La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, continúa con su estrategia de oposición al Gobierno central desde el asiento del Ejecutivo regional. La líder del Ejecutivo madrileño ha anunciado durante este jueves que se impulsará un incentivo fiscal para los nuevos inversores en la autonomía que pretende que actúe como "contrapeso" al Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas impulsada desde el Gobierno central.

Siguiendo con la estrategia del PP de Madrid de beneficiar a las grandes fortunas, el Gobierno de Ayuso ha dejado claro que recurrirán dicho impuesto, al que denominan como "nuevo golpe confiscatorio contra el ahorro", ante el Tribunal Constitucional.

“Para que todo el mundo lo entienda: un ciudadano de cualquier lugar del mundo que quiera venir a crear riqueza a Madrid e invierta su patrimonio obtendrá una deducción en el impuesto sobre la renta que gestionamos desde la Comunidad de Madrid equivalente al 20% de lo que invierta aquí", ha detallado Ayuso.

Los inversores que quieran beneficiarse de esta ayuda tendrán que provenir de fuera de España. Los cuales tendrán que contar con al menos 5 años residiendo fuera del territorio nacional e invertir su patrimonio "en lo que quiera, y cuanto quiera, pero que genere riqueza y prosperidad para todos".

Un paso más en la batalla fiscal del PP

De esta forma, el Gobierno de Ayuso continúa con su batalla fiscal que ya comenzó a finales del 2022. Una pugna por los impuestos que desde el pasado septiembre lleva enfrentando a las autonomías ‘populares’ con el Ejecutivo central. Precisamente es la Comunidad que dirige Ayuso, la que registra, junto con Andalucía (que también ha iniciado esa carrera fiscal), la menor inversión en sanidad pública por habitante. Hecho que cobra importancia con la actual saturación hospitalaria y la vuelta a la huelga de los sanitarios

Mismo caso el de la educación, en la que la Comunidad de Madrid tiene el dudoso honor de estar a la cola de inversión en educación pública por alumno.

Medidas similares impulsadas desde el Ejecutivo regional como la reducción del IRPF supuso un ahorro de cero euros para las rentas inferiores a 12.000 euros, que suponen el 30% de la población. Otro 40% de la población, los ciudadanos que cobran hasta 30.000 euros experimentaron un ahorro de cinco euros; un poco por debajo de aquellos que ganan hasta 60.000 euros (el 23%) que se ahorraron 11 euros. Sin embargo, aquellos cuyas ganancias superan ese umbral, que tan solo son el 7% de toda la población madrileña, vieron como sus financias se ahorraban 4.500 euros.