Otra semana para olvidar en el entorno de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, tras las nuevas informaciones que apuntan al presunto fraude de su novio, Alberto González Amador. Después de que haya salido a la luz que Amador defraudó presuntamente a Hacienda 350.000 euros, facturó más de dos millones de euros durante el coronavirus y declaró solo 8.400 y pretendiera desgravarse sus vacaciones con la presidenta madrileña como gastos de empresa, Isabel Díaz Ayuso se enfrenta a una nueva sesión de control de su Gobierno en la Asamblea de Madrid.

Ayuso también llegará este jueves al Pleno en la Asamblea de Madrid tras haber rechazado la invitación de Pedro Sánchez para reunirse en La Moncloa, siendo la única líder autonómica en rechazar la consulta del presidente del Gobierno. Y, de la misma forma, llega después de que el PSOE de la Comunidad de Madrid anunciara la cita de la presidenta autonómica y de su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, en la comisión de investigación sobre los supuestos tratos de favor de la Universidad Complutense de Madrid a la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Además, este miércoles  se ha abierto una pieza separada para esclarecer si González Amador pudo cometer los delitos de administración desleal y de corrupción en los negocios al usar una empresa pantalla para ocultar pagos.

En esta sesión de control, salvo cambios de última hora, Ayuso tendrá que responder a las preguntas de los diferentes grupos parlamentarios de la cámara. Así, responderá a cuestiones sobre la valoración que merecen las políticas de su Gobierno en materia de transparencia, qué medidas va a implementar para reducir las listas de espera de pruebas diagnósticas dependientes del servicio madrileño de salud, qué criterios utiliza el Gobierno regional para determinar dónde se inserta publicidad institucional o si son aplicados los principios de transparencia en los procedimientos de contratación pública de emergencia en la Comunidad de Madrid.

Los escándalos de González Amador

González Amador engañó a Hacienda dos años consecutivos declarando gastos que nunca tuvo por casi 1,8 millones de euros, lo que le permitió eludir el pago de 155.000 euros en 2020 y 195.000 euros en 2021. Su empresa, Maswell Cremona, ingresó aquel año 2020 más de 2,3 millones de euros; seis veces más que el año anterior. Pese a ello, González Amador declaró en el Impuesto de Sociedades una base imponible y una cuota tributaria mucho menor que el ejercicio anterior.

En paralelo, la documentación que remitió a la Fiscalía respondió a las sospechas de los inspectores de Hacienda con información sobre sus intentos de negocio en México o Costa de Marfil, le llevó a reconocer que había cometido delitos. Con ello, Los inspectores acumularon pruebas documentales durante 18 meses de trabajo, y estas junto a las propias pruebas de la investigación y las que presentó el investigado terminaron por convencer a González Amador de la necesidad de alcanzar un acuerdo para evitar la entrada en prisión.

El último borrador de proyecto de conformidad, desvelado por El País , está “supeditado al reconocimiento de los hechos” por parte del responsable de Maxwell Cremona -empresa de la que falseó facturas en los ejercicios 2021 y 2022- muestra que la Fiscalía pedirá para el comisionista una “pena de cuatro meses de prisión por cada uno de los dos delitos contra la Hacienda Pública más multa del 40% de la cuota defraudada, esto es, 60.000 euros (40% de los 155.000 euros defraudados en 2021) y 78.380 euros (40% de los 195.952 euros defraudados en 2022)”. En ese mismo proyecto, que se encuentra respaldado por la defensa de la pareja del empresario, queda claro que la Fiscalía no se opondrá a que se dé una “suspensión de las penas de prisión para Alberto González Amador por ser las condenas inferiores a dos años y estar satisfechas las responsabilidades civiles”.

El mencionado expediente tributario contempla el conjunto de las gestiones realizadas por la Agencia Tributaria para esclarecer las razones por las que cuanto más dinero ganaba González Amador correspondía pagar menos impuestos.

Cabe destacar que el compañero sentimental de la lideresa regional fue imputado por falsear facturas en las declaraciones fiscales de los ejercicios correspondientes con 2021 y 2022 de su compañía para ahorrarse el pago de 350.000 euros en impuestos. Los delitos que habría cometido el novio de Ayuso y que él mismo reconoció al deducirse gastos inexistentes por valor de 1,8 millones de euros están castigados entre dos y diez años de cárcel. Asimismo, el empresario, auditor asimismo en el sector sanitario, incrementó en dos millones de euros su facturación durante el año de la pandemia después de convertirse en comisionista, llegando a ganar cerca de dos millones de ruso por poner en contacto a FCS (vendedor de mascarillas) y Mape.

Deducciones que González Amador intentó hacer

Además, el novio de Isabel Díaz Ayuso intentó deducirse ante la Agencia Tributaria gastos privados en ejercicios fiscales bajo sospecha, correspondientes a los ejercicios de 2020 y de 2021, para hacerlos pasar por gastos de empresa. Entre los objetos que aparecen en esta operación se encuentran desde un Rolex hasta hilo dental o un dentífrico, pasando por desodorantespelotas de pádelcolutorios o champú.

González Amador presentó ante la Agencia Tributaria elementos, por lo tanto, muy dispares entre ellos, sobre todo en lo que a precio se refiere, y es que la lista contempla asimismo viajes sin justificar por motivos de trabajo, tickets de comida, un saxofón o la factura por la reparación de un Porsche Panamera.

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