Durante la gala de Supervivientes de este jueves, Jorge Javier Vázquez ha paralizado el programa para lanzar una reflexión sobre el último movimiento de Olga Moreno para, en coordinación con su exmarido Antonio David Flores, alimentar una imagen de mala madre que ambos llevan años intentando adjudicar a Rocío Carrasco. El presentador de Telecinco ha comenzado su discurso afirmando que ha “aprendido muchísimas cosas” viendo la docuserie donde la hija de Rocío Jurado cuenta su experiencia con la violencia machista y ha asegurado que desde entonces sabe que en este contexto “las cosas no suceden de manera casual”.

“Ayer Rocío Carrasco estaba en esta cadena preparando su interpretación en Sálvame Mediafest y se la veía cantando, riendo, saltando y pasándoselo muy bien. Y qué curiosidad que ayer, mientras Rocío Carrasco estaba trabajando en Telecinco, la ganadora de Supervivientes del año pasado colgaba una foto en Instagram con el hijo de Rocío Carrasco”, ha señalado Jorge Javier Vázquez para sacar a relucir un detalle de Olga Moreno que no es inocuo, explicando posteriormente la lectura que hace de este suceso.

La interpretación que ha extraído de ello el conductor de Supervivientes es que “mientras la madre ríe y se lo pasa bien trabajando en la televisión”, Olga Moreno se queda “con su hijo”, dando a entender que ella sí que es “una buena compañía y una buena cuidadora”, en contraposición a Rocío Carrasco. El mensaje que la exmujer de Antonio David Flores, padre de los dos hijos de Carrasco, pretende hacer llegar al público con la publicación de la fotografía es, una vez más y según lo que sugiere Jorge Javier Vázquez, perpetuar una imagen de mala madre sobre la también expareja de su exmarido. “¿Cómo se llama esto? Tiene un nombre”, ha concluido el presentador para hacer referencia a la violencia vicaria, un tipo de violencia que se caracteriza por provocar el sufrimiento de una mujer mediante la utilización de sus hijos.