El rey Juan Carlos I introdujo en España grandes sumas de dinero  a través del Aeropuerto de Madrid-Barajas con la ayuda de uno de los testaferros que utilizó para ocultar su cuenta de 64,8 millones de euros en una cuenta suiza, el abogado Dante Canónica.

Canónica le habría llevado fondos de esa cuenta hasta el Palacio de la Zarzuela, según revelan documentos de la investigación que adelanta El Confidencial.

El dinero entró en España en fajos de billetes por los controles del aeropuerto de Madrid sin que una fuera declarado a la Agencia Tributaria, pese a que la normativa fiscal prohíbe introducir más de 10.000 euros en efectivo desde Suiza o cualquier otro país no miembro de la Unión Europea. La Familia Real habría tenido acceso a los 64,8 millones que el rey de Arabia Saudí habría entregado al Rey emérito como una presunta comisión por su intermediación en el proyecto del Ave a La Meca, según sospechan los investigadores. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificó de "inquietantes" y "perturbadoras" las informaciones sobre la presunta cuenta en Suiza del Rey.

El modus operandi

El abogado del Rey iba a las oficinas del banco Mirabaud en Ginebra, retiraba el dinero que necesitaba Juan Carlos I y posteriormente viajaba a Madrid para entregárselo en mano. Las entregas quedaban registradas en un sistema de contabilidad interno muy rudimentario: el Rey, al recibir el dinero de Canónica, firmaba un recibe sin membrete con la fecha y el importe, simplemente para que este quedara registrado.

Dante Canónica no habría sido el único en encargarse de traer dinero al Rey desde Suiza, ya que también se ocupó de realizar estas operaciones Arturo Fasana, socio del abogado y gestor financiero. Aunque en este caso, las entregas se habrían producido en la localidad suiza de Villars-sur-Ollon.

Las entregas se solían realizar con una periodicidad de dos meses, aunque en ocasiones, se hicieron semanalmente.