La separación de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa fue una de las últimas noticias del mundo del corazón que se acogieron con sorpresa al terminar el 2022, una ruptura que envuelve a la familia aristócrata aún más en el ojo mediático que ahora Tamara Falcó e Íñigo Onieva se han reconciliado. 

Ante tal culebrón, las reacciones no han parado de sucederse, siendo la esgrimida por Jorge Javier Vázquez una de las más comentadas. El presentador de Sálvame, a través de su blog en la revista Lecturas, ha analizado con lupa el entramado familiar que implica a la marquesa de Griñón, por un lado, y al escritor Nobel, por otro. 

De Nobel a ser "el señor que sale colgado del brazo"

"Me dio mucha penita ver a Vargas Llosa participar en el reality de Tamara Falcó. Pero el escritor ya tiene los suficientes años para saber decir que no, o sea, que si estuvo ahí es porque quiso. O porque le fallaron las fuerzas para montar un pollo y prefirió tragar antes que rebelarse, que también puede ser", comienza valorando en relación con el documental que la aristócrata estrenó sobre su vida en Netflix.

Al analizar las imágenes del literato en la producción audiovisual, Vázquez asegura "el escritor florero" debería "agradecer" al equipo de montaje que "no quisieran hacer sangre con sus risas" porque "es la viva imagen de un ser humano acorralado": "Una estampa muy ridícula para alguien que tiene muy alta consideración de sí mismo", defiende. 

"Dicen que Vargas Llosa ha acabado hasta el mismísimo del universo Preysler", recuerda el presentador de Mediaset, nombrando así uno de los motivos que habrían dinamitado la relación. "Pero ya sabía dónde se metía", reconoce a continuación, a la par que asegura que el escritor se podría haber cansado de ser "un adorno premium" más a la sombra de la familia Preysler. "Desde que empezara a salir con Presyler ha dejado de ser un premio Nobel para convertirse en el señor que sale colgado del brazo junto a nuestra 'socialité' más deseada", argumenta en su artículo. 

Para concluir, el autor de Antes del olvido remata su texto asegurando que le resulta "muy valiente" lo que la ya expareja ha hecho: "No hay edades para una ruptura ni para iniciar una vida nueva. Lo que han hecho Preysler y Vargas Llosa es para enmarcar. Romper con lo que no te satisface es el principal síntoma de estar vivo. No me parece poca cosa", finaliza.