Es oficial. La Junta de Inversiones Extranjeras, que es dependiente del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, ha rechazado la Oferta Pública de Adquisición (OPA) por el grupo húngaro Magyar Vagon para hacerse con el 100% de Talgo. Tal y como han confirmado fuentes del Ejecutivo a Europa Press, la negativa se debe a motivos de seguridad nacional. Este organismo, que se encarga de de evaluar las operaciones de adquisición de empresas españolas, lo ha hecho a raíz de una ley aprobada en medio de la pandemia para evitar que la caída en bolsa de las entidades fuese aprovechada por firmas extranjeras para tomar control sobre estas.

Durante la rueda de prensa al final del Consejo de Ministros de este martes, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha señalado: "Este tema se ha abordado, pero todos conocen que estamos frente a una empresa que está cotizada y, por tanto, la comunicación se tiene que hacer una vez se cierren los mercados y por los canales y cauces adecuados". En cambio, el Ejecutivo ha sacado un comunicado de prensa en el cual han confirmado la "no autorización de la operación", ya que "tras el análisis llevado a cabo" ha concluido que la autorización "conllevaría riesgos para garantizar la seguridad nacional y el orden público". 

La opa presentada sobre la fabricante de ferrocarriles ofrecía unos cinco euros por acción, lo que supone valorar la empresa en 620 millones de euros. Sin embargo, la cotización de Talgo mostraba las dudas del mercado sobre si la operación iba a tener éxito o no. Como consecuencia de la noticia, este martes 27 de agosto, la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha suspendido la cotización del fabricante de trenes, cuando sus acciones caían algo más del 1%. 

El plazo inicial del Gobierno de España para dar una respuesta era el pasado 10 de agosto, aunque la Junta de Inversiones solicitó nueva información, de forma que se alargó de nuevo el plazo hasta un máximo de tres meses más. En consecuencia, el Ejecutivo tenía de plazo hasta el mes de octubre, cuando tendría que pronunciarse sobre esta operación, a la que se ha opuesto vehementemente. En concreto, la preocupación principal reside en los vínculos de los dueños de la empresa húngara con el propio Gobierno del líder de ultraderecha Viktor Orbán. Asimismo, desde el Gobierno dudaban de si Magyar Vagon contaba con capacidad suficiente para solventar los problemas de producción de la compañía de trenes. 

Así, desde que se dieron a conocer las intenciones de Magyan Vagon de adquirir Talgo, el Gobierno ha buscado distintas alternativas para evitar esto. En consecuencia, ha mantenido conversaciones con distintas empresas para intentar lograr una opa española, como Criteria o Escribano. A su vez, se sospecha que detrás de la aproximación que realizó el grupo Skoda estaría el Ejecutivo de España. 

Los vínculos de Magyar Vagon con el Gobierno húngaro

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ya sostuvo en el pasado mes de marzo, cuando comenzó el proceso de la opa, que el Gobierno de España haría "todo lo posible" para frenar esta operación. Esto se debía a los vínculos con Putin y con la extrema derecha de la empresa, consecuentes del Ejecutivo húngaro.

En concreto, el 45% del consorcio está controlado por Corvinus, un fondo estatal de Hungría. El país está bajo el mandato de Viktor Orbán, quien recientemente ha entrado en conflicto con la Unión Europea por su acercamiento unilateral de a Rusia y su oposición a aceptar cuotas de refugiados en su territorio nacional. No solo eso, el por directivo de Magyar Vagon, András Tombor, fue asesor del propio Ejecutivo húngaro que también lideró Orbán entre los años 1998 y 2002.

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