El gran día llegó. El acontecimiento histórico del inicio de la vacunación contra el COVID-19 finalmente ha quedado convertido en una especie de show mediático en el que la cantidad de vacunas ha competido de cerca con el número desmesurado de radios, televisiones, fotógrafos y periodistas desplazado hasta los lugares donde se han llevado a cabo esas primeras inyecciones.

Como no podía de ser otra manera, Santiago de Compostela ha sido, en Galicia, el lugar elegido para la primera vacunación. Y siguiendo un guión no escrito (o sí), a días del comienzo del año del Xacobeo 2021, la primera persona en recibir la primera dosis ha sido Nieves Cabo, una compostelana de 82 años, residente en el centro de mayores Porta do Camiño.

A diferencia de Guadalajara, que fue al comienzo de la mañana, la primera vacuna e Galicia se suministró poco después de las 11.

Como marcan los cánones sanitarios, Nieves Cabo permaneció en observación durante aproximadamente treinta minutos. Después de ella, el siguiente en recibir la vacuna ha sido José Antonio Arcay, trabajador de la cocina de la misma residencia del casco antiguo santiagués.

Precisamente, a este centro elegido para estrenar la campaña de vacunación la región gallega han llegado 500 dosis reservadas para usuarios y trabajadores de la residencia Porta do Camiño.

Mañana está previsto que lleguen otras 18.000 vacunas de Pfizer contra la COVID-19 cuyo suministro comenzará el martes.

Se da la circunstancia de que otra gallega, en este caso de 80 años, también ha sido la primera vacunada de Asturias. Se trata de Eulalia Josefa Paleo, quien en la Residencia Mixta de Gijón recibió la dosis. Curiosamente, todo el proceso se retransmitió por Facebook a través del perfil del Gobierno asturiano. Pepita, como sus allegados conocen a esta mujer, animó al resto de la población del Principado a vacunarse “por el bien de todos”.

Aunque es verdad que Eulalia Josefa nació en Lugo, muy joven se trasladó a Gijón con sus padres Nacida en la provincia de Lugo (Galicia). Hoy, tras manifestar su temor a la pandemia, no se mostró muy confiada en una posible bajada del número de contagios porque, según dijo, "la cosa debío desmadrarse mucho estas fiestas".