Los representantes sindicales de la plantilla de Talgo no han tardado en reaccionar al veto del Gobierno a la opa presentada por el grupo húngaro Magyar Vagon y reclaman "una alternativa" a este plan, "el único que estaba sobre la mesa" según fuentes del CSIF consultadas por ElPlural.com. Precisamente este sindicato, mayoritario entre los trabajadores de la compañía, ha pedido al Ejecutivo que explique su plan y su hoja de ruta sobre Talgo en un comunicado remitido este miércoles tras vetar la propuesta del grupo húngaro hace 24 horas.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) pide explicaciones al Ejecutivo por el rechazo a la opa presentada por Magyar Vagon hace ya cinco meses sobre el 100% de Talgo. Asimismo, reclaman que el Gobierno presente "una alternativa" a este veto asegurando que la compañía necesita de un socio para poder hacer frente al presente y al futuro del negocio. Según la parte sindical, Talgo necesita de un socio industrial, sea de la forma que sea, para poder cumplir con los pedidos actuales -entre ellos los trenes S106 de Renfe- y futuros. Es por esto por lo que desde la parte sindical reclaman la acción del Gobierno tras vetar este martes la propuesta húngara.
CSIF lamenta así la "incertidumbre" de la plantilla de la compañía, una situación que aseguran "sufren desde hace meses" y llama al Gobierno a presentar una opción que salvaguarde la continuidad de toda la plantilla, las condiciones de trabajo y, también, su sede en España. "Desde CSIF reclamamos que se garantice igualmente la capacidad y el crecimiento industrial necesario para afrontar la carga de trabajo firmada para los próximos años y, por tanto, la competitividad de la empresa", reclaman desde el sindicato mayoritario de la compañía. Una "incertidumbre" que denuncian también desde otros sindicatos como Comisiones Obreras, que reclaman contar con una solución que asegura los niveles de producción industrial para la compañía.
CSIF lamenta la "incertidumbre" para la plantilla
"Esta incertidumbre en la que se ve inmersa toda la plantilla desde hace meses no es buena para nadie y lo único que consigue es sembrar un mar de dudas sobre el trabajo diario que no ayuda a afrontar la situación con normalidad", lamentan desde el sindicato. Desde CSIF aseguran también que el contraataque de Magyar Vagon -ya ha anunciado que tomará "las acciones legales necesarias" contra el veto del Gobierno- conlleva una mayor incertidumbre y un mayor plazo de tiempo en esta situación para la plantilla de la compañía.
Asimismo, el sindicato asegura haber solicitado varias reuniones con los ministerios responsables, entre ellos el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa; el Ministerio de Industria y Turismo y el Ministerio de Transportes para acercar posturas sobre el presente y el futuro de la compañía sin haber obtenido respuesta. Unas reuniones que sí han tenido con el grupo húngaro interesado en hacerse con el 100% del negocio de Talgo.
Desde CSIF aseguran no entender la decisión del Gobierno ya que más de una veintena de entidades financieras no observaron vinculación de Magyar Vagon o de sus directivos con el Gobierno ruso de Vladimir Putin. "De ser así, las más de 20 entidades financieras no habrían dado su visto bueno por ser ilegal", asegura un portavoz del sindicato a ElPlural.com. Es más, desde el sindicato deslizan que podría tratarse de una "decisión política" que afectaría al rol industrial de Talgo.
Veto por "seguridad nacional"
En el comunicado remitido por el Gobierno, la Junta de Inversiones Extranjeras explica el no a la propuesta presentada por Magyar Vagon por motivos de "seguridad nacional" y de "autonomía estratégica" de la compañía. En reiteradas ocasiones, desde el primer anuncio de la propuesta de la opa húngara sobre el 100% de Talgo hace cinco meses, el Gobierno ya avanzaba que protegería la autonomía estratégica de la compañía, así como su españolidad, por considerarla una empresa clave para la economía española.
"La no autorización de la operación se produce en aplicación de la normativa española vigente en materia de control de inversiones exteriores y con pleno respeto al Derecho comunitario y las competencias de la Unión Europea sobre inversiones extranjeras directas, protección del mercado interior y la libre circulación de capitales", defiende el Gobierno en el comunicado remitido este martes. De hecho, el Ejecutivo menciona que la operación llevaría consigo "riesgos insalvables para la seguridad nacional y el orden público".
Talgo es uno de los principales suministradores de vehículos ferroviarios de Renfe, el operador público nacional, y precisamente hace semanas se empezó a entregar el pedido encargado de nuevos trenes S106. Con un retraso de meses, Talgo entregó a Renfe los primeros trenes Avril esta misma primavera, dejando patente la relación entre ambas compañías. Por otro lado, el Ejecutivo defiende también el papel de Talgo como "empresa estratégica" como parte de un "sector clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial de España".
¿Y ahora qué?
En algunas ocasiones, la ministra de Hacienda ha confirmado públicamente la búsqueda de otros posibles socios para frenar la opa del grupo húngaro sobre el negocio de Talgo, sin que esta opción haya tenido éxito, al menos hasta el momento. Ahora habrá que ver si esta alternativa podría volver a ser viable -dado el veto a la opa húngara- o si, incluso, se podría plantear de nuevo una fusión como el intento de hace un mes de Skoda.
Y es que, en paralelo al no del Gobierno, clave para el futuro de la operación, en el último mes han surgido otras alternativas a la opa de Magyar Vagon sobre Talgo como la de Skoda, que finalmente Talgo rechazó a finales de julio. Habrá que esperar a conocer el próximo movimiento de la compañía o de los actores que, en los últimos cinco meses, han mostrado señales más o menos claras sobre el interés de hacerse con el fabricante de trenes nacional.