La moción de censura presentada por Vox con Ramón Tamames como candidato independiente no está siendo solo el discurso de cada uno de los participantes. En este sentido, hay otros momentos que no han pasado desapercibidos, como sucede siempre en este tipo de jornadas. Uno de esos episodios es el que ha tenido lugar por parte de Pedro Sánchez cuando Santiago Abascal tomaba la palabra por segunda vez. Al presidente del Gobierno se le lee perfectamente lo que dice mientras hablaba su homólogo en la extrema derecha.

Fuera del hemiciclo y dentro de las redes sociales, la moción de censura que pasará a la historia por ser la más decepcionante de la historia de la democracia -para muchos, más incluso que la de 2020- la sesión se ha seguido poco menos que como un partido de tenis o una película, y es que a muchos les han faltado las palomitas.

Uno de ellos ha sido Quique Peinado, quien ha subido a Twitter frases e imágenes que no han dejado indiferente a nadie y que se ha llevado el aplauso de la red social. Con la premisa siempre clara de ser crítico y, de paso, hacer reír, el informador ha comparado el discurso de Tamames con “Calamaro en los Rodríguez” y ha defendido que no aplaudía “para guardar fuerzas” antes de comenzar a hablar.

Las mentiras de Abascal

En lo que respecta a la moción, Abascal ha sido el primero en salir a la tribuna este martes. No ha utilizado demasiado su primer turno para dar entrada a su candidato -que no le ha aplaudido en todo el debate- más allá de un par de referencias. Por el contrario, sus 45 minutos han estado cargado de bulos contra el Ejecutivo, ataques a los medios de comunicación y descalificaciones por hechos como el código de vestimenta de los diputados.

Como no podía ser de otra manera, Vox ha empleado la moción de censura para ir contra el feminismo, la ley del solo sí es sí, la ley trans, el aborto, la eutanasia y cualquiera de los avances que el Gobierno de coalición ha planteado o logrado en los cuatro años de legislatura. A esto hay que sumarle algún que otro delirio en referencia al coronavirus o al terrorismo yihadista, entre otras cuestiones.

Un vacío de dos intervenciones, más unos pocos minutos que Abascal ha completado desde su escaño, que el presidente del Gobierno ha llenado con datos y políticas que el Ejecutivo ha puesto en marcha desde que está en Moncloa, más allá de las diferencias palpables entre socios. Así las cosas, Sánchez ha sido muy contundente a la hora de preguntar “qué hubiera pasado si hubiera salido adelante la primera moción de censura de Vox”, en 2020.

Contra Feijóo

Lo poco que ha tenido en común el discurso del líder del Ejecutivo y el de Abascal es que los dos han afeado su postura al PP de Alberto Núñez Feijóo quien, por cierto, no ha acudido a la Cámara Baja.

Comenzando por el líder de la ultraderecha, que es el primero que se ha referido al hemiciclo, Abascal ha realizado su último intento para captar el voto del PP, aunque parece que la intención carecerá de éxito, pues los populares no se moverán de la abstención. "Esto del circo, y lo lamento, quién más lo ha esgrimido y ha indicado a sus periodistas que lo defiendan han sido los muy serios y moderados del Partido Popular", ha dictado en una retahíla que ha pasado por acusar a la formación conservadora de querer pactar con su partido y el PSOE “al mismo tiempo”.

“Para ofrecer pactos a Sánchez están los diputados que convierten esto en un mercadillo”, ha esgrimido mientras emplazaba al principal partido de la oposición a ejercer como tal y dejar clara a los electores su postura.

Por su parte, Sánchez ha lamentado el seguimiento del PP a la extrema derecha, calificando la abstención del partido como un “pago en diferido” del que Vox “exigirá un segundo pago”. Antes, con tono de sorna, el líder del Ejecutivo había calificado a los populares como un “potenciador del sabor extremo y radical” y un “ultraprocesado a la dieta mediterránea”. Asimismo, ha afeado que se hayan movido del “no” de Pablo Casado.

Tamames, no tan protagonista

Si no fuera porque era el candidato de la moción de censura, Tamames parece haberse quedado casi en un segundo plano. El ex del PCE ha lanzado pocos ataques a Sánchez -lo cual él mismo ha agradecido- y no se ha movido demasiado del discurso que se había filtrado hace unos días, aunque sí había algún cambio que, parece, habrían hecho desde la formación.

Con todo, en su respuesta Sánchez también se ha mostrado mucho más pausado que en la réplica a Abascal, llegándole a agradecer el tono adoptado en la Cámara pese a estar en contra en la mayoría de los puntos y dejar igualmente algún que otro repaso histórico, apelando de este modo al líder ultraderechista Blas Piñar.