El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido este lunes para presentar el su balance del curso político, habitual cuando se acerca el cierre del año. Antes de entrar en materia, repasando las medidas políticas aprobadas en este tiempo y presentando las que se perseguirán de ahora en adelante, el jefe del Ejecutivo ha querido empezar su intervención aludiendo a los casos de corrupción que actualmente golpean a Ferraz. Su principal línea de defensa ha sido contraponer la actuación de los socialistas con la del Partido Popular (PP), sumando un dardo a Vox y la corrupción de Revuelta destapada por ElPlural.com.

“Cero lecciones de una derecha y ultraderecha que sueltan proclamas de ejemplaridad desde una sede (Génova 13) pagada con dinero negro porque, contra los casos de corrupción que están siendo investigados, el Gobierno y el PSOE han actuado con total contundencia y no con connivencia. Con total transparencia y no con opacidad”, ha cargado contra el PP. “De la ultraderecha no diré nada porque bastante revuelta interna tienen ya. Sin llegar a gobernar ya apuntan maneras”, ha cambiado a Vox, haciendo alusión a la organización que funcionaba como sus juventudes oficiosas.

“Como exmilitante del PP, el señor Santiago Abascal demuestra haber aprendido bien las técnicas de su anterior partido”, ha incidido Sánchez. Para cerrar al respecto, ha insistido que la situación es diferente a hace siete años. “La corrupción sistémica, que afectaba a todo el sistema democrático, acabó con la salida del PP del Gobierno de España en 2018. La diferencia es que hoy se actúa con contundencia, mientras el principal partido de la oposición convive con esa corrupción. Sino recordemos porque Casado no es el líder del PP y Feijóo sí”, ha zanjado al respecto.

El caso Revuelta destacado por Sánchez

Las grabaciones que han afectado a Revuelta y las donaciones recibidas para destinar a las víctimas del temporal que asoló Valencia el pasado 29 de octubre de 2024, a las que nunca llegó el dinero. Forman parte de un conjunto de audios, revelados por este periódico, en los que se muestra cómo la dirección de Vox conocía la situación y trató de neutralizar la crisis generada por los miles de euros recaudados y que, según explican los interlocutores, “no se habían gastado en la DANA”.

Las conversaciones, protagonizadas en gran parte por Arturo Villa —asesor del eurodiputado Jorge Buxadé y vinculado a Revuelta hasta hace pocos meses— se centran en cómo cerrar el asunto, no en cómo esclarecerlo. En ese contexto aparece una frase que resume el enfoque adoptado: “Nos marcamos la de Alvise”, en referencia a la estrategia de donaciones millonarias y opacas asociada al eurodiputado Alvise Pérez. La preocupación no se limitaba al fondo recaudado, sino a la posibilidad de que la historia derivara en un escándalo que acabase involucrando directamente a la cúpula.

Durante esas reuniones participa Manuel Mariscal, diputado nacional de Vox y uno de los responsables de su comunicación, quien es tajante al describir la situación interna: “Lo que yo estoy viendo con todo esto (…) es que esta situación nos está arrastrando a todos nosotros a situaciones muy dispares. A todos nos está llevando a algo malo”. Su mensaje final siempre converge en la misma conclusión: “Hay que acabar con esto por la tranquilidad de todos”.

Las grabaciones incluyen una conversación especialmente delicada entre Manuel Mariscal y Arturo Villa, en la que ambos enumeran posibles irregularidades cometidas por la organización juvenil. Villa es explícito: “Somos una asociación de mayores haciendo cosas para jóvenes. Pedimos dinero para la DANA pero lo gastamos en cosas para etarras. Hemos pagado cero euros de impuestos. Cero”. En la misma línea, advierte de las consecuencias de que el caso saliera a la luz: “Si sale algo, lo que no puede permitirse el partido es que esto salga sin que el partido actué. (…) Revuelta pagó cero euros de impuestos. Es heavy”, además de mencionar que la organización “pidió dinero a los valencianos y no se los gastó en…”. Mariscal, lejos de desmentirlo, suma su propia hipótesis: “O Revuelta estafó a Hacienda diciendo que tal…”.

Pese a lo evidente de los audios, Villa asegura a este periódico que solo buscaba "conocer y cumplir con todas las obligaciones de la asociación". "Se debía cumplir con los fines sociales de inmediato" y "exigí a los directivos de la DANA y a su Presidente cumplir con las obligaciones con Hacienda y con los damnificados de la Dana", añade.

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