El 10 por ciento de los gallegos ya sabe que es el principal culpable del incremento, por ahora imparable, de los contagios por COVID-19. Saber quien forma parte de ese porcentaje de señalados ya corresponde a cada uno, a su conciencia. Los comportamientos inadecuados, que haberlos haylos, como las meigas, y más de los deseados, tienen su responsabilidad.

Así lo puso de manifiesto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el lunes. Ayer volvió a hablar de ello, pero con la novedad de no volver a culpar también al Gobierno central, como hizo al comienzo de la semana.

Las críticas no se han hecho esperar. Al máximo dirigente gallego le reprochan que no haya hecho autocrítica alguna, y se haya limitado a decir, en un momento en el que la región bate su propio récord diario de contagios, que no presenta niveles tan malos como otras Comunidades Autónomas.

Una de las entidades que se ha mostrado más contundente frente a las aseveraciones del jefe del Ejecutivo gallego ha sido la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública.

Lo primero que hace esta organización es llamar la atención sobre las culpas que Feijóo distribuye entre la población por lo ocurrido en Navidad cuando “él mismo autorizó las reunioes de diez personas y permitió la movilidad entre provincias violentando su propia norma de ‘cierre perimetral’”, han recordado sus responsables.

En este sentido, los defensores gallegos de la sanidad pública han enumerado los recortes que la Xunta de Galicia ha llevado a cabo en los últimos años. Por una parte, una reducción de más de 1.000 trabajadores en Atención Primaria; además, se han suprimido “cientos de camas en los hospitales públicos”, al tiempo que, en muchos de ellos, se introducía el ‘modelo Aguirre’ de gestión mixta. En este tiempo ha cerrado centro de salud, “eliminó consultas de pediatría”, implantó la atención médica telefónica, “dejó morir por cientos a los mayores en unas residencias indignas, como denunció el Consello de Contas” y “engañó sobre el número de rastreadores”, entre otras cosas.

Desde el PP de Galicia se vienen negando sistemáticamente este tipo de acusaciones. Sin embargo, la crítica utiliza el argumento de que si todo está bien y la Xunta no ha recortado en Sanidad qué motivos ha tenido Alberto Núñez Feijóo para anunciar a bombo y platillo en las últimas semanas una gran inversión en esta materia o la contratación de personal.

Con respecto a las últimas decisiones que conllevarán un incremento de las restricciones, anunciadas ayer por el presidente gallego, desde la Asociación consideran que responsabilizó a la ciudadanía diciendo que “ahora se pagan las consecuencias de las interacciones de las fiestas” sin servirse de “datos o información que lo apoye”.

Esto se debe, únicamente y a juicio de los defensores de la sanidad pública gallega a un intento por “disimular su responsabilidad”. Por ello, continúan, recurre a las limitaciones de movilidad pero no habla del “esfuerzo a realizar para vacunar, que la ritmo actual pueden pasar años antes de llegar a toda la población”.

Para esta entidad esta forma de actuar por parte del máximo responsable de la Xunta es “inaceptable”, “ofensiva” para los gallegos y “peligrosa” para su salud. Por ello, exige “una rectificación de estas irresponsables declaraciones”, al tiempo que insta a que ponga en marcha cuanto antes la “reconstrucción” de la sanidad pública de Galicia, muy deteriorada por los recortes realizados por Feijóo en los últimos 11 años.

La Asociación Galega en Defensa da Sanidade Pública señala que esta mala gestión de más de una década ha afectado de forma evidente a la “respuesta ante la pandemia”. “Exigimos que deje de echar balones fuera y de culpar a todos”, sin asumir su propia responsabilidad que “tiene la máxima en Galicia”, concluye.