“La jefa no le deja”. Con estas palabras, el presidente del Gobierno contraatacaba el monotema de ETA de Alberto Núñez Feijóo. Pedro Sánchez ha incidido en el papel que juega la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la cadena de mando de Génova. Sugiere que el líder de la oposición es preso de los designios de la inquilina de la Puerta del Sol, que goza de un mayor predicamento entre el electorado conservador y de ultraderecha, por lo que acaba limando cualquier intento del presidente del partido por desengancharse de los postulados de Vox. De ahí, que, tirando de retranca, concluyese que “no hay nadie al volante” de la oposición, aludiendo expresamente al “error” con la modificación de la ley de antecedentes penales.
Concluida la intervención del portavoz socialista, Patxi López, Sánchez subía de nuevo al atril para ejercer su turno de réplica. Una intervención que ha sobrepasado en tiempo a su alocución inicial, la cual apenas duró tres cuartos de hora. Sin embargo, y en contraposición al primer turno, el jefe del Ejecutivo elevó el tono para responder a la derecha y la ultraderecha. Especialmente duro se mostró con el presidente del principal partido de la oposición, poniendo en entredicho su liderazgo en el PP por el influjo que ejerce Isabel Díaz Ayuso y el aznarismo en las bases conservadoras.
La figura de la presidenta madrileña juega una suerte de contrapeso interno que neutraliza cualquier atisbo de golpe de timón hacia el centro, manteniendo el anclaje de las siglas escorado a la derecha. Al menos así lo entiende el jefe del Ejecutivo, quien, en primer término, ha afeado a Feijóo que apenas dedicara unos pocos minutos de su intervención al orden del día -migración y fiscalidad- para resucitar el comodín de ETA y a modo de justificación de su inacción en la tramitación de la ley de antecedentes penales que beneficiará a presos de la banda terrorista.
“La jefa no le deja”
Al margen del “error” de los conservadores durante la modificación, Sánchez se ha mostrado especialmente duro en cuestiones internas del partido. Y es que, en varios compases de su intervención, le ha recordado al jefe de la oposición su estrecho margen en la dirección orgánica del Partido Popular. De hecho, le da la razón cuando se refiere a que el “sistema político tiene un problema”, pero no es otro que la falta de liderazgo de Feijóo en Génova. “Está liderado por una persona que no se presentó a las elecciones generales ni está aquí. Usted no decide nada”, ha hurgado el presidente del Gobierno, al tiempo que lamenta que el electorado del PP y sus barones sí quieren un acuerdo con Moncloa para el reparto de menores migrantes. No obstante, se topan con el no condicionado por la Puerta del Sol.
“La jefa no le deja”, resolvía el jefe del Ejecutivo con tono socarrón, haciendo hincapié en su truncado “giro social” que ya no sólo es “regresivo”, sino que “carece de autoridad en su partido para construirlo”. “Si quiere hacer un giro social hágalo, pero deje de girar como una veleta como hasta ahora”, continuaba el presidente del Gobierno, que insistía en la idea de que al frente del Partido Popular “no hay nadie”. A pesar de ello, ha extendido la mano del Gobierno para “ayudar a los canarios”, para una jornada de 37,5 horas semanales o, en su defecto, para sacar adelante “unos buenos Presupuestos”. “Lo aprobaremos”, retaba Sánchez.
El líder socialista reitera la necesidad de que el Partido Popular reconduzca su camino y abandone la postura de “oposición destructiva”. “Proponga, lo preferimos”, insistía un Sánchez, que al tiempo instaba a su adversario a volver la mirada a Madrid y a Vox y “mire al PSOE”. “Lleva casi tres años al frente del PP y ha perdido mucho tiempo. No ha derrotado al sanchismo y ha perdido las elecciones. Usted está en la oposición y yo en el Gobierno”, insistía, aunque entiende que “tiene tiempo” para revertir la situación, dado que aún quedan más de mil días “para las próximas elecciones”.
¿Error del PP?
Al hilo del liderazgo real en Génova, Sánchez ha abundado sobre la inacción de los conservadores en las Cortes Generales con respecto a la modificación de la Ley Orgánica 7/2014. Ni en Congreso ni en Senado, el Grupo Popular registró enmienda alguna o, en su defecto, vetó la iniciativa en la Cámara Alta, donde tiene mayoría absoluta. La reforma será una realidad, presumiblemente, el próximo 14 de octubre. No obstante, al contrario de lo que emana del argumentario del PP, Sánchez no considera que sea un error. “¿Saben lo que votan o no? ¿Lo saben y luego ven las reacciones y echan las culpas a otros de sus errores? No saben adonde van. No hay nadie al volante en la oposición”, lamentaba.
