El aguante informativo de Antonio García Ferreras y de su equipo de Al Rojo Vivo es desde hace años una seña de identidad, fruto de admiración y memes a partes iguales. Pero su desempeño durante la noche electoral de Estados Unidos va camino de hacer historia. 15 horas de directo desde las 23:00 horas de la noche del martes que acabarán pasadas las 14:00 horas del miércoles para dar paso a los informativos de Helena Resano… si no hay sorpresas, lo que nunca es descartable con Ferreras. 

El programa especial de La Sexta arrancaba por la noche desde el Despacho Oval, el centro del poder de Estados Unidos y de, prácticamente, el mundo entero. Era una recreación en realidad aumentada que situaba al director de Al Rojo Vivo y a su equipo de colaboradores en los jardines de la Casa Blanca. El pistoletazo de salida que, de manera sonora, lo daba una cabecera con acento americano que anunciaba el despliegue “with Antoniou Garsia Ferreiras”. 

Así empezaban 15 horas de programa para Antonio García Ferreras, pero también para el politólogo Lluís Orriols y el analista de datos Endika Núñez, que son los dos colaboradores que no han descansado en toda la noche, y cuyo desempeño ha sido fruto de humor también en las redes sociales. Junto a ellos, pero desde Estados Unidos, los periodistas Emilio Doménech (Nanisimo) y Sandro Pozzi, que han ofrecido la última hora en directo de los medios de comunicación de EEUU durante el recuento de los votos.

Detrás de las cámaras, los trabajadores se han organizado en turnos para aguantar las 15 horas vertiginosas de televisión. Sin embargo, el momento más duro han sido las más de seis horas que han pasado entre las 1.59 de la mañana hasta las 8:20 horas: una franja en la que no ha habido ni un solo bloque publicitario y donde los colaboradores no se han levantado de la mesa. 

Las horas de noche electoral también han hecho mella en dispositivos fundamentales en las herramientas de los periodistas: teléfonos inteligentes y tabletas. Las baterías han quedado arrasadas y muchos colaboradores no contaban con llevar cargadores, por lo que ha habido que organizarse y compartir tanto cables como enchufes. Menos han sufrido los estómagos, con un equipo de cátering que se ha encargado de que hubiera cena, recena y desayuno, aunque la mesa no ha sido muy frecuentada por la intención de los colaboradores de mantenerse despiertos. A eso hay que sumarle detalles de logística que no se tienen en cuenta en otros programas de televisión, porque tras 15 horas el maquillaje se resiente y la barba afeitada de los colaboradoes no se mantiene igual que al arranque del programa.

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Así empezaron y así se han desarrollado hasta ahora uno de los programas en directo más largos de la televisión, algo nunca visto desde los tiempos del Telemaratón, aquellas galas benéficias de Antena 3 que llenaban la pantalla para recaudar fondos, con actuaciones de artistas y humoristas. En aquella época, entre 1993 y 2001, el formato anual duraba entre 6 y 15 horas. Un récord que tumbará Al Rojo Vivo, porque siempre conecta con los informativos varios minutos después de las 14:00 horas del mediodía… y porque con Ferreras nunca se sabe. Trump se ha autoproclamado ganador al inicio de la mañana peninsular, Nevada y Pensilvania, que podrían ser claves en el desenlace, anuncian que terminarán el recuento en jueves y viernes respectivamente… ¿Aguantará Ferreras hasta entonces?