El comisionado del Gobierno para la reconstrucción, José María Ángel Batalla, ha presentado un escrito para comunicar su dimisión, según ha avanzado la Cadena SER y al que ha tenido acceso ElPlural.com. El hasta ahora responsable de la coordinación para las tareas de reconstrucción por la DANA de Valencia del pasado 28 de octubre ha remitido una misiva al Ministerio de Política Territorial mediante el cuál informaba de su renuncia después de que trascendiera que la Fiscalía Anticorrupción ha abierto una investigación por su acceso y promoción a la función pública de la diputación de Valencia a principios de los 80.
Ángel Batalla, histórico dirigente socialista, ha presentado su dimisión como Comisionado Especial para la Reconstrucción y Reparación de los daños provocados por la DANA. El también expresidente del PSPV-PSOE y exsecretario autonómico de Emergencias ha decidido dar un paso al lado en medio de la polémica por una titulación universitaria que figura en su expediente y que, según la Agencia Valenciana Antifraude, podría ser falsa.
Cambio de postura
Durante la jornada del martes por la noche, Batalla descartaba abandonar su puesto y defendía no haber cometido ninguna irregularidad en el proceso de acceso a su plaza como funcionario, para la que solo se requería el título de Bachillerato. Sin embargo, 24 horas después, cambió de postura y comunicó su renuncia al Ministerio de Política Territorial, liderado por Ángel Víctor Torres. En el escrito remitido, fechado este jueves 31 de julio, Batalla denuncia haber sido objeto de una campaña de desprestigio con el único objetivo de “dañar y manchar” su trayectoria en la función pública.
La investigación que ha acabado precipitando su salida se inició tras una denuncia anónima trasladada a la Agencia Valenciana Antifraude, que después remitió el caso a la Fiscalía. En el expediente de Batalla figura un título de Diplomado en Archivística y Biblioteconomía por la Universitat de València, supuestamente fechado en 1983. Sin embargo, la institución académica ha confirmado que esa titulación no existía en aquel momento, ya que no comenzó a impartirse hasta 1990.
A pesar de aportar documentación para demostrar que accedió legalmente a su plaza de funcionario y su posterior reclasificación, Batalla no ha dado explicaciones sobre ese diploma ni sobre otras menciones a titulaciones universitarias en varios de sus currículos. Algunas de esas referencias incluyen una supuesta diplomatura por la Biblioteca Nacional, institución que no ofrece formación reglada ni expide títulos académicos, y que apareció incluso en el perfil enviado por el Gobierno con motivo de su último nombramiento.
Esta es la carta de dimisión de Batalla
"Una vez aclarado y documentado mi acceso hace ya 43 años, de forma legal y reglamentaria, a mi puesto como funcionario de la Diputación de Valencia, así como mi posterior reclasificación, he tomado la decisión personal e irrevocable de presentar mi dimisión como Comisionado Especial del Gobierno para la Reconstrucción y Reparación de los daños provocados por la DANA.
Después de más de cuarenta años dedicando mi vida al servicio público, puedo asegurar que ésta es una vocación que no se improvisa, que no se hereda, y que no se compra, sino que se construye día a día, con los pies en la calle y la mirada puesta en las personas, en sus problemas, en sus derechos, en su dignidad.
No necesito grandes discursos para defender mi trayectoria, pues creo que hablan por mí los años vividos en primera línea, las decisiones difíciles, la cercanía a quienes más lo necesitaban, el trabajo callado, las horas sin reloj. Y hablan por mí los principios que nunca negocié: la libertad, la justicia social, la democracia.
He servido - y sigo sirviendo - a la ciudadanía y para ella trabajo. Con entrega. Con respeto. Y con una idea firme que me ha acompañado siempre: que lo público es sagrado, porque es de todos.
Y por ello, frente al ruido, la sospecha o el oportunismo, me quedo con la conciencia tranquila y la memoria de una vida entregada al bien común. Porque servir es lo contrario de servirse. Y en estos tiempos en que algunos confunden lo público con botín o con trinchera, reivindico, sin ambages, el valor de una vida pública honesta, comprometida y transparente.
Ayer ya expliqué y acredité que mi acceso a la Diputación de Valencia fue en todo momento ajustado a la legalidad y al procedimiento, pero como aun así se sigue queriendo sembrar la duda entre la ciudadanía, quiero dejar claro que jamás he falsificado ningún documento y por supuesto jamás me he valido de ningún documento falso para acceder a ningún puesto.
Lamentablemente, las circunstancias políticas han hecho que desde que asumí la responsabilidad del cargo de Comisionado Especial para la Reconstrucción y Reparación de los daños por la DANA se hayan producido reiteradas actitudes de inquina hacia mi persona, con el único objetivo de intentar socavar, dañar y manchar una trayectoria de servicio, si se me permite, diligente y transparente. Y es que hasta el momento de este nombramiento, mi trayectoria en la Diputación de Valencia había sido siempre respetada tanto por mis compañeros y compañeras funcionarios como por los distintos responsables políticos que han estado al frente de ella. Hasta ahora. Hasta este momento y hasta este nombramiento.
El daño que a nivel personal representa este ataque injustificado es enorme. Se está poniendo en cuestión mi trayectoria profesional desde sus mismos inicios, cuando he acreditado fehacientemente que todo se hizo con total respeto a la legalidad y a los procedimientos. Se me está acusando de la comisión de conductas muy graves sin ningún tipo de prueba y sin que se me haya dejado defenderme en el procedimiento de la agencia Antifraude, y con ello se está poniendo en entredicho toda mi credibilidad y honorabilidad.
Y sinceramente, no aguanto. Mi amor a mi partido, a mis compañeros, mi compromiso con mi gobierno y mi Presidente me hacen tomar esta decisión para no ser titular de esta campaña de desgaste incansable que me provoca un gran dolor. Y lo hago por mí y por mi familia.
Por tanto, me voy. Me jubilo. Y voy a defender con todo mi tiempo y mis fuerzas, allá donde proceda, la verdad, mi honestidad y mi honor, que han sido puestos en entredicho por un procedimiento inquisitorial, secreto, mal intencionado y sin derecho de réplica".