Durante 2022, un año marcado por la incertidumbre económica, las previsiones tanto de organismos económicos como de organismos público se han ido rectificando con el paso del tiempo. Múltiples autoridades económicas pusieron sobre la mesa la posibilidad de que España entrase en recesión técnica (dos trimestres de crecimiento del PIB negativo), previsiones que no se han producido y que el Gobierno acertó a calificar como “catastrofismo y fatalismo”. Ahora, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), una de las instituciones que deslizó esa posibilidad, ha modificado al alza sus previsiones de crecimiento económico para 2022 (5,3%) y 2023 (1,6%), lo que supone un aumento de nueve décimas y una décima, respectivamente.

Lo mismo le ha sucedido a la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) que octubre de 2022 estimaba un crecimiento del 4,5% para el pasado año y del 0,7% para el presente. Una vez revisadas las cifras del PIB de la primera parte de 2022 por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) y habiéndose moderado los precios energéticos, la fundación ha modificado sus previsiones y estima que el crecimiento de la economía española alcanzase un 5,2% (siete décimas más) en 2022 y se sitúe en 1% (tres décimas más) en 2023.

Además, Funcas, que ha publicado hoy las previsiones para la economía española 2022-2024, espera que la economía se acelere el próximo año hasta crecer el 1,8%, lo que permitiría recuperar el nivel de actividad previo a la pandemia. No obstante, y a pesar de la revisión al alza, el organismo sigue creyendo que se producirá una desaceleración propiciada por la caída del ahorro de los hogares que sostenía su consumo. De esto ha culpado al encarecimiento de la cesta de la compra y al descenso de la renta disponible bruta de los hogares. "Es decir, ha dejado de crecer el colchón acumulado durante 2020 y 2021, que, sumado a la favorable evolución del empleo, había permitido hasta ahora mantener el consumo pese a la pérdida de poder adquisitivo", ha indicado Funcas.

Desescalada del IPC

La fundación traslada que la desescalada del IPC iniciada en los últimos meses continuará y atenuará la pérdida de la capacidad adquisitiva de las familias y el alza de los costes energéticos de las empresas. "Su efecto expansivo compensará el giro más restrictivo en materia de política monetaria y se hará más patente a partir de la primavera", ha subrayado. No coincide con esto la AIReF que eleva las estimaciones de IPC para 2023 en tres décimas, hasta el 4,2%.

En materia de déficit, la AIReF ha empeorado su previsión para las Administraciones Públicas hasta el 4,5% del PIB en 2022, dos décimas superior a la cifra publicada anteriormente, debido a la implementación de los paquetes de medidas aprobados y los últimos datos de ejecución presupuestaria. Funcas vuelve a ser más positivo en este sentido y estima que el déficit público rondará el 4,3% del PIB y la deuda pública se situará en el 110%, cifras que mejorarán en 2024 en línea con la recuperación.