado a preguntar: ¿Cuándo va esta gente a prestarnos atención? Y seguí yo las cifras de muertos cuando ya empezaban a estar en los 40.000, 41.000 muertos. Y siempre yo, y la gente, esta pregunta lo hacen muchos:

¿Cuántos de nosotros necesitan matar para que la comunidad internacional pueda frenarlos?


¿Cuántos? Ahora, por ejemplo, vamos por los 57.000. Si ellos matan, por ejemplo, a 70.000, seguramente encontramos a 13.000 que van a ser voluntarios para morir para salvar a los demás.

Muchas otras cosas también. Como te he dicho, que no nos podemos creer que estamos en el 2025.

 Nosotros no llegamos a la categoría de perro callejero


Ahora, por ejemplo, ¿se puede matar a un perro callejero? No, no puedes. ¿Puedes dejarle sin comer? Tampoco. Pero a nosotros, [morimos] o por bombas, o por hambre o por los dos. Eso no sé. No sé cómo nos mira la gente. Nosotros no pedimos, ¿sabes? Solo queremos una vida normal y corriente como todo el mundo. No estamos pidiendo nada.

Un periodista me llamó y, digamos que era proisraelí, me dice: “Es que, lo que habéis hecho el 7 de octubre…”. Yo le dije: “¿Acaso nosotros estamos ocupando a Israel desde el [año] 48? Sí, y, ¿hemos cometido tantas masacres y tantas guerras?”. Hay gente que lo sabe y no quiere declararlo, otros también por ignorancia, lo entiendo.

De todas maneras, por mucho que lo hemos pasado mal y lo vamos a pasar, puede ser, peor, pero no perdemos la esperanza. Esa es la que nos mantiene luchando para conseguir nuestra libertad y recuperar nuestros derechos.

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