El Rey Felipe VI informó al Gobierno de Pedro Sánchez de la existencia de la fundación Lucum, que su padre, Juan Carlos I, usó para ocultar los casi 65 millones de euros donados por el Rey de Arabia Saudí y que la Fiscalía suiza vincula con la obra del Ave a La Meca.

Felipe VI emitió en marzo de 2019 un comunicado, a raíz de las informaciones publicadas por varios medios, entre ellos el británico The Telegraph, respecto a que el Rey aparecía como beneficiario de dos fundaciones: Zagatka y Lucum. Esta última está investigada por recibir la presunta donación de Arabia Saudí.

En ese comunicado, de tres páginas de extensión, Felipe VI recordaba que en su discurso de proclamación ante las Cortes Generales destacó que "la Corona debe velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente", añadiendo que "solo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones".

El Rey informó a "las autoridades competentes"

El Rey informaba que tuvo conocimiento un año atrás de su vinculación con Lucum  a través de una carta, fechada el 5 de marzo de 2019, remitida por el  despacho de abogados Kobre&Kim (U.K.) sobre una designación "desde el momento en el que se produjese el fallecimiento" de Juan Carlos I, y que se desvinculó de ella ante notario. 

En el comunicado, Felipe VI decía que había enviado una copia de su carta a su padre y "a las autoridades competentes", que no eran otras que e Gobierno de Pedro Sánchez. Según adelanta El Confidencial, el jefe de la Casa Real, Jaime Alfonsín, se lo comunicó a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. La Casa Real dio cuenta de esta manera de la existencia de Lucum al Ejecutivo. 

El Rey renunció a activos "sin consonancia con la legalidad"

Felipe VI acudió al notario el 12 de abril de 2019 para certificar que había dirigido una carta a su padre, a fin de que "si fuera cierta su designación o la de la princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum, dejara sin efecto tal designación". Y que no aceptaría "participación o beneficio alguno en esa entidad, renunciando asimismo a cualquier derecho, expectativa o interés que, aun sin su consentimiento o conocimiento, pudiera corresponderles ahora o en el futuro en relación con la Fundación Lucum".

El Rey afirmó ante notario no haber tenido conocimiento "ni prestado consentimiento a participar, en nombre propio o en representación de terceros, en particular de su hija", la princesa Leonor, "en ningún activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad pudieran no estar en plena y estricta consonancia con la legalidad o con los criterios de transparencia, integridad y ejemplaridad que informan su actividad institucional y privada". 

Juan Carlos I terminó transfiriendo el dinero a Corinna

Lucum fue constituida para que actuara como sociedad pantalla de una cuenta en Suiza en el banco Mirabaud que tras ser constituida ingresó una donación de 64.884.405 euros efectuada por el rey de Arabia Saudí en favor del Rey de España.

En 2011, el abogado Dante Canonica y el gestor financiero Arturo Fasana, administradores de la fundación, formalizaron un acta para dejar constancia de el titular auténtico de la mercantil era el rey Juan Carlos. El "segundo beneficiario" de la fortuna era su hijo, Felipe VI.

El depósito en el banco Mirabaud de Ginebra generó rendimientos millonarios en los cuatro años que estuvo operativo, a pesar de las continuas retiradas de efectivo del monarca. Tras el escándalo por su accidente en Botsuana, en abril de 2012, los responsables de la entidad financiera transmitieron su intranquilidad por los fondos, así que el Rey emérito se vio obligado a clausurar la cuenta, disolver Lucum y transferir los fondos a su amiga íntima Corinna.