La Xunta de Galicia sigue observando con preocupación como no deja de crecer el número de casos activos. Hoy alcanza la cifra de 14.075. Esto significa que es el séptimo día consecutivo en el que se registran más de un millar de nuevos contagios (1.183). “La situación es preocupante”, aseguró nada más iniciar su intervención el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, esta mañana en la rueda de prensa para explicar las medidas acordadas en el Comité Clínico reunido ayer por la tarde.

Algunas ya se conocían. Por ejemplo, que a los municipios que ya estaban en situación de nivel máximo de restricciones se suman otros 55, entre ellos Pontevedra y Vigo por la evolución que ha experimentado la pandemia en estos concellos.

Si la cara es un espejo del estado de animo, desde luego la del máximo responsable de la sanidad gallega era hoy el reflejo de que la situación es muy complicada “de claro crecimiento”. Recordó que se adoptaron medidas la semana pasada, pero aún no ha dado tiempo a que den resultado. Además, se mostró optimista en este sentido señalando que “tenemos la experiencia” de medidas adoptadas en diferentes momentos de la crisis sanitaria.

Un elemento que llama la atención en el caso de Galicia es que el mapa de colores diseñado por la Xunta para informar de las condiciones de la región a través de la incidencia de la pandemia en cada uno de los municipios. Hoy el mapa es monocolor. Con distintas variantes, pero con predominio casi absoluto del rojo.

Esto se plasma de forma clara en los datos. Si la semana pasada quedaban bajo el nivel máximo de restricciones aproximadamente el 50% de la población, con las medidas acordadas hoy pasan a esta situación 72 de cada cien gallegos.

Ayer mismo, tal y como informó ELPLURAL.COM, el Bloque Nacionalista Galego pidió al ejecutivo de Núñez Feijóo que, si no desciende la curva, decrete un confinamiento total durante un espacio de dos semanas, al tiempo que la portavoz nacionalista, Ana Pontón, reprochó que estas son las consecuencias de lo que calificó como el “desastre” de la premisa economicista de “salvar la Navidad”.

Hoy, como se esperaba, García Comesaña no dio luz verde a la solicitud del Bloque, pero anunció que a una situación similar a ese confinamiento total se acercarán tres municipios: Arteixo (A Coruña), Viveiro (Lugo) y Xinzo de Limia (Ourense). Para ellos, con una incidencia acumulada a 14 días de más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, se han fijado las restricciones más duras como el cierre total de la hostelería y de todas las actividades no esenciales.

En el resto de Galicia empiezan a aplicarse otras medidas más extremas, al margen de la prohibición de servir dentro de bares y cafeterías en los lugares con nivel máximo. Así, también informó hoy la Xunta que se aplican limitaciones drásticas en el mundo del deporte.

En concreto, los torneos o competiciones federadas quedan suspendidas en toda la región, manteniéndose únicamente las de ámbito nacional. En cuanto a los entrenamientos solo podrán ser individuales o, en su caso, con un máximo de cuatro participantes.

Al igual que sucede en otras autonomías como Castilla-La Mancha en las últimas horas, también en Galicia se habla de la posibilidad del cierre total de la hostelería, algo que el conselleiro de Sanidade descartó en la rueda de prensa de hoy señalando que “no planteamos modificar el cierre de las 18.00 horas”.

Otro de los asuntos recurrentes es el del adelanto del toque de queda. En algunos lugares se pide flexibilidad para hacerlo. El Gobierno gallego lo tiene fijado en las 22.00 horas, aunque la administración autonómica no ve con malos ojos, según la evolución de los datos, llevarlo a una hora más temprana, tal y como comentó García Comesaña.

Desde la Xunta se ha pedido a la ciudadanía mucha precaución y se ha reconocido un incremento destacado de hospitalizaciones en planta y en las unidades de críticos de los hospitales gallegos.