Problemas judiciales para el Partido Popular a las puertas de las elecciones europeas. Mientras Génova delimita su campaña al caso sobre Begoña Gómez, el Juzgado de Instrucción Número 14 de Madrid estrecha el cerco sobre uno de los activos conservadores para el Parlamento Europeo. Se trata de Pilar del Castillo, candidata del PP este próximo 9J, a quien acusan de administración desleal, denuncia falsa y organización criminal, después de que el tribunal admitiera a trámite una querella presentada por un antiguo socio de quien también fuera ex ministra de Educación, Cultura y Deportes durante el segundo Gobierno de José María Aznar. Entre tanto, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, guarda silencio para protegerla pese a estar imputada.

¿Quién es Pilar del Castillo? Es la pregunta que sobrevuela ahora en buena parte de la opinión pública española, máxime después de que trascendiera la reciente imputación que pesa sobre ella. Pilar del Castillo nació en Nador (el Marruecos español) el 31 de julio de 1952 y ha dedicado un grueso sustancial de su vida a la política. Desde el año 2004, integra la delegación del Partido Popular en el Parlamento Europeo, año en el que salió del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte tras la derrota electoral de los conservadores a manos del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero en las elecciones del 14 de marzo de ese mismo año.

La Tezanos de Aznar

Del Castillo se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en el año 1974. Cuatro años después, en 1980, obtuvo una beca del Programa Fullbright para cursar un máster de Ciencia Política en la universidad de Ohio State, en Estados Unidos. Tres años más tarde, se doctoró en Derecho, también por la UCM; hasta que en 1984 conquistó el Premio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) por su tesis doctoral La financiación de partidos políticos en las democracias occidentales. Un galardón proveniente de una institución que marcaría su trayectoria profesional.

Aún en la década de los 80, Del Castillo accedió a la plaza de profesora titular de Derecho Constitucional en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y en 1994, la de catedrática de Ciencias Políticas y Administración. Un año después, y hasta 1996, se puso al frente de la Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, editada por Antonio Fontán. Este mismo curso, el Gobierno del Partido Popular, encabezado por José María Aznar, le entregaría las riendas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en la primera legislatura de la Democracia española gobernada por los conservadores.

Del Consejo de Ministros, a Estrasburgo

En el CIS se mantuvo hasta el año 2000, cuando, en plena segunda legislatura del Partido Popular, Aznar la nombró ministra Educación, Cultura y Deporte. Durante su mandato, entre otras cuestiones, se aprobaron iniciativas como los Reales Decretos de Enseñanzas Comunes (diciembre de 2020), la Ley Orgánica de Universidades, la de Formación Profesional o la de Calidad de la Educación. En el plano cultural, por su parte, dio viabilidad a la Ley del Cine y la Ley del Museo del Prado. Cabe señalar que, durante su mandato, se acometieron las ampliaciones tanto de El Prado como del Museo Reina Sofía, amén del proyecto del Museo del Traje.

El 14 de marzo de 2004, el Partido Socialista se impuso en las elecciones generales, dando por amortizadas las dos legislaturas de José María Aznar. Aprovechando que ese mismo año, aunque dos meses después, se celebraban comicios también en Europa, el Partido Popular recolocó a Del Castillo en las listas populares al Parlamento Europeo. La exministra resultó elegida y, desde entonces, engrosa el destacamento conservador en Estrasburgo, donde incluso ha formado parte de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor como miembro suplente en la novena legislatura, entre otros cargos.

La protección de Feijóo

Entre tanto, mientras Génova redobla su estrategia de acoso y derribo contra la esposa de Sánchez, mantiene un espeso manto de secretismo para con su exministra. Ni en público ni en privado. Nadie del Partido Popular ha abierto la boca para valorar la situación procesal de Pilar del Castillo. Sólo se han pronunciado para cuestionar que el proceso, en todo caso, debería estar en el Tribunal Supremo. Tímida argumentación que queda enterrada bajo las constantes exigencias de dimisión hacia el presidente del Gobierno por la citación de Begoña Gómez como imputada.

No ha habido declaraciones al respecto, pero sí se ha mantenido la agenda intacta de la también candidata del PP a las elecciones europeas. De hecho, Del Castillo participó este pasado martes en un acto de la formación conservadora en Aragón, pese a la investigación abierta tras una querella en la que un empresario del sector tecnológico la acusa de conspirar contra él para echarle de la empresa. Altos cargos de la formación o integrantes de la lista popular al Parlamento Europeo han optado por volar fuera del radar, mientras apelan a la “responsabilidad política” de Sánchez por la causa abierta contra su Esposa tras la denuncia del pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias.

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