Galicia aplicará más restricciones a la movilidad y a los sectores considerados críticos en la tercera ola de la pandemia. Lo anunció esta mañana el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en una comparecencia ante los medios que recordó mucho a aquellas protagonizadas por Pedro Sánchez y que él mismo tanto ha criticado calificándolas como una especie de ‘autobombo’. 

La de hoy ha sido un monólogo en el que, salvo alguna referencia de soslayo, no ha habido autocrítica por el reparto de culpas entre ciudadanía y Moncloa que hizo a principios de semana. Tampoco aclaración de por qué en Navidad no se redujo desde la Xunta el número de personas que se podían reunir, como hicieron otras regiones, o se aplicaron restricciones más severas.

La rueda de prensa de este miércoles ha servido para informar de un endurecimiento de las medidas que entrarán en vigor el viernes y se mantedrán "probablemente hasta mediados de febrero" ante el incremento constante de los contagios. Como él mismo señaló a los medios, “las próximas semanas serán muy duras”.

Entre otras cosas, Feijóo aseguró que el Comité clínico acordó adelantar la hora de cierre de los comercios a las 21.30 horas y el toque de queda a las 22.00 horas.

Una de las decisiones más llamativas tiene que ver con los centros comerciales. Según indicó el presidente gallego, se ha decidido que en este tipo de instalaciones “las zonas comunes” solo se utilicen “de paso”.

En cuanto a los establecimientos hosteleros, con motivo de la Navidad la Xunta prolongó su apertura hasta las 18.00 horas, según el nivel de alerta del concello donde se ubicasen. Ahora, y aunque en este apartado se esperaban medidas más drásticas, se mantiene.

Una vez más, el máximo responsable del Ejecutivo gallego volvió, como ya hiciera el lunes, a cargar las tintas sobre los hogares. En concreto, afirmó que ese horario de cierre de la hostelería no puede significar el traslado de las reuniones a los domicilios porque sería “autoengañarnos”, con la consecuencia inmediata de no “bajar los contagios”.

Precisamente, a los empresarios hosteleros les dedicó un apartado de la rueda de prensa. Consideró “injusto” estigmatizar “un sector” porque no existen datos de que “haya muchos contagios en bares” e, incluso, “me atrevo” a afirmar que derivan más positivos “de domicilios que de bares”.

El aforo interior en sus locales será del 30% y en las terrazas del 50% y volvió a insistir en que “a las 18.00 horas estará cerrada toda la hostelería”. Eso sí, en las localidades incluidas en el nivel máximo, no se podrá atender dentro de los locales.

Ayudas a la hostelería

A continuación presumió de gestión al señalar que la gallega es la administración que con más rapidez y urgencia ha aprobado y repartido las ayudas directas al sector, con cuyos representantes, tras reunirse el vicepresidente, Alfonso Rueda, esta mañana con lo autónomos, mantendrá un encuentro por la tarde, tal y como adelantó Feijóo.

Por lo que respecta a los concellos, los expertos gallegos han decidido que toda la Comunidad vea limitada su movilidad. Paro ello, todos los municipios grandes y pequeños se circunscriben a los niveles máximos de restricciones (alto y medio alto) por la incidencia de la pandemia. Esto significa que los movimientos han de estar justificados y solo por motivos laborales, sanitarios o para cuidar a mayores o menores.

33 localidades de más de 10.000 habitantes con una incidencia acumulada (IA) en los últimos 14 días de más de 250 casos y otros 27 concellos de menos de 10.000 habitantes que también presentan unos niveles de IA “preocupantes”, quedan bajo el nivel máximo de restricciones. En este grupo añade a Pontevedra, Lugo y Vigo por la movilidad habitual de estas ciudades. En total, según señaló, se trata de casi el 50 por ciento de la población de la región.

El presidente de la Xunta de Galicia volvió a apelar a la ciudadanía como elemento fundamental para que la curva de contagios baje. “Sé que son medidas complejas”, dijo, incluso “tediosas”, que provocan un “cansancio social” evidente, pero las consideró necesarias para dar la vuelta a esta situación.

En definitiva, Alberto Núñez Feijóo anunció las nuevas medidas el día en que se registra el récord de contagios en una sola jornadas, superando los 1.000 (1.047). Seguramente, en próximas horas, desde diferentes sectores le lluevan las críticas. Por una parte, por parte de los sectores que se sienten señalados; por otra, por aquellos para los que las restricciones se quedan muy lejos de lo que parecía reclamar el lunes el propio presidente autonómico.

Al margen de esto, y como viene siendo habitual en sus últimas comparecencias públicas, lo que sí hizo el máximo dirigente gallego es aprovechar para lanzar otra crítica al Gobierno central. Esta vez, en cierta medida implícita, a propósito de la “escasez de vacunas”.