Salvador Illa ha arrasado en Cataluña y, pese a que la conformación de un Gobierno en Cataluña se antoja complicada, las grandes personalidades socialistas celebran el hito histórico de haber ganado en votos y escaños. En el trasfondo, el triunfo de un proyecto y un discurso muy concretos permite respirar aliviado al PSOE, que ve recompensados los esfuerzos realizados por acercar la estabilidad a Cataluña. Así lo entiende el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que se ha mostrado satisfecho con el resultado emanado de las urnas.
“Hay un resultado que tiene un alcance transcendental porque es histórico, el PSC ha ganado por primera vez en votos y en escaños, reafirmando el proyecto de centralidad e inclusión y un discurso en favor del diálogo”, ha valorado inicialmente en una entrevista concedida a Radio Cable. La clave para Zapatero está ahí, en el discurso y el proyecto defendido por los socialistas desde Madrid y Barcelona, en favor de “esos valores, a veces atacados, como la palabra, el dialogo, la reconciliación o el respecto”.
A lo lejos, el partido de la oposición nacional, que no pasa del cuarto puesto en tierras catalanas, continúa apostando por incendiar el debate. El próximo 26 de mayo, con las elecciones europeas en la cabeza (9 de junio), el Partido Popular (PP) ha convocado una manifestación y apuesta por la “movilización permanente”. “No sé qué sentido tiene”, se ha preguntado Zapatero, atónito por esta deriva que quieren instaurar los de Alberto Núñez Feijóo mientras “estamos mejor en el camino de la estabilidad y el respeto”, algo que “ninguno podría imaginar hace seis o siete años”.
Pactos para conformar Gobierno
Más allá de los festejos propios de la resaca electoral, el comienzo de una nueva semana apremia a Illa a ponerse a trabajar para buscar mayorías que le lleven a la Generalitat. Varias posibilidades sobrevuelan el Parlament: un tripartito conformado por las fuerzas progresistas (PSC, ERC y Comunes), un Gobierno del PSC en solitario con el apoyo externo de los de Aragonès, que aseguran que se irán a la oposición, y Albiach y, quizá la más rocambolesca de todas, un pacto entre los socialistas y Junts apartando a Puigdemont.
Desde el PSC todavía no se han atrevido a descartar ninguna de las opciones, evitando quemar campos antes de tiempo, y esta ha sido la misma posición defendida este lunes por Zapatero. “Soy defensor, más allá de cualquier fórmula, de un diálogo abierto, sincero y constructivo”, ha indicado, “con ERC y con Junts”, ha zanjado al respecto. Junts no ha conseguido el objetivo que se marcaron para que el expresident retorne victorioso y los republicanos ha sufrido un duro varapalo del que no ha querido hacer sangre el que fuera presidente del Gobierno.
“ERC es un partido de tradición histórica que ha tenido un retroceso, otras veces recuperación, pero eso nos pasa a todos los partidos. Ha tenido las consecuencias del desgaste de Gobernar en solitario en Cataluña, con problemas”, ha justificado el desmoronamiento de los de Pere Aragonès. No obstante, ha trasladado que su formación tiene un “largo aliento” y, en consecuencia, Illa dialogar con ellos y “con todos”. “Va a ser un proceso largo y difícil”, ha reconocido, “pero confío en la capacidad de Illa y en la responsabilidad de todos”.
Además, Zapatero no considera que este resultado ponga en riesgo la estabilidad del Ejecutivo nacional y sus mayorías en el Congreso de los Diputados. “No podemos establecer conclusiones previas, se hace camino al andar”, ha citado a Antonio Machado. “Evidentemente hay situaciones que se ven afectadas, pero mi intuición es que Junts, a la hora de pactar la investidura, transcendía las elecciones de Cataluña. Por tanto, hay que mantener la actitud de seguir avanzando en esa dirección”, ha instado el expresidente.
Sobre los malos resultados de la izquierda a la izquierda del PSOE (Comunes), que con seis escaños se quedan en la sexta plaza, Zapatero entiende que se requiere un “nuevo impulso” y, “quizás, un nuevo análisis”. “El partido fundamental de la izquierda es reforzado, lo que tiene un gran valor para la competición a nivel nacional”, ha valorado. Más allá de las competencias en el espacio que sus actores definen como “progresista”, el expresidente ha llamado a un combate conjunto en la próxima contienda, las elecciones europeas.
“Tenemos unas elecciones europeas que son relevantes y veo que en esta campaña la convicción progresista va a tener una capacidad de diálogo muy importante”, ha predicho, anticipando que “en juego está la paz y la democracia, frente a una derecha amenazante, y la sostenibilidad, frente a una economía solo de consumo”.