El Partido Popular (PP) continúa prometiendo bajadas de impuestos masivas, sin especificar a quién ni cómo. Sin embargo, Alberto Núñez Feijóo ha dejado claro que poner el foco fiscal en los que menos tienen, redistribuyendo la riqueza de los más adinerados, no es su propuesta. La fiscalidad progresiva desplegada por el Gobierno de coalición es, para el líder moderado, “un experimento de ingeniería fiscal social, económica y política” que, además, viene “impuesto por la presión de las minorías”. El presidente considera “bloques absurdos” a las millones de personas beneficiadas por una fiscalidad más justa.

“Para un demócrata, cualquier minoría es respetable, pero no a cambio de violentar los consensos sociales mayoritarios”, asegura Feijóo. Se desconoce si para el aspirante a presidente los 2,5 millones de perceptores del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que han visto incrementado su sueldo del 735 a 1.080 euros (+47%), los 1,8 millones de beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV), la mayoría niños expuestos a situaciones de pobreza, o todos los trabajadores que ingresan menos de 21.000 euros anuales, la mitad de la población en 2021 según el INE, y se les ha reducido el IRPF son “minorías” ubicadas en las “trincheras”.

Quizá, las “mayorías” a las que se refiere el líder del PP son las mismas que ha defendido su competidora, Isabel Díaz Ayuso, que ha cargado contra el impuesto a las grandes fortunas de más de tres millones de euros y se niega a aplicar. Un 0,1% de la población, 21.000 ricos. O quizá sean los beneficiarios de las becas para ricos en la educación privada, las familias perceptoras de ayudas para contratar personal del hogar con ingresos de hasta 100.000 euros anuales o aquellos ricos que atesoran más de 700.000 euros a los que se ha retirado el Impuesto de Patrimonio que no paga ningún ciudadano por debajo de esa cifra (sin contar además la vivienda habitual).

El PP, donde gobierna, lo hace para una sola minoría: los más ricos

Desde luego, las madres solteras no entran dentro de las “mayorías del PP”, pues para recibir la beca comedor de la Comunidad de Madrid, Ayuso les exige que no cobren más de 500 euros al mes. “Ese es mi criterio, lo ha sido siempre y lo sigue siendo hoy porque creo que refleja la opinión de una mayoría de españoles hartos de confrontación y de imposiciones”, ha reiterado Feijóo en un discurso vacío y cargado de expresiones grandilocuentes, pero sin ningún detalle sobre cuál será su fiscalidad, quién es su mayoría o de qué manera pretender bajar impuestos y reducir la deuda sin recortar en lo público.

Sea cual sea su propuesta, el líder del PP asegura que “ese cambio que supera trincheras y bloques absurdos, que preserva los acuerdo mayoritarios me representa”. Los propietarios de viviendas pueden estar tranquilos, que no tanto los alquilados que no pueden afrontar la renta; de igual manera que los empresarios, en detrimento de los trabajadores con los sueldos más bajos y ubicados en los sectores más precarios. El PP continúa receloso a revelar su verdadero plan económico, pero un vistazo rápido a las políticas de Ayuso y los arrebatos de sinceridad de Feijóo dan una idea de la línea que seguirá si la Moncloa alberga a un presidente popular aupado por la extrema derecha.

La mayoría más rica

“El PP, allá donde gobierna, lo hace para una sola minoría: los más ricos”, ha resumido Yolanda Díaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social. La líder de Sumar no ha encontrado otras palabras para reaccionar a las declaraciones, visiblemente ofendida con las palabras del político gallego. En contraposición, Díaz ha propuesto que el impuesto a las grandes fortunas, esa mayoría del 0,1% de la población de la que habla Feijóo, tenga un carácter permanente.

“Frente a la ausencia de proyecto del señor Feijóo, cuyas únicas propuestas coinciden con las desplegadas y que causaron la caída del Reino Unido, la bajada generalizada de impuestos [...], debe contribuir más quien más tiene”, señalaba la ministra la pasada semana, conocedora del plan de Feijóo. La creación de un observatorio de márgenes empresariales, principales causantes de la inflación en España, según la OCDE, que esté vinculado a la revalorización de los salarios.

De la propuesta fiscal de la candidata a las elecciones, por el momento ha transcendido “un impuesto a las grandes fortunas de carácter permanente” que garantice el carácter redistributivo del Estado del Bienestar, haciendo que los que más tienen paguen más. A esto hay que añadir la intención de “reformar en profundidad el impuesto de sociedades para que las grandes empresas aporten más y las pequeñas menos; aumentar la progresividad en el IRPF, pues el 85% de su recaudación viene de las rentas salariales y esto no es justo en términos democráticos; y la innovación en formas alternativas de fiscalidad, en transición digital y verde, pero también fiscalidad feminista”.