La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) ha publicado este jueves su panel de previsiones de la economía española donde ha confirmado la rectificación de sus estimaciones anteriores y ha elevado el crecimiento del PIB español hasta el 5% en 2022 y el 1,3% en 2023. Los nuevos distan de los anteriores presentados, que exponían un crecimiento del 4,5% para el pasado año (un punto menos) y del 1,1% para el presente (dos décimas menos). Así, se suman a otras autoridades económicas que se han visto obligadas a rectificar sus previsiones a la baja.

Durante 2022, un año marcado por la incertidumbre económica, las previsiones tanto de organismos económicos como de organismos público se han ido rectificando con el paso del tiempo. Múltiples autoridades económicas pusieron sobre la mesa, incluso, la posibilidad de que España entrase en recesión técnica (dos trimestres de crecimiento del PIB negativo), previsiones que no se han producido y que el Gobierno acertó a calificar como “catastrofismo y fatalismo”.

Relacionado Los organismos económicos reculan y elevan las previsiones de crecimiento económico de España para 2022 y 2023

Funcas asegura que el ajuste se debe, según explican en su último informe, a la revisión al alza por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) de los datos de Contabilidad Nacional de los tres primeros trimestres del año pasado, así como a un aumento de las estimaciones de la mayor parte de los panelistas debido a la mejora de las expectativas para el último trimestre: ahora se estima que el crecimiento fue nulo, frente al -0,4% esperado en el Panel de noviembre.

Con las variaciones, en cuanto al perfil trimestral previsto para este año, se espera también un crecimiento nulo en el primer trimestre, seguido de aumentos de en torno al 0,5%-0,6% en el resto. En concreto, y según las proyecciones publicadas este jueves, el crecimiento del PIB procederá por completo de la aportación de la demanda nacional, mientras que el sector exterior tendrá una contribución nula. De su lado, la desaceleración respecto a 2022 se percibirá en el consumo privado, la inversión y el comercio exterior, mientras que el consumo público volverá a tasas positivas, frente al retroceso del año pasado.

La fundación traslada también que la desescalada del Índice de Precios de Consumo (IPC) iniciada en los últimos meses continuará y atenuará la pérdida de la capacidad adquisitiva de las familias y el alza de los costes energéticos de las empresas. La previsión para la tasa de inflación media anual de este año se reduce en una décima, hasta el 4%, y la tasa interanual de diciembre cerraría en el 3,7%. En cuanto a la inflación subyacente, aumenta sus estimaciones en cinco décimas, hasta el 4,5% de media anual. En materia de déficit, los panelistas estiman que el déficit público rondará el 4,3% del PIB.