Si algo ha quedado claro tras la presentación de resultados del sector financiero hasta junio es la recuperación del mercado de vivienda, al menos en la primera mitad del año. Las grandes entidades financieras han ido dejando constancia de la mejora de la contratación de hipotecas entre enero y junio, lo que en la práctica se traduce en un mayor número de operaciones sobre vivienda entre los españoles.
El propio Banco Sabadell ha justificado su beneficio récord, de 791 millones de euros, en la primera mitad del año por el fuerte ritmo de crecimiento de su negocio de hipotecas. La entidad alicantina ha cerrado junio con un beneficio un 40,3% superior a la cifra con la que cerró el primer semestre de 2023. La propia entidad explicaba en sus cuentas semestrales que esta mejora del beneficio hasta junio se debe al fuerte ritmo de crecimiento del negocio -especialmente en financiación a pymes y empresas- y en el sector hipotecas.
Las cuentas de la entidad destacan una positiva evolución de la actividad hipotecaria entre sus clientes, una tendencia que ha quedado consolidada trimestre a trimestre. Así, en el primer semestre del año, la concesión de hipotecas por parte del Banco Sabadell creció un 14% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, hasta los 2.407 millones de euros. La mejora no solo queda constatada en el volumen del banco, sino que también aumentó el importe medio concedido por hipoteca, concretamente un 17%, tal y como revelan las cifras acumuladas hasta junio al detalle.
CaixaBank prevé un aumento de hipotecas
También CaixaBank, otra de las grandes entidades a nivel nacional, ha constatado una mejora del mercado hipotecario en sus cuentas semestrales. De hecho, esta ha sido una de las claves de negocio del banco en la primera mitad del año. La nueva producción de crédito de CaixaBank ha registrado un buen comportamiento hasta junio, especialmente en el caso de las hipotecas, que aumentan un 42,8% respecto al primer semestre de 2023, hasta alcanzar los 6.648 millones de euros. En el caso del negocio de hipotecas del banco, la cartera de crédito sana de CaixaBank ha dejado de caer en el segundo trimestre del ejercicio, lo que constata un cambio de tendencia que la entidad ha explicado principalmente por la recuperación de la nueva producción en el año.
Del total concedido por CaixaBank en hipotecas hasta el mes de junio, dos tercios correspondieron a préstamos a tipo fijo, una fórmula que permite a los clientes saber desde el primer momento cuánto pagarán cada mes durante toda la vida del crédito sin estar sujetos a las fluctuaciones de los tipos de interés, evitando así fuertes variaciones -y sorpresas- en los pagos mensuales de su hipoteca. Una defensa que la entidad ha reiterado trimestre a trimestre, especialmente desde que arrancó la espiral alcista del euríbor.
Precisamente el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, aseguró durante la presentación de resultados que las previsiones del banco pasan por seguir mejorando su cartera hipotecaria. Y es que todas las estimaciones nacionales e internacionales coinciden en una caída de los tipos de interés en los próximos meses, con la consiguiente caída del euríbor. “El año que viene vamos a tener una caída más pronunciada del euríbor", aseguraba públicamente Gortázar.
El directivo ha dejado constancia de la recuperación de la producción hipotecaria, en sus palabras "con muchísima fuerza" -como queda constatado en las cuentas presentadas en la temporada de resultados- por lo que se atreven a anticipar que "la recuperación va a permanecer de muchas maneras”. Una recuperación que la entidad prevé mantener tanto este como el próximo año, en línea con la evolución esperada del euríbor. El propio CEO anticipa una caída del euríbor por debajo del 3% al cierre de este mismo año, constatando también un descenso continuado en 2025 desde los niveles actuales. Es aquí cuando, previsiblemente, se empezarán a notar los efectos de la bajada del euríbor en las hipotecas. "Las hipotecas se van a repreciar a la baja”, ha confirmado el directivo.
Gortázar llama a evitar "una crisis de vivienda"
Más allá de la evolución del negocio hipotecario del banco, el directivo ha asegurado también que, en estos momentos, "hay demanda de vivienda" a nivel nacional, con un fuerte llamamiento a la acción por parte de todas las administraciones públicas a todos los niveles. Es aquí donde Gortázar reclamaba "decisiones a medio plazo" a todos los niveles de la Administración Pública, incluida la Unión Europea, con el objetivo de que "el problema no cristalice en una crisis de vivienda". "Tenemos que ser capaces de dar vivienda a las personas que lo necesitan. Nosotros solo somos una parte de la cadena. La gente tiene que tener derecho a una vivienda en condiciones", reiteraba Gortázar para reclamar también una mayor inversión extranjera en el sector inmobiliario nacional: "Se necesita capital extranjero para entrar en el mercado con la previsión de obtener rendimientos, no extraordinarios, pero sí rendimientos".
También BBVA, entre la gran banca española, ha constatado una mejora del negocio hipotecario en sus cuentas del primer semestre, con un beneficio que roza los 5.000 millones de euros, también en niveles récord al cierre de junio. En concreto, la entidad se ha quedado en un beneficio atribuido de 4.994 millones de euros tras mejorar su resultado en un 29% interanual. La entidad defiende en sus cuentas que más de 75.000 familias han podido comprar una vivienda con una hipoteca concedida por el banco en la primera mitad del año, dejando también constancia de una mejora de las cifras.
Por su parte, las cuentas de Bankinter reflejan una mejora de la actividad hipotecaria en la primera mitad del año. La nueva producción ha alcanzado en el primer semestre los 2.800 millones de euros, creciendo desde el primer al segundo trimestre del año, según revelan los datos financieros de la compañía. Así, la cartera hipotecaria residencial del Grupo Bankinter ha aumentado un 4% frente a la primera mitad de 2023, hasta los 35.600 millones de euros, con crecimiento en todas las geografías, incluido España. Una evolución que la entidad explica tanto por el mayor impulso de la nueva producción como al menor ritmo de las amortizaciones.