A Feijóo se le han adelantado otros presidentes autonómicos, como el castellanomanchego, a la hora de tomar decisiones drásticas ante el incremento de los contagios. A decir verdad, cuando desde la administración regional anunciaron que sería él mismo el encargado de dar a conocer las nuevas medidas frente al COVID-19, muchos esperaban que el máximo responsable de la Xunta de Galicia diese un golpe sobre la mesa y tomase decisiones más drásticas.

Finalmente no ocurrió así y no han sido pocas las críticas a Feijóo porque, además de repartir culpas entre ciudadanía y Gobierno central, le han achacado que no haya asumido responsabilidad alguna y, mucho menos, haya hecho autocrítica.

Hoy ha sido el Bloque Nacionalista Galego el que ha ido más allá y ha reclamado a la Xunta medidas más contundentes, bajo el argumento, según han explicado, de que “los datos muestran que la tercera ola es tan virulenta como la primera”.

Hablan los nacionalistas de la necesidad de tomar “medidas valientes”, entre la que incluyen “un confinamiento total de dos semanas si la curva no se aplana de manera inmediata en los próximos días”.

Hasta el momento, los contagios siguen creciendo. Hoy mismo, el Servizo Galego de Saúde, SERGAS, informó de que hay 13.252 casos activos, frente a los 12.508 de ayer domingo. Asimismo, en los últimos días ha aumentado el número de hospitalaciones, tanto en planta, como en las UCI. Las decisiones adoptadas “no están siendo efectivas ni suficientes” y por ello, la portavoz del Bloque, Ana Pontón, reclamó una acción “contundente” como ésta.

"Medida muy dura"

En la rueda de prensa en la que hizo este anuncio también reconoció que a nadie “le gusta el confinamiento. Es una medida muy dura”, pero es preciso adoptarla porque “no es asumible esta escalada del virus”.

Del mismo modo, la portavoz nacionalista se refirió a la “falaz” dicotomía salud-economía. Con un claro dardo al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, indicó que es un “desastre” el enfoque “economicista de Salvar la Navidad porque no salvó la económía y, por el contrario, disparó la tercera ola impactando en la economía y el empleo”.

A modo de conclusión fue clara al subrayar que cuanto antes se acabe con la crisis sanitaria, antes se entrará en fase de recuperación económica.

No obstante, como ya había propuesto en otras ocasiones, Ana Pontón volvió a abogar por dejar a un lado las medidas “blandas”. Sin embargo, también apostó porque se habiliten las ayudas necesarias para mantener empleo y actividades económicas durante el confinamiento propuesto, para lo cual habló de utilizar parte de los 70.000 millones de euros de los fondos europeos e los presupuestos expansivos de la Xunta y el Gobierno central.

Por otro lado, en la misma comparecencia, Pontón se refirió al Plan de Vacunación que se lleva a cabo en Galicia. En este sentido insistió en que Feijóo debe acudir al Parlamento cuál es la estrategia, la logística y los medios para llevar a cabo un proceso sin precedentes en la sanidad pública. Tal y como afirmó “nada se sabe” aparte de los titulares “propagandísticos” en los que se habla de que “hay 2.000 enfermeros preparados para vacunar”, algo que, aclaró, “es como cuando Feijóo anunció que había 6.000 rastreadores”.

En su análisis, la portavoz del BNG también tuvo palabras para el PSOE porque “la situación es muy seria y requiere rigor, planificación y solvencia”, reclamando a socialistas y 'populares' que abandonen una "confrontación estéril" que tiene como último ejemplo “el pim-pam-pum a cuenta del toque de queda”.