En este sentido, recriminaba a los conservadores que su política se cimente sobre “viejos odios del pasado”, salpimentados con mentiras acerca da una banda terrorista extinta. “No quieren que España pase página”, censuraba el jefe del Ejecutivo, al tiempo que negaba la mayor en lo relativo a las rebajas condenatorias que comportaría la modificación. Lo cierto es que el articulado permitirá que se descuenten los años de cárcel cumplidos fuera de España. “Ustedes lo saben y por eso votaron a favor. El proyecto de ley es una transposición obligatoria de una directiva europea que apoyaron en Estrasburgo y Bruselas. Usted era perfectamente consciente de lo que se estaba votando, por eso no escurra el bulto”, concluyó el presidente.
Feijóo, sin rumbo fijo
El líder de la oposición replicó la receta de su primera intervención, trufando de ataques al presidente con Begoña Gómez y alusiones varias a la banda terrorista ETA. No obstante, acusó a Sánchez de hacer lo propio, con “descalificaciones, difamaciones y calumnias”, repartidas a las derechas “y sin límite de tiempo”. “Menuda categoría y primer ministro español”, continuó el conservador, concluyendo que “no merece ni el respeto institucional que todos los diputados tenemos al Congreso”.
Feijóo intentaba repeler los ataques hacia su debilitado liderazgo, arguyendo que “en dos años ha perdido todas las elecciones”. “Sin falsa modestia, nosotros las hemos ganado todas. Su partido gobierna en cinco comunidades autónomas, fíjese Castilla-La Mancha, que pide explicaciones sobre la ley de presos de ETA. No le queda ni una hora si el señor de Suiza decide que se acabó”, remató el jefe de la oposición, aireando un actitud de lo más descarnada al aludir a su esposa: “Para jefa la que tiene en Moncloa, pero la han echado del trabajo”.
Un rosario de descalificaciones que exponen el nerviosismo que vive el líder de la oposición, acrecentado desde la aparición en titulares de la inacción del PP con la Ley Orgánica 7/2014. A modo de cortina de humo y reconvertir las siglas de su partido en garantes de la lucha antiterrorista, cocinaron la performance de Mari Mar Blanco, hermana de la víctima de ETA Miguel Ángel Blanco. De hecho, en su turno de réplica, le afeaba a Sánchez su incapacidad para “aguantarle la mirada” a la senadora del PP porque “ya se siente más cerca de Bildu que de las víctimas de ETA”. “Da miedo lo que podemos ver, pero nos tendrá en frente. No podemos hablar de ETA porque se disolvió en 2011, pero trajeron la iniciativa sobre Franco. Me repugnaría seguir en el poder por haber sacado de la cárcel a mis compañeros”, remató.
Pleno en el Congreso para debatir de la crisis migratoria

Diputados de grupos parlamentarios valencianos con una bandera de la Generalitat valenciana por el Día de la Generalitat, durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados

El ministro de Industria, Jordi Hereu, llega a una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, bebe agua durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 9 de octubre de 2024.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i) y el ministro de Transportes, Óscar Puente (d),

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz y el diputado de Sumar Iñigo Errejón, llegan a una sesión de control al Gobierno

La senadora del PP, Maria del Mar Blanco y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se abrazan durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 9 de octubre de 2024

La ministra Portavoz, Pilar Alegría y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegan a una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, a 9 de octubre de 2024, en Madrid (Esp

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, interviene durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados

El presidente de VOX, Santiago Abascal, interviene durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, interviene durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados

El diputado de Sumar y líder de Más País, Iñigo Errejón, interviene durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados,