Es difícil concentrar tantas falsedades en minuto y medio como hace aquí Alberto Núñez Feijóo”. Certero, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha respondido a las palabras que el líder del Partido Popular (PP) arrojó este lunes en la Cadena Ser. Como si no recordase la reforma de las pensiones que aprobó su partido en 2013 y que congeló la subida de las prestaciones en un 0,25%, Feijóo ha asegurado que, siempre que ha gobernado, “el Partido Popular ha subido las pensiones de acuerdo con el IPC, incluso en algún caso superior”.

Esta afirmación, que no fue desmentida, es falsa. Los datos del Índice de Precios (IPC) medio anual durante los Gobiernos de Mariano Rajoy, artífice de la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas, no son opinables y las subidas que durante este periodo aprobó el Ejecutivo del PP tampoco. Este martes, Escrivá se lo ha recordado a Feijóo. “El PP estableció que las pensiones sólo subirían un 0,25%, independientemente del IPC. Esto tuvo graves consecuencias: incertidumbre para los pensionistas y manifestaciones semanales de este colectivo”, ha recordado el titular de Seguridad Social.

Por el contrario, la reforma de las pensiones aprobada durante esta legislatura es la única que refleja como tal, negro sobre blanco, que las prestaciones de los jubilados se revalorizarán anualmente conforme al IPC. Así lo han hecho en 2023, experimentando un incremento desde el 1 de enero del 8,5%, el mismo valor de la inflación media en el año anterior. Sin embargo, “el PP votó en contra de esta ley (ley 21/2021), que garantiza el poder adquisitivo de los pensionistas”, ha destacado Escrivá.

El líder de los populares intentó explicar el modelo que propone su partido, pero no acertó a dar detalles concretos. Su propuesta es “todo aquello que nos permita revalorizar las pensiones, para no perder poder adquisitivo, y garantizar la sostenibilidad”, lo que asegura que se debe “hacer a la vez porque si decimos que vamos a incrementar las pensiones y actualizarlas al IPC, pero no garantizamos su sostenibilidad, le estamos mintiendo doblemente a los pensionistas”. Sobre el cómo, Feijóo no ha señalado nada.

El ministro también ha dado respuesta a esto, ensalzando el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que se contempla en la nueva reforma y que, con el visto bueno de Bruselas, tiene la función de garantizar la sostenibilidad de las pensiones, junto con otros muchos aspectos que fueron aprobados por las instituciones europeas. Mientras, el PP asegura poder rebajar impuestos de forma generalizada, aumentar las prestaciones y a la vez sostener el sistema. Un imposible para el que no hay respuesta de los líderes populares. “Sin más ingresos, la sostenibilidad significa realizar recortes, aunque lo oculten”, aclara Escrivá.

La “trazabilidad” a la que se agarra Feijóo para defender su proyecto no arroja datos positivos en lo que a pensiones se refiere. Atendiendo a la reforma de 2013, de esta trazabilidad emana una revalorización congelada al 0,25%, un “factor de sostenibilidad para recortar las pensiones futuras de los jóvenes”, y un “daño en la credibilidad del sistema de pensiones español en Europa”. “No aprobaron la revalorización de las pensiones con el IPC y no quieren garantizar la sostenibilidad con más ingresos. La alternativa, aunque no la verbalicen, son menos gastos, es decir, recortes en las pensiones”, ha resumido Escrivá.

La propuesta del Gobierno, que ya es ley, es otra. “La financiación de las pensiones, su sostenibilidad, tiene efectos redistributivos, que hay que tratar en el ámbito democrático del Pacto de Toledo”, ha señalado. No obstante, si el PP volviese a la Moncloa y, “como parece, planea recortes”, tan solo ha pedido “que no se hagan como en 2013”, aludiendo a “supuestos expertos u otras instancias sin legitimidad democrática”.

Principales puntos de la reforma de las pensiones

Más allá de la revalorización conforme al IPC, la reforma aprobada por este Gobierno, consensuada con los sindicatos y Bruselas, contempla muchas variaciones. Las personas que alcancen la jubilación podrán escoger entre calcular su prestación conforme al periodo de los últimos 25 años o siguiendo la fórmula Escrivá. La segunda opción es muy similar a la que ya conocíamos y consiste en situar el periodo de cálculo en los 29 años (en vez de 30), de los que el trabajador podrá descartar los 24 peores meses y, de esta forma, quedarse con un intervalo que contemple los últimos 27 mejores años de la carrera laboral.

Con respecto a las pensiones mínimas contributiva, estas han experimentado un alza que roza el 60% de la renta mediana mientras que las no contributivas crecerán hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza y, al aceptarse la petición de los sindicatos, a partir de ese año superarán los 14.000 euros. Además, la nueva reforma de las pensiones también aboga por la protección de las mujeres y la erradicación de la brecha de género, las principales damnificadas por las reducciones de jornadamaternidad y cuidados. De esta forma, se mantiene el modelo actual de cobertura de lagunas.

El mecanismo que garantiza la sostenibilidad (MEI) consiste en una recarga del 0,6% sobre las cotizaciones (0,5% a cargo de la cuota empresarial y 0,1% a cargo del trabajador). Este incremento de las cotizaciones se irá incrementando con este mismo reparto una décima al año hasta duplicarse y colocarse en el 1,2% en el año 2029 (a un ritmo de subida de una décima cada año). Este estará auxiliado por la cuota de solidaridad, que se aplicará a la parte del salario que actualmente no cotiza por superar el tope máximo de cotización (los que más cobran), que será del 1% en 2025 y que irá aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar al 6% en 2045.