Ante el incierto escenario geopolítico y los retos a los que las economías del mundo han de hacer frente, acertar con las previsiones no resulta tarea fácil. A pesar de la convulsión, la incertidumbre y sobre todo al pesimismo generalizado y los oscuros augurios de los expertos, la economía Española ha desbordado las previsiones, anotando uno de los mejores datos de la zona euro en inflación y empleo y superando las expectativas.

Por mucho que la derecha se empeñe en creer lo contrario, las cuentas salen y la confianza inversora en España aumenta gracias a la gestión sólida del Ejecutivo. La reforma laboral, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia o el escudo social son elementos que han permitido conjugar el crecimiento económico con la protección de los más vulnerables así como de las clases medias.

Sin embargo, fuentes, tanto internas como externas, han pecado de pesimistas con respecto a la posible deriva económica del país, aunque con el cambiante marco europeo se antoja complicado acertar con vaticinios.

Errores internacionales

Tras un 2022 marcado por la inflación y la incertidumbre, numerosas autoridades económicas de dentro y fuera de las fronteras se lanzaron a realizar predicciones que han ido rectificando con el paso del tiempo.

Muchos expertos pusieron el foco en una posible recesión técnica que, finalmente, terminó por descartarse. Unas previsiones que el Ejecutivo acertó a calificar en su momento como "catastrofismo y fatalismo”.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) comenzó revisando a la baja las previsiones de crecimiento de la economía española. Sin embargo, mantuvo y ratificó la recuperación de esta. El pasado 11 de octubre el organismo confirmó el fuerte crecimiento que la economía española tendrá durante este año, que crecería un 4,2%.

Con respecto a las previsiones de inflación para España, el organismo esperaba que el 2022 fuese el año en el que la crisis de precio tocara techo, hecho que, hasta el momento se ha cumplido ya que la curva del IPC continúa la senda descendente.

Sin embargo, la propia institución se desdecía hace escasas semanas al elevar la cifra de crecimiento para 2022 y mantener las previsiones del PIB en un 1,1%. A raíz del informe publicado por el FMI, el crecimiento de la economía española en 2022 estaría por encima del 5%. Sin embargo, tal y como ha confirmado la mañana de este viernes el dato avance de Contabilidad Nacional Trimestral del cuarto trimestre de 2022, el crecimiento de la economía el pasado año está 5 décimas por encima de lo previsto por el FMI, un 5,5%.

También la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revisó a la baja sus previsiones macroeconómicas de España el pasado junio. En ese momento, estimaba un crecimiento del PIB del 4,1% en 2022, alejándose del 5,5% que había previsto a finales de 2021 y que, finalmente, ha sido el dato correcto. En noviembre, igual que el resto de organismo, rectificó y elevó la cifra hasta el 4,7%, pero no esperaba un cierre de año tan positivo.

AIRef, Funcas y Banco de España, muy alejados de las previsiones

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIRef), que en un principio se mostraba proclive a no descartar una recesión técnica para España, reculó hace algunas semanas. El organismo modificó al alza sus previsiones de crecimiento económico para 2022 (5,3%) y 2023 (1,6%). Antes de la rectificación, el organismo llegó a reducir el crecimiento económico en el 4,2%, valor que se queda a casi punto y medio de la evolución definitiva conocida.

Asimismo, la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) que, en octubre de 2022, estimaba un crecimiento del 4,5% para el pasado año y del 0,7% para el presente ha fallado claramente en sus cálculos. Tras revisarse el PIB referente al primer semestre del 2022, la fundación se desdecía modificando sus previsiones. Así pues, estimó que el crecimiento de la economía española alcanzase un 5,2% (siete décimas más). Conocidos los datos, se constata que la equivocación del organismo llegó a ser de un punto y, tras la revisión de hace diez días, sigue quedándose a tres décimas.

También el sector empresarial ha errado en sus previsiones, tanto directamente desde la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), como a través de su think tank, el Instituto de Estudios Económicos (IEE), apuntando muy a la baja con sus previsiones. Así, en julio la CEOE estimaba que el crecimiento sería del 4,2% y el IEE, aún más duro, señaló el 3,9%. Poco después, en noviembre, ambos organismos patronales se vieron obligados a rectificar, pero aun así se quedaron cortos al señalar un 4,6%, la CEOE, y un 4,5% el IEE.

Además, el Banco de España también ha estado muy alejado de las cifras finales. El banco nacional revisó ligeramente al alza el PIB, el pasado mes de diciembre, previendo una cifra de 4,6%, casi un punto por debajo del 5,5% actual. Por su parte, la autoridad monetaria española espera que el crecimiento económico se frene durante el 2023, que registrará un PIB de 1,3%

Sea como sea, los organismos nacionales e internacionales avalan la buena salud de la economía española a pesar de la revisión a la baja de los distintos indicadores. No obstante, habrá que esperar al paso de los meses para saber si las previsiones se cumplen o, si, por el contrario, España continúa superando los augurios económicos.