El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ve ganador de las elecciones pese a los intentos de fraude que él mismo ha denunciado. Así lo ha anunciado durante su comparecencia ante la prensa, donde ha asegurado que “estamos preparados para una gran fiesta”, al tiempo que ha advertido de posibles irregularidades para derrocarle.

Trump ha comenzado su intervención dando “las gracias al pueblo americano por todo el apoyo”. "Estamos preparándonos para una gran fiesta. Tenemos ya todo listo”, ha apuntado el candidato republicano, quien ha repasado los éxitos en varios estados visagra, haciendo una mención especial a Florida, “donde no esperábamos ganar”.

El magnate no tira la toalla en Arizona, aunque ha ironizado con que "no lo necesitamos”. "Estamos ganando en Pensilvania por mucha diferencia", ha alardeado; y ha subrayado que Joe Biden “no está ni siquiera cerca. Va a ser imposible que nos alcancen”. También ha celebrado la victoria momentánea en Michigan y Wisconsin. “Pero no necesitamos todos estos estados”, ha reiterado. 

“Hemos ganado las elecciones”, ha sentenciado Trump, quien ha repetido la advertencia de fraude que ya había adelantado en Twitter, donde fue censurado: "Hay un fraude grande y vamos a recurrir al Tribunal Supremo de Estados Unidos. Queremos que pare la votación. No queremos que busquen más papeletas a las 04:00 am. Es un momento muy triste. Vamos a ganar y ya hemos ganado”.

Los demócratas responden

La prematura celebración y las acusaciones de fraude de Donald Trump han encontrado su respuesta en el flanco demócrata. La congresista por Nueva York - reelegida de nuevo - y una de las miembros más mediáticas del partido, Alexandria Ocasio-Cortez, ha salido al paso de los alardes del candidato republicano. 

A través de Twitter, la congresista demócrata ha censurado la actitud del presidente de los Estados Unidos y ha calificado sus palabras como "ilegítimas, peligrosas y autoritarias". Ocasio-Cortez ha pedido que continúe el escrutinio y que se respete el resultado final independientemente de su signo. 

Por otro lado, el Gobernador de Pensilvania - uno de los estados en disputa -, Tom Wolf (Demócrata), también se ha pronunciado a través de la red social tras las palabras de Donald Trump en la Sala Este del emblemático edificio presidencial de Washington. 

"Aún quedan un millón de votos postales por contar en Pensilvania", anunciaba el Gobernador, quien ha prometido que "contará todos y cada uno de los votos emitidos por los ciudadanos" a pesar de las amenazas de Trump de acudir al Supremo para detener la votación. 

Wolf proseguía con su respuesta al candidato republicano y calificaba sus palabras como un "ataque partisano a las elecciones en Pensilvania, a nuestros votos y a nuestra democracia". Asegura que los "nuestros condados están trabajando sin descanso para procesar los votos de la forma más rápida y precisa posible". El gobernador sostiene que el estado tendrá una "elección justa" y advierte de que se contarán "todos los votos". 

Republicanos contra Trump

Las palabras del presidente de los Estados Unidos no han caído en saco roto en el seno de su propio partido. El que fuera Gobernador de Nueva Jersey y ex fiscal, Chris Christie, durante la retransmisión de la noche electoral en la cadena ABC, ha censurado las palabras de su rival en las primarias. 

"No hablo como exgobernador, sino como ex fiscal", anunciaba Christie antes de acreditar que no existen bases jurídicas que "sustenten las afirmaciones de Donald Trump". Entiende que todos los votos han de ser contabilizados y cree que el candidato republicano se equivoca "política y estratégicamente" con este discurso. "No estoy de acuerdo", ha añadido.